Una castaña miraba confundida a su joven jefe, luego de las palabras que este había dicho.
¿Me podrías pasar los archivos del nuevo producto que se lanzara al mercado?, pronunció Tsubasa, sacando de sus pensamientos a la castaña.
Claro, ahora mismo te los envío, dijo Sanae.
Bien, respondió Tsubasa, luego de ello se dirigió a su escritorio, al tiempo que Aiko entraba a la oficina.
Ya saqué las copias, ahora solo a ordenarla en sus carpetas para la junta, decía Aiko, mientras observaba a su jefe y a su compañera de trabajo, luego de ello ocupo su lugar en la oficina.
Las horas que restaron, hasta la hora del almuerzo, Tsubasa y Sanae, no cruzaron palabra, solo se limitaron a trabajar en silencio.
Ya terminé, decía Aiko, haciendo una pausa para acotar: ¿Vamos a almorzar Sanae?
Sí, respondió la castaña.
Jefe, ¿le pedimos algo para que coma antes de irnos?, agrego Aiko.
No, no se preocupen, yo saldré a comer también, dijo Tsubasa.
Con la jefa, respondió Aiko sonriendo.
Sí, dijo Tsubasa, sin notar que la castaña bajo la mirada.
Bueno, entonces ya regresamos jefe, agrego Aiko, mientras se acercaba a tomar del brazo a la castaña.
Tsubasa al darse cuenta de su respuesta quiso aclarar lo que dijo, pero no pudo hacerlo, pues Kumi entro a la oficina.
¿Nos vamos?, decía Kumi.
Dame unos minutos, respondió Tsubasa, mientras observaba el rostro entristecido de la castaña, al tiempo que pensaba: Se puso triste, eso quiere decir que, si siente algo por mí, o de lo contrario no le afectaría que salga a comer con Kumi, bueno, ya le aclarare ello en cuanto tenga la oportunidad de que estemos solos.
Mientras Kumi tomaba asiento frente al escritorio de Tsubasa, Sanae y Aiko salieron de la oficina.
Tienen una relación un tanto extraña, ¿no?, pronuncio Aiko.
¿Por qué dices ello?, respondió Sanae, mientras caminaba hacia el ascensor con su compañera de trabajo.
Se supone que tienen algo, ¿no?, aunque por ahora solo sea secreto de ellos, sin embargo, cuando hay amor, es difícil disimularlo tanto, decía Aiko.
La señorita Kumi no mezcla lo laboral con lo personal, ese es su lema, pronunció la castaña.
Y me parece bien, sin embargo, no me refiero a que delante de sus trabajadores se traten con frases de amor, o se demuestren su afecto, pero sí podrían regalarse una mirada cómplice, una sonrisa cálida, esos son detallitos que manifiestan el amor, aunque no lo expresen, y claro nosotras sus empleadas podríamos notarlo, respondió Aiko con ojos soñadores.
Claro, dijo la castaña, al tiempo que pensaba: Es cierto, la relación de los jefes es un poco fría, pero de seguro ellos acordaron a llevarse así cuando estén frente a sus empleados, después de todo al jefe Tsubasa suele ser muy discreto en su manera de mostrarse frente a los demás, y la señorita Kumi también.
Tiempo después: "Restaurante"
Una joven de vestimenta elegante escuchaba con cierta molestia lo que le decía su socio, mientras almorzaban.
Y ello es lo que tenía en mente, decía Tsubasa, posando su mirada en su acompañante.
Me parece buena idea, respondió con desgano Kumi.
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"LA RAZÓN"
RandomÉl es considerado un ganador en todo lo que emprende, pero él antes no era así, existió un razón que lo hizo cambiar su manera ser, cambio que trajo como consecuencia muchos enemigos y el retorno del pasado, de un pasado que le traerá a su vida una...