Capítulo 22: "Una desgracia que aumenta el dolor"

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Un joven de porte atlético observaba por momentos a una castaña mientras conducía.

¿Tuviste algún problema en el trabajo?, pronunció Kanda.

No, dijo la castaña, con nostalgia en su voz.

Entonces, ¿Qué te sucede?, te noto triste, ¿estás así por la respuesta que me darás?, respondió Kanda.

La castaña, no respondió nada, solo bajo la mirada.

Sí aún no la tienes y necesitas más tiempo...., decía Kanda.

No, no es eso, ya tengo la respuesta, no necesito tiempo, pues este no cambiará en nada la misma, respondió Sanae, mientras el joven de porte atlético estacionaba su auto en una acera.

Supongo que me dirás que no, dijo Kanda con la mayor calma posible.

Yo, yo cargo con un pasado que desconozco y ese desconocimiento me atormenta mucho, ya te lo había dicho,..., pronunciaba la castaña.

Si, si me has comentado de ello, y en su momento te dije que no puedes vivir atormentándote tratando de recordar tu pasado, tú misma me dijiste que los médicos te han dicho que tus recuerdos tal vez nunca vuelvan, ¿no?, respondió Kanda, mirando a la castaña, que solo bajo la mirada. Tras algunos segundos el joven agrego: Por lo mismo no puedes aferrarte a algo o alguien que tal vez ni exista en ese pasado.

¿Y si existe?, dijo la castaña.

Si existe, no debió amarte mucho, pues no hizo nada para seguir a tu lado, ¿no?, agrego Kanda, lastimando con sus palabras a la castaña.

De igual manera no puedo aceptar tu propuesta, al menos no ahora, no me siento preparada para una relación, decía la castaña.

Bien, comprendo, y lamento haber sido tan directo en lo que te dije, pero necesito que reacciones, yo soy tu presente, y podría ser tu futuro, si no quieres aún ser mi novia, yo acepto tu decisión, pero permíteme seguir haciendo mi lucha, respondió Kanda.

No quiero lastimarte, dijo la castaña.

¿Y por qué crees que me lastimarás?, no puedes sacar una conclusión anticipada, yo aún no he usado todas mis armas de conquista contigo, respondió Kanda sonriendo.

¿Armas de conquista?, agrego la castaña.

Sí, tú me gustas y mucho, por lo mismo no voy a conformarme con un no de tu parte, yo sé que si nos seguimos tratando yo terminare conquistando tu corazón, dijo el joven de porte atlético.

Kanda, pronunció la castaña con nostalgia.

Sigamos tratándonos, ¿sí?, dijo el joven de porte atlético.

Está bien, respondió la castaña.

Bien, vamos por la cena entonces, dijo Kanda.

En tanto:

Un joven de cabello desordenado se encontraba bebiendo una copa, mientras observaba el anochecer a través de la ventana de su habitación.

No puedo ser tan egoísta, ella no me recuerda, con mucha más razón tiene derecho a amar, aunque ¿por qué tuvo que ser Kanda?, pensaba Tsubasa, cuando un sonido se escuchó en su habitación. Es la alarma de sismo, pronuncio Tsubasa, mientras caminaba hacia una mesa para dejar la copa y luego abandonar la habitación.

Restaurante:

Una castaña junto a un joven de porte detenía sus pasos en una acera tras escuchar un sonido que indicaba que un sismo se produciría.

Tras algunos segundos el movimiento telúrico empezó a sentirse.

La castaña miraba aterrada las casas moverse y personas abandonar sus viviendas y los locales de comida que había en la zona.

"LA RAZÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora