Capítulo 37: "El regreso del ganador"

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(Antepenúltimo capítulo)

Un joven de cabello desordenado abrazaba a una castaña, mientras esta sollozaba al tiempo que veía a unos hombres colocar unas placas en sobre el lugar donde habían colocado minutos antes los restos de sus padres.

Ya terminamos, dijo uno de los hombres, mientras Tsubasa asentía con la cabeza.

Tras de ello los hombres se retiraron del lugar, dejando solos al par de jóvenes.

Cálmate mi niña, decía Tsubasa, mientras acariciaba el cabello de su novia.

Es que yo no estuve presente en el sepelio de mis padres, ni siquiera recuerdo algún momento compartido con ellos, lo poco que he llegado a saber de ellos es por los investigadores que contrato la señorita Kumi y por ti, a pesar de ello, puedo sentir una terrible opresión en mi pecho al ver los restos de mis padres, respondió la castaña, con voz quebrada.

Comprendo cómo debes sentirte amor, y en cuanto a tus recuerdos, ya sabes que no debes tensionarte, yo confío en que ellos volverán a ti con el tiempo, dijo Tsubasa.

Eso espero, en verdad quisiera recordar los momentos pasados con mis padres, contigo, dijo la castaña, rompiendo el abrazo con su novio, para tomar unos arreglos florales que había dejado sobre el pasto y segundos después colocarlos sobre las tumbas de sus padres, al tiempo que agregaba: ¡Gracias por estar conmigo!

Siempre estaré contigo, porque a pesar de que nos distanciamos por algunos años, tu nunca dejaste de estar a mi lado, pues siempre estuviste en mi mente y corazón, siempre estuviste presente en cada paso que daba, respondió Tsubasa.

¡Gracias por amarme tanto! pronunció la castaña.

No hay nada que agradecer, porque tú me amas tanto como yo, dijo Tsubasa, acercándose a su amada para abrazarla.

Así es, respondió la castaña.

La plática del par de jóvenes se vio interrumpida por el sonido de un celular.

Es el mío, dijo Tsubasa, tomando la llamada.

Minutos después:

¿Quién era?, pregunto la castaña.

Es alguien que contrate para hacer una compra, dijo Tsubasa, con una amplia sonrisa en su rostro.

Una compra, respondió intrigada la castaña.

Sí, una compra que desde que tuve en mente desde hace algunos años, pero que no se podía concretar, pero al fin podré hacerlo, dijo Tsubasa.

¿Alguna empresa?, pensé que solo nos enfocaríamos en Divertilandia, pronunció Sanae.

No, no es ninguna empresa, dijo Tsubasa con una amplia sonrisa en su rostro.

¿Entonces?, respondió la castaña.

Ya lo sabrás hermosa, ten un poco de paciencia, no quiero decirte aún nada hasta que haya cerrado la compra, dijo Tsubasa, acariciando con una de sus manos el rostro de la castaña.

1 semana después:

En una de las mesas de un café se encontraba un joven de cabello desordenado frente a un par de hombres, estrechando la mano de uno de ellos.

¡Fue un placer hacer un negocio con usted! decía Tsubasa.

También fue un placer para mí, respondía el hombre.

Nuevamente gracias, supe que había otras personas interesadas, pero usted me eligió a mí para vendérmela por un monto mucho menor que el de los demás postores, dijo Tsubasa.

"LA RAZÓN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora