Capítulo 6

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No puedo creer lo que ven mis ojos, así que los tallo con mi mano para aclarar mi vista y ver mejor, pero todavía sigue diciendo lo mismo:

Hola Rojita, tengo que darte algo que se te cayó en el bar así que te espero mañana en el parque de los hippies a las 2 de la tarde, no faltes.

Sólo eso dice, ¿Qué se me pudo haber caído? Además de mi cerveza y el dinero. Tampoco dice el nombre del desconocido.

Tal vez no es verdad y sólo quiere verme para vengarse o algo así por mi comportamiento que tuve ayer, ya lo decidí no iré. En ese momento sale del baño Yanis ya cambiada y me pregunta que dice el papel.

—Dice que quiere verme en el parque para entregarme algo que se me cayó, pero yo creo que son mentiras nomas Yanis, ni crea que voy a ir —arrojo el papel al bote de basura.

—Tal vez Merlín, pero la única forma de averiguarlo es que vayas —me dice agarrando su mochila para irnos a la escuela.

Nos despedimos de doña Ana, su mamá y nos dice que como ya se nos está haciendo tarde nos llevemos su automóvil.

Salimos platicando de su casa, nos subimos al auto e íbamos rumbo a mi casa cuando me doy cuenta que no traigo mi llave amarrada al cuello como de costumbre. La busco en mi bolsa, en la ropa sucia y nada. De pronto llega una idea a mi cabeza, así que eso es lo que me quiere dar el idiota ese.

—Yanis ya sé que es lo que se me cayó —le digo dándome un golpe en la frente.

—¿Qué? —Yaneth va manejando sin quitar la vista del camino, para no atropellar algún niño que vaya rumbo a la escuela.

—La llave de mi casa.

En cuestión de minutos se estaciona frente a mi casa y por fortuna mi mamá todavía se encuentra ahí, me bajo del carro y entro corriendo a mi casa, rápido saludo a mi mamá, entro a mi habitación, agarro mi mochila y salgo con la misma velocidad con la que entre.

—Listo vámonos a la escuela, en el receso le pido la tarea a Germán y ya luego te la paso a ti —le digo a Yanis, abriendo el vidrio del auto a pesar de que es otoño siento calor.

Al llegar al estacionamiento de la preparatoria, veo la hora son las 7:00 tenemos que apurarnos antes de que la profesora Bonilla nos cierre la puerta, ya que son solamente 5 minutos de tolerancia.

Alcanzamos a entrar al salón y detrás de nosotras entra la profe, como siempre la sangrona de Regina hizo un comentario sobre nosotras, si no fuera por la amenaza de la profe sobre correrme de la clase y reprobarme le hubiera jalado los pelos de elote que tiene.

La clase de ciencias de la salud está muy aburrida, siento demasiado sueño a pesar de que no me desvelé tanto anoche, aunque bueno para que negarlo, estuve despierta varias horas en la madrugada pensando en ese chico, no entiendo porque me inquieta tanto, ya no aguanto más el sueño, mientras la profesora habla de las enfermedades más contagiosas, me recuesto en mi mesa banco y cierro un momento los ojos y al hacerlo en mi mente aparecen esos ojos azules viéndome.

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Tú, ¿Mi hermanastro?  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora