Capítulo 25

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Nos encontramos en el cine viendo una película de terror, estamos Yaneth, Germán, Andy y yo.

La película está por comenzar y el cara de moco ya casi se termino sus palomitas acarameladas, parece que no ha comido en varios días ya que siempre tiene hambre; a pesar de que come demasiado nunca engorda.

Ya quisiera yo.

Yaneth está bebiendo de su refresco sabor cola, Germán está platicando por teléfono con su madre diciéndole a que hora llega y luego estoy yo quien observa en la pantalla gigante los avances de las próximas películas a estrenarse.

La película de "Cuando un extraño llama" tiene algunos minutos de que empezó.

—¿Me das de tu comida? — pregunta Andy dejando el vaso de palomitas vació en el piso.

Ahora va a quitarme mi comida.

Veo mi plato con nachos con mucho queso y chiles jalapeños, se me hace agua la boca y aunque no quiero compartir con nadie mi comida.

—Pero sólo uno — susurro.

—Así te diré cuando me pidas más besos — me dice en el oído.

Yo giro mi rostro para verlo, aunque la oscuridad de la sala de cine me impide verlo con claridad alcanzo a mirar una sonrisa en su cara.

—¡Ja! Eso nunca ha sucedido — miento echándome un nacho a la boca.

—¡SHHH! — me calla la persona que está sentada detrás de mí.

Pienso en que el pelinegro ojiazul y cara de idiota tiene razón, hace unas noches cuando él llego de tocar en el bar, se puso cariñoso conmigo, quiso tocarme a mí y nos besamos durante unos cuantos minutos. Cuando me dijo que ya era muy noche y nos fuéramos a dormir le pedí otro beso.

La función termina a las 10 pm. Y al salir de la sala opinamos sobre lo que nos pareció la película.

—Hubiéramos ido a ver otra película — habla Germán bostezando.

—La de bambi — bromea Andy.

Yaneth va agarrada de su mano y Andy pone su mano en mi espalda acariciando de arriba abajo.

—A mí si me gusto mucho, aunque me asuste en varios momentos — comenta mi amiga.

Todos en cierto punto se asustaron y brincaron de las butacas. En mi caso me pareció normal, si está buena, pero no excelente como otras que he visto.

—No deberías de negar que también a ti te dio miedo y tendré que dormir en tu cama — me molesta Andy pellizcándome la panza.

Yaneth y su novio se ven entre ellos ocultando una sonrisa; ella le explico a Germán mi situación sentimental con mi "hermanastro", al principio le sorprendió,  parece que ya le da igual.

—En tus sueños — respondo quitando su mano.

Nos detenemos a esperar a Germán quien entra al baño, Andy aprovecha y me roba un corto pero profundo beso, al separarme de él me doy cuenta que además de Yanis alguien más nos observo.

—Ya me di cuenta porque es que me rechazaste, ¿No que muy hermanitos? Par de enfermos — habla Regina fingiendo que vomita.

¡No puede ser!, realmente espero que no vaya con el chisme a mi madre, aunque no es como que sean súper amigas, así que algo así no puede suceder.

—¡Callate Mía Colucci región 5!, miraste mal — trato de que crea esa mentira.

Que mala suerte tengo, habiendo tantas personas en el mundo tuve que encontrarme con ella. Bueno pudo ser peor en caso de que hubiese sido mi mamá.

Andy parece que se convirtió en una estatua o que le comieron la lengua los ratones, creo que ni parpadea solamente ve hacia un punto fijo del techo.

—No, yo sé perfectamente lo que vi.— se gira a ver a Andy. — La verdad eres tan guapo que no sé como alguien tan simple como ella te guste.

Yaneth tiene la boca abierta que temo que se le vaya a meter una mosca. Mi amiga se acerca a mí y me susurra.

—¿Y si le dice a alguien?

—Entonces tendremos un cuerpo que esconder — respondo imaginándome mil maneras de deshacerme de ella.

Una buena forma sería atropellándola con el auto de Andy, y si llegasen a preguntar mi respuesta sería que arrolle a un animal.

El cara de moco por fin reacciona y se aleja unos centímetros de mí para acercarse a mi enemiga número uno.

—Mira, no me interesa lo que piensas, como te dijo Merlín viste mal, te recomiendo vayas a que te revisen — le dice comenzando a caminar.

—Pero el cerebro — habla Yaneth ganándose una mirada de odio de Regina.

¡Estoy tan orgullosa de ella!

En ese momento sale Germán del baño secando sus manos en el pantalón levis y mira nuestros rostros.

—¿Qué pasa? — pregunta tomando la mano de Yanis.

—Nada.

Nos vamos del cine bajo la mirada de Regina y de un chico que nunca he visto, una nueva victima seguramente; pobre de él.

¡Huye, chico!

**

El idiota de Andy está preparando la cena mientras Salem y yo vemos una serie de comedia en la televisión.

Yo quería ver otra cosa, sin embargo tuve mala suerte y perdí en un volado.

—¿Crees que tu compañera de la prepa le diga sobre nuestro beso a alguien? — pregunta dejando a un lado el cuchillo.

Volteo a verlo y el que sólo lleve puesto su bóxer con dibujos de murciélagos de batman me distrae.

—Han pasado 15 días y no le ha dicho a nadie; deja de pensar esa estupidez — pido acariciando el lomo de mi gato.

—Tienes razón mi rojita — me avienta un beso.

Me levanto del sillón, beso su espalda y acaricio su abdomen.

Amo esa parte de su cuerpo, así como él ama mi pecho adornado con unas cuantas pecas, ya que él siempre las besa cuando hay oportunidad.

Él termina de servir la ensalada en el plato, mientras yo sirvo el refresco en los vasos, estamos por sentarnos a cenar pizza, pasta y ensalada.

Alguien toca el timbre.

—¿Quién será a está hora? — Pregunta el ojiazul.

El reloj marca las 10 pm, voy a abrir la puerta, antes de eso doy un vistazo a mi vestimenta; traigo un short morado pequeño que más bien parece un bóxer femenino y una camiseta de tirantes sin brassier, cruzo mi brazo.

—Tal vez sea la insoportable de tu "noviesita" — me burlo.

—Tú ya estás aquí — grita y escucho su risa.

Abro la puerta y me congelo al ver de quien se trata y al notar que es lo que tiene en sus manos siento que voy a desmayarme.

¡Qué alguien me detenga!


Tú, ¿Mi hermanastro?  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora