Capítulo 16

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Halloween parte 1

Todo ocurre como en cámara lenta, estiro mi brazo y doy un volantazo logrando esquivar la camioneta roja que ya estaba frente a nosotros, unos segundos más y se hubiera estrellado contra el camaro. La señora que va conduciendo es una persona mayor y lleva los ojos cerrados, tal vez se quedo dormida.

Andy frena el auto a orilla de la carretera.

—Eso estuvo cerca —dice asustado y apretando el volante.

Respiro profundamente, pensando en que pudimos morir de la misma manera en que fallecieron nuestros padres y eso sería una horrible coincidencia.

Por fortuna la señora no chocó contra ningún objeto y después de unos cuantos segundos se va.

Andy más tranquilo vuelve a meterse a la carretera para continuar hacia nuestro destino. Después de 15 minutos llegamos al edificio con bien.

—¡Wujuuuu! —grito tratando de sacar la adrenalina de mi cuerpo al bajarme del auto.

En cambio Andy lo primero que hace es correr a revisar que su cámaro no haya sufrido ningún rasguño.

—Yo estoy bien, gracias por preguntar —digo sarcástica.

Él solo gruñe en respuesta, creo que sigue asustado, pues desde que ocurrió ese incidente ha estado muy callado. Entramos al edificio y saludamos al portero, entramos al elevador.

—Sabes Merlín, no tenía pensado que nuestra primera cita terminara así —susurra.

Su rostro se ve serio, no sonríe, estamos llegando a nuestro piso.

—¿Entonces cómo? ¿con un beso? —le pregunto riendo.

Él asiente.

—Sí, como en las películas cursis, ya sabes después de una cita se dan un beso fuera de la casa de la chica.

No sabía que a Andy le gustan esas películas de amor ridículas.

—Te informo que hay un detalle Andy, tú y yo vivimos en la misma casa —saliendo del elevador me detengo frente a la puerta buscando la llave.

Él me detiene del brazo y se pone frente a mí, quedo atrapada entre su cuerpo y la puerta del apartamento, veo sus ojos azules y sonríe sin mostrar sus dientes. Su rostro se acerca despacio al mío, sé que va a besarme y está vez no lo detendré.

Al contrario, yo también acerco mi rostro, rozo mi boca con la de él, suelta un suspiro antes de besarme, primero comenzó siendo un beso tierno ya saben de piquito, pero poco a poco fue volviéndose intenso con su lengua tocando la mía hasta el punto de faltarnos el aire, al abrir los ojos veo los labios de Andy un poco hinchados y rojos.

Ups, volví a besarlo.

—Ya está en su hogar dulce hogar, bella señorita Merlín —da una sonrisa mientras abre la puerta del departamento.

Niego divertida al escuchar sus palabras que parecen sacadas del siglo pasado.

Al entrar al apartamento lo primero que veo es a Salem dormido encima del sofá, se ve tan tierno con su cabeza torcida al estilo de la niña del exorcista, lo tomo en mis manos y lo levanto para darle un beso en su cabeza. Maúlla molesto y no me importa.

—Que asco ¿Cómo puedes besar a esa bola de pelos? —me pregunta Andy con una mueca en la cara.

¿Qué le pasa? Salem es un gato muy limpio y a mí no me da asco.

—Te he besado a ti y eso es peor.

—Aja, pero bien que te gusta.

Me meto a mi habitación para ponerme mi pijama y dormirme.

Tú, ¿Mi hermanastro?  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora