Capítulo 22

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La vecina me hace sentir un poco insegura de mi atuendo, ella lleva puesto un vestido dorado de manga larga y un escote pequeño; unas medias negras de red y botines Steve Maden negros; su cabello lo trae suelto porque es tan corto que no puede recogerlo, su boca está pintada de un rojo intenso.

—Buenas noches cuñada y amorcito mío — nos sonríe a ambos,  acaricia el pecho de Andy quien tiene una sonrisa forzada, bueno eso quiero creer.

—Iré a vomitar — es mi respuesta.

Paso a lado de ellos y escucho la risa de Melissa a mis espaldas, no puedo evitar azotar la puerta de mi habitación, me pongo un poco de labial rojo y me veo en el espejo, no sé si elegí bien la falda larga color negro y mi blusa roja con mis converse.

No pienses tonterías, Merlín tú te ves bien y si piensan lo contrario que se jodan.

Al salir los encuentro platicando alegremente sentados en el sofá, Andy me mira, pero yo lo ignoro.

—Ya vámonos — pido sin mirarlo.

Ellos salen del apartamento primero y yo salgo detrás cerrando la puerta con llave, en el ascensor hay algunas personas las cuales no viven en éste edificio, supongo que vienen de visita.

—Feliz noche buena — nos saluda un chico con anteojos azules y cabello castaño rizado.

—Igualmente ten una buena noche — responde con el entusiasmo de siempre Melissa, intercambiando sonrisas.

Al subirnos al Andymovil, es un nombre ridículo el cual se le ocurrió a Andy porque es gran fan de Batman, estoy por subirme enfrente cuando el susodicho me detiene del brazo.

—Melissa ira enfrente, ya sabes que será presentada como mi novia y hay que hacer más creíble todo — se encoge de hombre restándole importancia.

¡Oh claro! estoy frente a los ganadores de Oscar por mejor actriz y actor del año.

Me suelto de su agarre con coraje y Melissa me sonríe abriendo la puerta delantera para posteriormente subirse.

—Perdón rojita — susurra Andy en mi oído erizando mi piel.

Que perdón ni que nada, no le respondo y me subo al auto.

Durante el trayecto Melissa no se calla, habla y habla sobre su trabajo contando que trabaja en un restaurante como mesera y el horario que tiene, esas son cosas que a mí realmente no me interesan.

—Gracias Melissa por ayudarme en esta situación — habla Andy poniendo la mano en la palanca del auto.

—No hay porque agradecer lo hago con gusto Andy — pone su mano encima de la mano de él.

El cara de moco retira su mano y la pone en el volante; por el espejo retrovisor noto que me está viendo y le paro el dedo mientras me giro a ver por la ventana.

Por fin llegamos a la que hasta hace unos meses era mi casa, en cuanto se apaga el coche, me bajo rápido azotando la puerta, no me importa si el idiota se enoja por "lastimar" su auto.

La puerta se abre y sale mi madre acompañada de Marcus.

—Vaya, hasta parece que te bañaste Merlín — es lo primero que dice mi mamá cuando me ve.

Ella también parece que se baño, trae su cabello suelto adornado con un diadema y un vestido negro y encima un abrigo blanco; Marcus trae un smoking negro con una corbata roja, su pelo peinado hacia atrás, se nota que exagero en ponerse gel; parece que lo lamió una vaca.

—Buenas noches Merlín, que guapa te ves — saluda Marcus.

Le devuelvo el saludo mientras Andy se acerca con Melissa la cual parece una garrapata aferrada a su brazo, haciendo notar la diferencia de estatura; ella le llega a la altura del pecho, en tanto yo le llego a la altura del cuello.

—Así que ésta linda jovencita es tu novia — dice el papá de Andy mirándola.

—Sí, papá ella es Melissa- la presenta.

—No sé porque me la imagine llena de tatuajes como tú, pero veo que me equivoque.

Intercambian saludos con mi madre y entramos a la casa la cual está decorada con un pino navideño con esferas azules y plateadas, en la puerta del baño hay pegado un cartón con la figura de un mono de nieve y en la pared de la sala hay varias botas navideñas colgadas

En la mesa ya hay pavo y jamón para la cena junto con una botella de vino. Estar aquí en mi antigua casa, me ocasiona un poco de nostalgia recordar momentos vividos.

—Espero que les guste la comida — habla mi madre sentándose.

Yo me siento a un lado de Marcus y quedo justo enfrente del idiota quien trata de hacer contacto visual conmigo, pero lo sigo ignorando mientras sirvo la cena a mi plato.

—Quedo delicioso el pavo, Julianna — Melissa dice.

—Gracias, que bueno que te gusto — responde mi madre bebiendo del vino.

La verdad es que el vino no es lo mío, preferiría una cerveza, doy un suspiro mirando como Marcus habla con su hijo y la supuesta novia.

—Y tú Merlín ¿Cuándo nos presentas un novio? — cuestiona mi madre.

¡Ay mamá, si supieras que está sentado a tu lado izquierdo!

—No creo que eso pase por el momento.

—No es tan fácil que encuentres a tu media naranja con ese horrible carácter que tienes, cabeza de zanahoria — volteo a verlo y me guiña el ojo.

Le doy un trago al vino antes de responderle.

—Tal vez yo no quiero una media naranja dulce y empalagosa, si no un limón ácido y agrio, maldito idiota — respondo.

Melissa deja el tenedor con fuerza encima del plato.

—A mi novio no le digas así, no es ningún idiota — lo defiende acariciando su rostro y dejando un beso en la comisura de la boca.

Andy abre los ojos al sentir los labios de esa chica encimosa, por mis venas siento correr el enojo que provoca ver como se le acerca.

—Señal de que no lo conoces o tal vez tú eres una idiota también — contesto con el mismo tono elevado que ella.

—Merlín ya compórtate, no insultes a la pobre chica que sólo está defendiendo a su novio — me regaña mi madre.

Como protesta ante ésta situación me levanto delcomedor y voy a mi habitación para contener las ganas de gritarles a la caraque Andy es mi novio no el de ella.


Tú, ¿Mi hermanastro?  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora