Seguimos recargados en la pared fuera del baño, vemos salir a la pareja ruidosa que estaba dentro del baño, la chica sale toda despeinada; trata de acomodarse el traje de policía que trae puesto; el chico viste un disfraz de preso.
Al pasar por nuestro lado la chica nos ve y supongo que cree que nosotros haremos lo mismo que ellos, porque ella nos guiña el ojo pícaramente.
—La chica piensa que haremos cosas sucias igual que ellos, no deberíamos defraudarlos Merlín, pero primero responde lo que te pregunte —ríe.
—Cara de moco, creo que es evidente de que me llamas la atención un poquito, de no ser así, no dejaría que me besaras o me tocaras, no te emociones —le respondo acercándome más a él y le doy un pequeño beso en los labios.
Él tarda unos segundos en corresponder al beso, no hay duda de que lo tomo por sorpresa, ya que no soy alguien que tome la iniciativa en hacer algo así.
El beso comienza siendo uno de piquito que Andy transforma en algo más profundo, su lengua recorre mis labios tratando de entrar a mi boca, la cual abro dándole permiso, su lengua toca la mía, le doy un leve mordisco en el labio lo que provoca que se acerque más a mi cuerpo causando que me pegue a la pared, comienzo a sentir algo que empieza a endurecerse a la altura de mi abdomen, eso es el límite que tengo.
—Detente —logro decir cuando me separo de él.
Nuestras respiraciones están agitadas, sus ojos están de un color azul intenso.
—Lo siento —me da un beso en la frente antes de alejarse de mí.
Yo también lo sentí.
—sé que es difícil controlarse; sin embargo, sabes que quiero llevar las cosas despacio entre nosotros—acomodo la peluca detrás de mi oreja.
No soy virgen desde los 17 años y claro que siento deseo de hacerlo con Andy, pero todo esto es nuevo y por primera vez en mi vida no quiero equivocarme en este aspecto.
—Pensé que ya se habían ido —llega diciendo Yaneth con cara de susto.
—¿Qué paso? —pregunta Andy todavía con la voz agitada.
—La mamá de Merlín me reconoció y me pregunto por ti, le dije que no estabas aquí; aunque no me creyó.
Era obvio que no iba a creerle siempre estamos juntas, tengo que salir de aquí sin que me reconozca.
—Vámonos — pienso en la forma que no me reconozca—. Primero vete tú Yaneth, dile a Germán que te sientes mal y que te quieres ir, después salgo yo y por último tú —anuncio mirando a Andy.
Me siento como una fugitiva, a lo lejos veo a mi madre y me tapo con la peluca la cara.
Logro salir triunfante del antro, y vamos camino al departamento. Voy en el asiento copiloto junto a Andy quien enciende el radio para romper el incómodo silencio que surgió.
**
—Aún son las 11:30 ¿Quieren pasar y vemos alguna película? — pregunta el insoportable viendo su reloj.
Sería una buena idea, total es Halloween y es la fecha ideal para ver películas de terror.
—Por mí está bien, ¿qué dicen ustedes? —les pregunto a Germán y a Yaneth.
Ambos aceptan y entramos a nuestro apartamento; elegimos la película mientras Andy prepara palomitas, yo sirvo coca cola en los vasos.
—Buena elección —dice Andy poniendo el tazón en la mesa de centro.
Transcurren los minutos y es genial ver a Michael Meyers matar a las personas, aunque el que parece que no la esta pasando nada bien es Germán, ya que esta tapándose los ojos con la mano en las escenas sangrientas.
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Tú, ¿Mi hermanastro? (Editando)
RandomMerlín y Andy son dos adolescentes que se conocen desde que eran niños, sus papás fueron amigos, pero por un secreto inimaginable que sucedió entre sus padres hicieron que los jóvenes se dejarán de ver durante 10 años. Un día a ambos les llega una...