Yaneth y yo seguimos sorprendidas de la actitud cariñosa de repente hacia mí por parte de Andy, primero me da un abrazo hace unos días y ahora esos besos en la mejilla.
Desde hace unos minutos que se fue a preparar para su audición no lo he visto, escucho a Yaneth hablar de lo que le gusta de Germán, me da gusto que mi mejor amiga esté ilusionada pero me aburre escucharla decir que los ojos de Germán son hermosos.
Sólo son ojos comunes y corrientes.
Me disculpo con ella y me dirijo a la barra para pedir un shot de tequila, justo en ese momento sale la banda a tocar, con la mirada busco a Andy y lo encuentro de lado izquierdo del vocalista, puedo decir que es el menos feo, doy un largo suspiro mientras lo veo tocar su guitarra, no sé si siente que lo estoy viendo pero voltea justo al sitio donde me encuentro.
Me sonríe mientras sigue tocando, al terminar la canción agarro un tarro con cerveza y me voy a la mesa, todas las personas le aplauden y gritan.
—Que bien toca la guitarra, así debe de tocar otras cosas también —Yaneth comienza a reírse y a mover sus cejas de arriba abajo.
Se nota que ya se ha pasado de alcohol, las incoherencias que está diciendo y los ojos vidriosos me lo confirman.
—Puaj Yanis, no quiero imaginarme eso — fingo molestia.
Seguimos bebiendo, ya tenemos aquí más de una hora y él no ha regresado, comienzo a sentirme mareada, no sé cuanto he bebido, perdí la cuenta de los shots en el número 5, veo a un tipo que se parece mucho a Germán, Yanis ya se está quedando dormida sobre la mesa, por lo que le doy una patada por debajo de la mesa, se despierta asustada, creo que tiene baba seca en la mejilla izquierda.
—Voltea hacia la puerta disimuladamente —le digo y como es de esperarse voltea, pero no lo hace disimuladamente, si no todo lo contrario parece la niña de la película el exorcista.
Yaneth pone una sonrisa tonta al ver a Germán, espero no poner esa cara cuando miro a Andy, porque si es así chale, que bajo habré caído. Germán sonríe de la misma forma al ver a Yanis, algo les dice a sus amigos Emiliano y Gabriel y se acerca a nuestra mesa.
—Hola chicas, que coincidencia encontrarnos aquí, Yaneth te ves hermosa.
Yo la veo igual que siempre, él la invita a bailar y aunque Yanis no sabe, acepta.
Después de 15 minutos de quedarme sola y seguir bebiendo tequila, me siento más mareada, me estoy riendo como loca al mirar bailar a Yanis y a Germán. Yaneth le da un pisotón a Germán en el pie izquierdo, se ríen y vuelven a bailar.
Estoy distraída viendo la pista de baile cuando siento a alguien tocar mi brazo, me giro para ver quién es y se trata de la persona que me hace querer besarlo cada que lo veo, no sé de donde salio ese pensamiento pero creo que no debí de haber bebido tanto.
—Merlín ya no deberías de beber tanto —me dice Andy sentándose frente a mí y encendiendo un cigarrillo.
—¿Quién te crees? No eres ni mi papá ni mi hermano para que me digas que hacer —estoy a punto de darle un trago a mi cerveza cuando Andy me detiene la mano y me quita el tarro.
Tal vez tiene razón ya no voy a beber, mañana seguramente me sentiré horriblemente cruda.
—No soy ninguno de ellos, afortunadamente, pero si soy el dueño del carro al que te subirás y de verdad espero no te vomites en el asiento —hace una mueca de asco.
Es lo único que le preocupa, la música cambia de ser electrónica a la canción "I don't want to miss a thing" de Aerosmith que es ideal para bailar abrazados, Yaneth y Germán se abrazan tímidamente, es la primera vez que envidio a Yanis por algo, veo a Andy a los ojos y sé que mañana me arrepentiré de lo que estoy a punto de hacer.
—Oye Andy ¿Quieres bailar? —ante su cara de sorpresa, estiro mi mano para que dé la suya, lo piensa unos segundos y toma mi mano.
Nos levantamos y vamos a la pista de baile llena de parejas bailando amorosamente.
—Pensé que tenías miedo —le digo valiente, sonríe y niega con su cabeza.
— Claro que no, Merlín —su voz ronca me encanta.
Me toma por la cintura y comenzamos a bailar, nunca he hecho esto, siempre he pensado que es ridículo, él sentirlo tan cerca de mí hace que sienta algo que me asusta, pero a la vez me gusta esa sensación, pongo mi cabeza en su pecho y siento que su cuerpo se pone tenso; en cuestión de segundos se relaja, cierro los ojos y me dejo guiar por la música, respiro el aroma de la loción de Andy que tanto me gusta.
Está a punto de terminar la canción cuando me doy cuenta que Andy huele mi pelo, eso me pone nerviosa, nunca me imagine bailar con un chico y menos que ese chico fuera Andy.
Seguimos frente a frente viéndonos a los ojos, para mí no existe nadie aquí más que él y yo, haré algo que posiblemente me arrepienta después. Subo mi mano derecha de su hombro hacía su mejilla y lo acaricio lentamente, su piel se eriza ante el toque sutil, me comienzo a acercar a su rostro lentamente, si él se retira será una señal de que debo detenerme y no besarlo.
Pero resulta ser todo lo contrario, también se acerca a mí, me armo de valor me pongo de puntitas y junto mis labios con los suyos comienza siendo un tierno beso de piquito y Andy abre su boca volviendo el beso apasionado y largo, siento su lengua acariciar la mía, al terminar el beso le doy una mordida en su labio.
—¿Por qué me besaste Merlín? —me pregunta Andy con voz entre cortada por la falta de aire.
Porque tal vez me gustas idiota.
—Por culpa del alcohol que fluye por mis venas, sólo así me atreví a besarte —respiro agitadamente tratando de recuperar el aliento.
—No te creo, tu mirada dice otra cosa —cuando ve mis ojos pienso en la frase que dice "una mirada vale más que mil palabras", como me hubiera gustado traer unos lentes oscuros.
Bajo la cara para evitar que siga viendo mis ojos, en ese momento siento que todo gira alrededor de mí, definitivamente bebí de más, escucho la música alejarse y empiezo a mirar todo oscuro, mis piernas parecen como si fueran de trapo.
—¡Merlín! —es la última palabra que escucho al ver todo negro.
Cuando abro los ojos de nuevo, me encuentro en una habitación que no reconocí de pronto hasta después de varios segundos, agarre la onda que me encontraba en la habitación de mi nuevo apartamento. El apartamento que comparto con Andy, al recordar eso viene a mi memoria el beso que le di e inconscientemente toco mis labios.
—Por fin despertaste Merlín —me dice Yanis dándome un vaso con agua.
—¿Qué me paso, Yanis? —aunque me acuerdo perfectamente de que sucedió finjo que no. En ese momento entra Andy a mi cuarto.
Trae con él a Salem, cuando me ve brinca a mi cama y se acurruca a mi lado ronroneando, así es hablo de mi gato, no de Andy.
—Ahora resulta que no recuerdas nada de lo que paso, Merlín mentirosa —su voz se escucha molesta, veo su rostro y con eso confirmo que está enojado.
¿Será que le molesto escuchar que según no recuerdo nada y que eso incluya el beso que nos dimos?
Antes de irse de mi habitación se detiene en la puerta.
—Tú y yo tenemos que hablar Merlín, cuando te sientas mejor búscame —cierra la puerta.
En cuanto Yaneth se vaya iré a buscarlo, hay que tener valor de afrontar las consecuencias de nuestros actos.
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Tú, ¿Mi hermanastro? (Editando)
RandomMerlín y Andy son dos adolescentes que se conocen desde que eran niños, sus papás fueron amigos, pero por un secreto inimaginable que sucedió entre sus padres hicieron que los jóvenes se dejarán de ver durante 10 años. Un día a ambos les llega una...