Narra Lillai:
Mi cabeza descansa sobre su regazo, se hunde automáticamente sobre él. Me dejo llevar, por la calma que produce al jugar constante con mi cabello. El toque es ligero y cuidadoso, dejando un cosquilleo que recorre detrás de los orejas hasta llegar a mi nuca.
No había nadie en la biblioteca de todos modos, solo él y yo. Zander no dejaba de insistir que descansara un poco, ya ayer fue un día ajetreado y al parecer hoy desperté con la misma vibra. No dejaba de hablarle de las plantas, de la atención que le quería dar a mi hermana, de la guerra... solo evité comentarle sobre el secreto ya no tan secreto de Clove.
Cedí, con un poco de pena dejé que mi cabeza cayera sobre sus piernas y él dejara su libro a un lado para dejar toda su atención puesta en mí. No sé si preferiría que estuviera leyendo mientras me toca el cabello o que tenga siempre su mirada en mí.
Dejo la mirada puesta en una pila de libros, veo específicamente el que está al tope con tapa color esmeralda. El vivido color me recuerdan a los ojos gato de Clove, la hija bastarda del padre del rey. Técnicamente que asesiné a su hermano, acabé con su familia y se mantuvo con la boca cerrada durante todo este tiempo.
El nudo en mi estómago se ata con fuerza cuando recuerdo sus ojos atemorizados al ver que me había dado cuenta de su secreto. La decepción es lo que más siento en estos momento, araña el interior de mi piel cada vez que recuerdo a la pelirroja. Pensé que la confianza que teníamos entre las dos era diferente.
—A veces no es bueno embotellar todos nuestros sentimientos ¿Sigues molesta por lo que sucedió ayer?
Su comentario hace que abra un poco más los ojos—. Algo así —le he dicho lo primero que se me ha venido a la mente.
—Todo tiene solución —dice de manera gentil.
Me derrito más sobre su regazo y no aparto mis ojos del color esmeralda—. Lo sé.
—Pero la solución no es darle vueltas a las cosas, sé que es difícil, pero intenta por solo un segundo distraerte con algo más.
Suelto el aire por la boca—. Desearía hacerlo Zander, pero es imposible. Es como si las cosas se atascaran en mi cabeza y no hay forma de sacarlas de allí. Aunque me distraiga, nada funciona.
—¿Ni siquiera yo logro hacerlo?
Me incorporo, alejándome de su regazo y encontrándome con sus ojos curiosos, en busca de una respuesta. El anillo vuelve a pesar sobre mi mano y una ola de pensamientos me invade la cabeza, más pensamientos que no tienen solución, más cosas de las cuales me tengo que preocupar.
—No es eso —mi magia se sacude sobre mis muñecas—. Nada logra distraerme —sonrío con despreocupación—. Pero debo de admitir, que eres el único que logra calmarme en mis peores estados emocionales —la vulnerabilidad hace que cierre la boca ¿Por qué le he dicho eso?
Zander sonríe un poco, con simpleza y un poco de preocupación. Su suave mano se posa sobre mi mejilla y la acaricia atentamente con su pulgar, observa el área como si estuviera tratando de quitar algo que en realidad no está allí.
El calor llega casi al instante, me mejilla toma una linda sensación tibia. Los movimientos cortos que hace su dedo son perseguidos por mi magia y logran que la oscuridad se esconda tan solo un poco, con miedo de ser observada.
Una nube a lo lejos se corre y decide enriquecer el rostro de Zander, un rayo de sol cruza su semblante, iluminando las áreas correctas. Acentuando su quijada, dándole más brillo a sus ojos, haciendo que se vea más dulce de lo normal. Sus labios se ven apetecibles bajo el sol.
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La Magia En Ella: El Reinado [#2]✔️
FantasySegundo libro de La Magia En Ella. Después de asesinar a la realeza, Lillai toma el trono. La pesadilla para muchos y el sueño para otros, se vuelve realidad. La única bruja con vida ya no se esconde de las masas. Vive para dirigir un reino, vive p...