Capítulo diecisiete: Una misión.

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Narra Ayra:

Las mesas están ocupadas, no hay ni un solo espacio vacío y la atmósfera en el comedor se transforma aún más caótica cuando nuestro líder, del cual no todos sabemos su nombre, y Trent entran. Coloco el vaso con agua tibia sobre mis labios y tomo disimuladamente mientras mis ojos conectan con los de Codor, éste permanece en la mesa que está justo frente la mía. Han pasado unas cuantas horas desde que hemos salido ilesos de aquella habitación. El colgante dentro de mi bolsillo pesa tanto como un ladrillo y la mirada absorbente del líder quema mi piel.

—¡Hay nuevas órdenes! —Trent, prosigue a subirse sobre una de las mesas, sin importar que aplaste o arruine la comida de los demás y aplaude varias veces para que todos hagan completo silencio—. Mañana a primera hora enviaremos varios grupos para atacar a las ciudades más cercanas, es un momento perfecto ya que tenemos información de que uno de los países del Norte quiere provocar una guerra en contra de la bruja. Más caos, más destrucción y más posibilidades para acabar con su reinado —los rebeldes comienzan a vitorear, golpean las mesas y chocan sus cubiertos. Yo tengo que dejar el vaso sobre la mesa y sostenerme de la banca gracias a todos los choques que recibo contra mi cuerpo—. ¡No perderemos las ganas y la esperanza de acabar con el demonio! Esto solo está comenzando... —lo último lo ha dicho casi en un susurro. Las vibraciones de los gritos de todos, crean un caos dentro de mi cabeza ¿Por qué creen que pueden ganar esta vez? ¿Por qué siguen luchando?

Mis ojos vuelven a encontrarse con los de nuestro jefe, parece ser que su mirada siempre busca llamar la atención de la mía. Me congelo en mi lugar cuando veo como comienza a caminar hacia mi mesa. Miro a Codorniz inmediatamente, éste parece ver la desesperación en mi mirada al instante y empieza a palidecer cuando ve que el jefe ha puesto una mano sobre mi hombro. Los presentes en la mesa han detenido el bullicio y han dirigido sus semblantes al hombre que se encuentra detrás de mí.

Mi cuerpo entero se vuelve tieso cuando la entera cafetería hace silencio ¿Sabrá que hemos rebuscado en su habitación? ¿Me obligará a dejar el grupo de rebeldes? ¿Me matará ahora mismo?—. Por favor, continúen con su comida, pronto nos reuniremos para concordar los detalles del ataque —todos hacen menos ruido y prosiguen a comer y conversar por lo bajo. Trent me mira con intriga y Codor parece sostener la respiración. El hombre que estaba sentado a mi lado en la larga banca de madera, se desliza a un lado para que el jefe tome su lugar ¿Por qué se sienta conmigo? Pensé que él siempre comía junto a Trent—. ¿Cómo te encuentras Ayra? —una mujer deja un plato lleno de comida frente a él y se retira.

Limpio mis manos sudorosas en mi pantalón y juego con uno de mis anillos—. Bien señor —no puedo mantener la mirada fija en la suya por mucho, así que prosigo a mover mis papas con mucho condimento con el tenedor. Tracy me mira de una manera amenazante en mi cabeza, señal de que no debería de jugar con la comida. Clavo mi tenedor y meto el alimento en mi boca, se me es difícil masticar cuando lo único que quiero es regurgitar mis intestinos sobre la mesa.

—Me gustaría hablar contigo sobre algo.

Me matará, me matará, me matará—. Claro —trago la comida masticada a la fuerza, haciendo  que mis ojos se vuelvan llorosos.

—Por eso, sería favorable que mañana me acompañaras a un lugar —éste comienza a ver la duda en mis ojos—. No vendrás a atacar la ciudad, quiero que tú y yo hablemos un rato —su mirada no es severa, está suavizada y su postura relajada. No parece querer matarme por irrumpir en su habitación o al menos eso es lo que pienso.

Casi me atraganto con mi propia saliva cuando le respondo—: Por supuesto —evito tartamudear.

Éste sonríe de medio lado y deja su rigurosa mano sobre mi hombro, de una manera suave da un apretón y toda la tensión de mi cuerpo se va disipando poco a poco; pero no del todo, al ver que el jefe no está molesto conmigo y parece que no sabe de nuestra intrusión en su habitación.

La Magia En Ella: El Reinado [#2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora