La Magia En Ella: El Reinado [#2]✔️

Capítulo cuarenta y uno: Una paliza no tan merecida.

Narra Ayra:

¿Por qué las personas toman decisiones?
Recuerdo, como si fuera ayer, cuando nuestra madre decidió abandonarnos a Tracy y a mí. Nunca entendí el porqué de su decisión, prefirió dejarnos por un hombre que vendía gallinas ¿Nos dejó porque tenía dinero? ¿Amaba al hombre? Tracy solo me decía que nos dejó por cobarde, pero aún así no comprendía.

Nuestro extraño tío quedó a cargo de nosotras, nunca fue un buen tío, no nos quería y siempre nos escapábamos a por manzanas cada vez que podíamos. Tampoco entendía el porqué peleaba tanto con Tracy, porqué la golpeaba a menudo, entendí menos su decisión cuando un día decidió desaparecer.

Mi cerebro no funcionaba cuando veía las acciones de las personas, hasta que tomé una decisión yo. Fui a una guerra, participé en ella y detallé como las personas morían a mi alrededor. Decidí salvar a cejas y disparar, decidí matar a alguien. Desde que nos retiramos no dejo de soñar con la muerte de aquel guardia, revivo todo. Siento el gatillo, estiro mi brazo y disparo, veo su cuerpo caer y su alma correr al fin del mundo. Yo hice eso, yo me encargué de enviar a ese hombre al fin del mundo.

Mi decisión, no solo la tomé para mejorar mis habilidades o para demostrarle al fantasma de mi hermana que podía hacer lo que ella hubiera hecho. Lo hice, porque era mi deber como rebelde, porque el jefe confía en mí lo suficiente como para enviarme con rebeldes tan hábiles a la guerra. Lo hice porque si no me hubiera quedado plantada sin crecer y no me arrepiento de mi decisión, no me quiero arrepentir. Mi forma de actuar me hace entender aún más porque las personas de mi pasado tomaron los caminos que tomaron.

Permanezco sentada en mi cama, aún no me puedo creer que estoy de vuelta. Paso entre mis dedos el collar que le robé al jefe, miro la imagen de la mujer y me disperso en mi mente creando una historia ficticia sobre ella. Mientras lo hago, espero que llegue la hora del entrenamiento ¿O estoy esperando a que Codor se digne a aparecer?

Desde ayer que llegamos esperaba ver a Codor más que a mi cama, pero no lo he visto. Me decepcioné, pero lo dejo de lado cuando pienso que debe de estar ocupado. Suspiro y guardo el collar. A lo lejos, alguien cierra una puerta más fuerte de lo normal. El sonido me hace viajar en el tiempo y revivo los disparos, ver a la gente morir. Cubro mis orejas con fuerza y cierro los ojos hasta dejar de escuchar. Mis manos tiemblan ¿Por qué mi cuerpo reacciona de esta manera?

—¡Entrenamiento! —grita alguien a la distancia. Estiro mi espalda de un tirón y trato de calmar la respiración agitada.

¿Por qué el ataque me ha dejado tan inestable? Formo puños con mis manos y mi mente viaja a la bruja, al demonio. Regreso a las lagrimas que derramé por sus palabras cuando desapareció a la multitud de rebeldes ante mis ojos ¿Por qué he pensado en eso?

Otro golpe a la distancia me dispersa, niego con la cabeza rápidamente y salgo de mi habitación hacia el pasillo. El calor abrumador calienta mis mejillas, mi cuerpo comienza a vibrar. Choco contra algunos cuerpos, varios rebeldes me saludan. Se siente diferente, es como si ahora me reconocieran gracias a mis logros. Yo, una persona sin sentido del humor, mala coordinación y muchas preguntas ¿Siendo reconocida?

Trato de sonreírle a algunos, poner buena cara a pesar de que necesito ver a Codor con todas mis fuerzas, a pesar de que me siento más temblorosa de lo normal. Doy vueltas por el refugio hasta dar con el exterior, donde solemos entrenar. Los pelos se me ponen de gallina, aquí fue donde me despedí de Codor, donde aprendí a disparar mejor, en donde el jefe me llamó para ver a Sarah. A la cual no he visto desde que llegué ¿Debería de buscarla?

Cuando llego al exterior observo como ya la mayoría está entrenando. Combate mano a mano, usando armas de fuego y otras filosas ¿Llegué tarde? Todos parecen tener una pareja con quien practicar, ya sudor sobre sus frentes. Miro con más claridad alrededor ¿Y si me voy de manera despistada? ¿Notarán mi ausencia?