Narra Lillai:
Mis manos se cubren en el color negro, es la sensación infinita de la maldad, en la oscuridad a la que antes temía. La observo escalar por mis brazos, llega específicamente hasta mis codos. Detallo como se mueve, parece ser líquida y espesa; su forma aparenta que puede deslizarse de mis manos y caer al suelo, pero solo es apariencia; está aferrada a mí como si su vida dependiera de ello.
Con lentitud, inicia su proceso de devolverse a donde llegó. Se mueve de forma sigilosa por mis brazos, gira alrededor de ellos y acaricia mi piel con peligrosidad. Continúa su camino hasta llegar a las palmas de mis manos, se encoge y la veo desaparecer entre las yemas de mis dedos. Aunque ya no esté visible, puedo sentirla, colándose entre mis venas; haciendo una eterna carrera con la sangre.
El momento me da escalofríos y siento como la inquietud quiere formarse en mis entrañas, comienzo a recordar los gritos emanados de mis labios; pero los detengo. ''La debilidad no es parte del juego de nadie.'' O mejor dicho, su voz es quién detiene todo y comienza el caos en mi interior, el caos imparable de la destrucción.
Las rosas, que descansan dentro de un jarrón, comienzan a morir lentamente. Decaen hasta chocar contra el borde del jarrón, sus pétalos comienzan a caer y pierden su color rojo. Mi mirada se sumerge en la repentina muerte.
—¿Su majestad? —Clove toca dos veces seguidas una de las puertas de mi habitación. Antes de dejarla pasar, aliso mi nuevo vestido y me acerco a la ventana. Sin la necesidad de mover mis dedos, abro las puertas y le permito a Clove hacerse paso, alejo mi vista de los majestuosos jardines y la poso sobre la pelirroja. Lleva el cabello colocado en un hermoso y refinado peinado, tacones, pantalones negros y una blusa de manga larga delicada color verde, va a juego con sus ojos—. Tenemos una visita inesperada del señor Marin —su voz es precisa.
Frunzo el ceño—. ¿Inesperada? El señor Marin no suele hacer este tipo de visitas, es un hombre que se aferra mucho a su horario ¿Qué lo hizo regresar tan rápido? —Deema, la Virréa que siempre me acompaña, salta de mi cama y se coloca a mi lado; sus alas chocan ligeramente con mi vestido y con solo eso puedo detectar el peso y fuerza de estas.
—Es lo mismo que me pregunté cuando lo vi —coloca el lápiz, que llevaba entre los dedos, en su oreja y sostiene la libreta con ambas manos—. No sé lo que éste quiere hablar con usted, pero parece que es muy importante —abre más sus ojos cuando pronuncia las últimas palabras y eleva ligeramente sus cejas—. Nunca lo he visto querer hablar con usted con tantas ansias, así que por favor sígame.
Entrecierro un poco los ojos y me acerco a Clove, parece que es cosa seria, el señor Marin siempre anuncia nuestras reuniones días o incluso meses antes de que sucedan y justo nos acabamos de ver; no entiendo lo que debe de tener tanta importancia.
Clove me dirige una última mirada directa y salimos de mi habitación. Me aseguro de cerrar las puertas y saludar a los oficiales que guardan mi habitación antes de irme. Deema me sigue unos pasos atrás, puedo escuchar como sus alas son arrastradas por el suelo; tenerla cerca me da confianza y seguridad, también sucede lo mismo cuando Drako me acompaña a todas partes. Pero Corentium siempre es el que me acompaña a estas clases de reuniones y me gustaría que estuviera presente.
Plasmo en mi cabeza una imagen de la serpiente gigante, que es capaz de comer humanos y asesinarlos con su letal veneno; no necesita mucho esfuerzo para mostrar su poder, somos parecidos. Sus ojos negros conectan con los míos y puedo sentir la pequeña brisa que crea al sisear. Lo llamo con la mente y solo espero verlo antes de entrar al salón con el señor Marin.
Clove camina a paso decisivo a mi lado, mi cuerpo se mueve con elegancia y el suyo de forma afilada. Llegamos y con efectividad, Corentium me espera frente las puertas; las abro y los cuatro nos hacemos paso dentro del lugar. Me encuentro de inmediato con el semblante del señor Marin, permanece con la mirada firme. Las puertas se cierran, Deema busca su lugar favorito al lado de una ventana y Corentium se enreda entre mis piernas mientras camino.
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La Magia En Ella: El Reinado [#2]✔️
FantastikSegundo libro de La Magia En Ella. Después de asesinar a la realeza, Lillai toma el trono. La pesadilla para muchos y el sueño para otros, se vuelve realidad. La única bruja con vida ya no se esconde de las masas. Vive para dirigir un reino, vive p...