Estaba atardeciendo y Wai estaba limpiando el lavadero cuando en una esquina encontró una vieja guitarra de cuerdas de nailon.
-Hey Pran, mira lo que encontré. - dijo mientras le llevaba la guitarra.
-Guau una guitarra!! - dijo entusiasmado Pran al verla.
-Sería genial saber tocarla. - se lamentó Wai.
-Yo sabía un poco. Aunque no era bueno.
-En serio? Toma! Toca algo.
-Es que no estoy seguro de poder recordar cómo se hacía?
-Vamos... Solo estamos los dos y prometo no burlarme.
Pran agarró la guitarra y comprobó que estuviera afinada. Tocó un par de acordes comprobando su sonido pero cuando comenzó con los rasgueos alguien tocó la puerta. Pran se sobresaltó pasando con fuerza su mano sobre las cuerdas haciendo que un par de las cuerdas se rompieran.
-Vaya, qué pena. - se lamentó Pran.
-Quién será? - dijo Wai mientras miraba hacia el pasillo. - Korn no golpearía, sabe que Pat tiene la llave.
-Qué hacemos?
-Deberíamos ir a ver. Puede que sea algún vecino.
-No hay nadie por los alrededores. Así que no hay vecinos.
-Vamos. Puede que haya algunas casas del otro lado.
Escucharon otro golpe en la puerta y Wai se levantó con la intención de ir a abrir.
-Espera! No creo que sea seguro. Quizás nos encontraron. - dijo Pran con miedo.
-No puede ser. Nadie conoce este lugar y nadie nos siguió. No te preocupes.
-No. - dijo Pran mientras sujetaba el brazo de Wai para que no siguiera avanzando.
-Pero siguen llamando a la puerta. Y con la guitarra seguro saben que hay alguien dentro.
-Pero mi omega tiene miedo.
-De qué tiene miedo.
-No estoy seguro... Pero... Creo que podría ser...
De repente escucharon como si estuvieran golpeando con algo contra la puerta y acabaron por escuchar como se abría de un portazo.
Wai y Pran intercambiaron miradas llenas de miedo.
-Sígueme. - susurró Pran mientras se apresuraba a entrar a una de las habitaciones.
Escuchaban como varias voces y pasos fuertes comenzaban a avanzar hacia su dirección, con cuidado Pran abrió una ventana y salieron de allí.
Caminaron agachados hasta llegar a la esquina de la casa y miraron con cuidado hacia el terreno que daba a la entrada de la casa, una furgoneta blanca con vidrios blindados estaba aparcado afuera con un beta apoyado sobre el capó fumando un cigarrillo.
-Son ellos. Nos encontraron. - dijo lleno de miedo Pran.
-Vayamos por detrás. Podremos perderlos si entramos en el bosque. - dijo Wai intentando mantener la calma.
Después de pasar por el centro a comprar más privaciones, algunos productos de limpieza y más ropa de abrigo. Pat conducía de camino a la comisaría. La charla que había tenido con su padre solo lo había enfurecido, y ahora ya no sentiría culpa de hacer la denuncia.
-Tranquilizate. Hiciste lo correcto. - lo intentaba consolar Korn.
-Quería creer que no no estaba metido en esto. Pero... No sabía que pensaba así de los omegas. - dijo Pat cuando estaba estacionado frente a la comisaría.
De repente su teléfono comenzó a sonar.
-Es mi padre. - dijo Pat sin intención de contestarlo.
-Deberías hablar con él, quizás pensó mejor las cosas.
-No lo creo. - dijo mientras sin estar muy convencido colocaba el manos libre. - Qué quieres? - dijo seco.
-Vaya. No piensas saludar bien a tú padre?
-Habla ahora o cortaré la llamada.
-Bien. Haz hecho la denuncia?
-Estoy en eso. Por qué?
-Solo quiero que te detengas.
-Ya sabes lo que pienso. Si no tienes más que decir no me molestes y atente a las consecuencias.
-Espera... Por qué tanta prisa. No es como que los omegas estén en peligro. - escucharon la voz burlona y se miraron con sospecha.
-De qué hablas?
-Bueno. Digamos que no puedo dejar que mi hijo me traicione por unos cuantos omegas. Y resulta que al parecer tú amigo es conocido como un cliente habitual del motel y ahora es buscado por robar un par de ellos. Creo que conociéndote tan bien como lo hago jamás te negarías a ayudar a un amigo que te necesita. O me equivoco?
-Cuál es el punto?
-Digamos que mis amigos se enteraron que eres mi hijo y qué mejor lugar que la cabaña de la familia para ocultarte por un tiempo.
-Maldito bastardo. - espetó Pat con rabia.
-Espero que no hagas esa denuncia o los omegas no lo contarán. - dijo su padre antes de cortar la llamada.
-Volvamos a la cabaña. Tenemos que comprobar que estén bien. - dijo Korn mientras Pat ya estaba encendiendo el auto.
-Llamalos y diles que se salgan de allí. - dijo Pat mientras le pasaba su teléfono a Korn.
-No contestan. - dijo mientras volvía a marcar a Wai.
De camino hacia la cabaña Korn comenzó a sudar mucho, su respiración aumentó y Pat notó como sus colmillos comenzaban a aparecer.
-Hey Korn, estás bien amigo? - preguntó preocupado.
-Wai me necesita... Tiene mucho miedo... Me está llamando...! Maldita seas Pat! Acelera este estúpido trasto!! - gritó Korn mientras su corazón latía intentando salirse de su pecho.
Pat sentía la desesperación de Korn por todo el aire, su preocupación hacia que se muerda con fuerza su labio inferior mientras apretaba el acelerador al máximo que podía.
-Nunca debimos volver. Nos tendríamos que haber ido lejos cuando tuvimos la oportunidad. - se reclamaba Korn a sí mismo.
-No te angusties, los encontraremos. De acuerdo?
-Cómo quieres que no me angustie si mi omega me está pidiendo ayuda a través del lazo y no puedo hacer nada! - gritó Korn.
-Lo sé pero a éste ritmo estaremos pronto con ellos. - dijo Pat intentando no alterar más a su amigo.
Pat no sentía esa conexión con Pran de la que estaba hablando Korn. Él también estaría en apuros? Él también lo estaría necesitando?
Era de noche cuando por fin llegaron a la cabaña. Las luces estaban encendidas y la puerta abierta. Entraron corriendo llamando sus nombres pero nadie contestó, no había nadie a la vista y todo estaba en completo silencio.
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Motel de citas
RomanceEn un mundo donde el dinero manda, y los omegas son comercializados como esclavos para el uso y disfrute de los alfas de clase alta, un joven alfa conocerá a su pareja destinada pero su pareja es un omega marcado por uno de los mafiosos más temido y...