Sinceridad

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-Paaat... Tengo haaambreee... Podemos ir a desayunar? - preguntó Pran por décima vez.

Pat se encontraba trabajando desde antes que él se despertara y ya era pasado el mediodía y aún no comían nada.

-Solo espera un poco. En seguida acabo.

-Es el último día que vamos a quedarnos aquí y lo único que hiciste desde ayer es estar sobre unos papeles que ni sabía que habías traído.

-Necesito organizar unos datos que me pasó Korn. Primero tengo que acabar esto para poder relajarme o sino estaré pensando en esto todo el día. Solo dame media hora más y nos iremos.

-Bieeeen... Entonces llamaré a Wai mientras tú acabas con eso. - dijo Pran mientras marcaba su número y se sentaba en forma de indio sobre la cama. - No contesta... - dijo con un puchero después de un tiempo.

-Estarán durmiendo. Korn me contó que últimamente tienen el sueño cambiado.

-Y eso? Wai no me dijo nada. Solo que estaba cansado por tener que limpiar el solo todo el día.

-Korn me dijo que Wai está un poco estresado últimamente y que lo ayuda todo el tiempo. - contestó Pat. - Ya acabé!

-Sí!? - gritó entusiasmo Pran. - Por fin! Bajemos a comer.

-Espera...

-Nooo... Dijiste que habías acabado.

-No es eso. - Pat se acercó a Pran y lo tomó de las manos. - Pran... Yo nunca te pedí perdón adecuadamente por hacerte tener esas consultas con la psicóloga, por más que sabía que no te gustaba ir.

-Gracias por decirme eso. Sé que lo hiciste porque estás preocupado por mí pero estoy bien... O bueno... Mejor que hace algún tiempo, ya casi no tengo pesadillas.

-Lo sé. Y es un alivio. - sonrió Pat mirando a los ojos a Pran.

-También sé que te molesta no poder sentir a mi omega... Por eso miras a otros omegas.

-Ya te dije mil veces que no miró a nadie. Solo estoy interesado en ti. Y no. No me molesta no sentir a tú omega... pero mi alfa se siente muy solo, casi tanto como estaba antes de conocerte...

-Y es mi culpa... Por eso te apartas de mi.

-No lo es. Cariño... Yo solo quiero ayudarte y no sé cómo hacerlo... No quiero aprovecharme de ti y que luego me odies. Por eso mantengo la distancia.

-Creo que no lo entiendo.

-Sé que le tienes miedo a los alfas... No quiero que me lo tengas a mi. - dijo Pat mientras acariciaba con sus pulgares sobre el dorso de las manos de Pran. - A veces mi alfa se pone un poco loco y tengo miedo de asustarte con lo que piensa.

-Pat. No te tengo miedo. Es verdad que me dan miedo ciertas cosas o situaciones. Pero nunca te lo tuve a ti... Y no creo poder tenertelo... Pero no me gusta que te apartes de mí.

-Entonces intentaré no alejarme.

-Y... Qué es lo que piensa exactamente tú alfa?

-No vas a tener miedo de la respuesta?

-Ya te lo dije. No te tengo miedo.

Pat acercó sus labios a los de Pran y lo besó tiernamente. Pran no se había esperado aquello pero no tardó en devolverle el beso.

-Éste tipo de cosas es lo que piensa.

-Bueno. No me parece tan malo.

-También piensa otras cosas que tienen que ver con intentar recuperar a tu omega de diversas formas que tienen que ver con quitarnos la ropa a cero y no dormir en días.

Pran se sonrojo mientras miraba a sus manos entrelazadas.

-Creo que las ideas de tú alfa son bastante interesantes. Al menos me gustan más que pasarme horas en terapia intentando que hable.

-Pero esto también serán terapias... - Pat acercó su boca a la oreja de Pran y susurró en ella. - Terapias que consisten en hacerte pasar horas de sexo intenso intentando hacerte gemir más fuerte.

Pat chupó la oreja de Pran antes de separarse y volver a mirarlo a los ojos.

-Así que... Era por esto que te alejabas de mi?

-Así es. - admitió Pat.

-Bueno. Creo que ya estoy listo para probar las ideas de tú alfa.

-Estás seguro? - preguntó Pat alzando una ceja viendo cómo Pran sonreía y afirmaba con la cabeza.

-Entonces estaré esperando ese momento. - Pat levantó las manos de Pran y le besó sobre los nudillos de sus manos, luego por su dorso y también por sus palmas.

Pran solo lo miraba mientras sentía sus mejillas arder.

Estaba atardeciendo y ambos paseaban por la costa del mar con sus manos entrelazadas.

-Cierra los ojos. - le dijo Pat cuando se estaban acercando al puerto.

Pran lo hizo y al segundo comenzó a sentir una venda sobre sus ojos.

-No! - dijo Pran apartándose de Pat un poco agitado.

-Pe... Perdón... - dijo Pat al ver el miedo en los ojos de Pran.

-No... Yo... Perdón... Es que... No esperaba... Yo no... - intentaba formular una frase con sentido sin hacer sentir mal a Pat.

-Fue mi culpa. No me di cuenta. Pero no importa. No dejes que mi despiste nos arruine esto.

-Pero... Seguramente querías darme una sorpresa y lo estropeé.

-No lo hiciste. Ven! Dame la mano. No hace falta esto. - dijo levantando el pañuelo negro entre sus manos para que Pran lo viera antes de tirarlo hacia atrás.

-Sí te hace ilusión puedo ir con los ojos cerrados. Prometo no hacer trampa. - dijo Pran a lo que Pat con una sonrisa aceptó.

Después de caminar por un rato mientras Pat guiaba a Pran sosteniéndolo por los hombros y avisándole por donde podrá, finalmente se detuvieron.

-Ya puedes abrir los ojos. - dijo Pat cerca del oído de Pran.

Pran abrió los ojos y vio asombrado un barco de crucero en frente de ellos, donde destacaban las luces amarillas colgadas por toda la cubierta sobre el fondo azul marino  que ya entraba en el anochecer.

-Te gusta? - preguntó Pat.

-Me encanta! Vamos a subir ahí? - preguntó Pran con entusiasmo.

-Sí. Y pasaremos la noche ahí. Las fiestas que realizan dentro se dice que son de las mejores que se pueden tener sobre un crucero.

-Entonces vamos. - sonrio Pran tirando de la mano de Pat hacia la fila de turistas que esperaban para abordar el crucero.

Motel de citasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora