Gatito

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Pat dejó dormido a Pran abrazando a su muñeco Nong Nao mientras bajaba a recibir a Korn. Al poco tiempo ya estaba de regreso donde Pran, para darle una sorpresa dejó el regalo que tenía preparado sobre la almohada junto a Pran mientras entraba al baño.

Pran se despertó con el sonido de la ducha y se sorprendió al ver un paquete rojo junto a su cabeza. Con curiosidad se sentó y comenzó a levantar la tapa. Al fondo de la caja había una pequeña bolita negra, con cuidado lo levantó entre sus brazos, un pequeño gatito de ojos verdes despertaba y comenzaba a maullar. Pran refregó su cabeza contra el pequeño cuerpecito peludo y comenzó a escucharlo ronronear.

-Te gusta? - preguntó Pat parado desde la puerta del baño viendo cómo Pran asentía con la cabeza un par de veces. - Ahora es tuyo. Tienes que ponerle un lindo nombre, se te ocurre alguno? - Pran simplemente se encogió de hombros. - Debes de pensarlo rápido o sino lo acabaré llamando gato o pelusa... Te gustan esos nombres? - Pran negó al instante fuertemente. Pat se rió mientras comenzaba a buscar su ropa en el armario.

-Korn me dijo que está pensando en ir con Wai a la casa de sus padres. Dijo que Wai no quiere quedarse aquí. Me preguntó si queríamos ir con ellos. Le dije que primero lo tenía que hablar contigo. Te parece bien la idea? - Pat vio como Pran lo pensaba por un instante antes de asentir una vez. - De acuerdo entonces llamaré a Korn y le diré que compre el pasaje para nosotros dos. - Pat sintió la mirada intensa que le estaba dando Pran y levantó la vista hacia él, éste señaló con su dedo índice al gatito entre sus manos. - Sí. También lo llevaremos a él.

Pat vio la sonrisa en los labios de Pran después de mucho tiempo y tanto él como su alfa se pusieron felices. Desde que despertó había permanecido serio, Pat pensaba que dándole amor podría volver a hacerlo sonreír, había intentado besarlo un par de veces pero Pran solo giraba la cara y comenzaba a temblar cosa que hizo que su alfa se sintiera rechazado, pero Pat lo entendía y sabía que no estaba listo para estar en una relación. Y ahora su alfa quería ir y marcar a Pran, estaba seguro que así podría hacer que su omega volviera a aparecer, pero Pat solo se negaba y mantenía alejados aquellos pensamientos, ahora solo se acercaba a Pran como si fuera una figura paterna con quién podía contar, había recordado que no quería ser marcado por él por lo cual no pensaba intentarlo, y no tocaría el tema hasta que el propio Pran hablara de ello.

Luego de hablar con Pran, Pat decidió que lo mejor para todos era viajar con Wai y Korn a la casa de los padres de éste último, ya que quería que Pran se sintiera seguro al estar junto a su amigo.

El lugar se parecía a un castillo, de hecho Korn afirmaba que lo era aunque adaptada a la época moderna, tenían habitaciones de sobra para recibir a unos cien invitados, una sala de videojuegos, una sala de cine y una piscina climatizada entre otras. Atrás se encontraba un establo con un par de caballos y tenían un enorme jardín trasero el cual tardarían horas recorrerlo completo. Allí Pran podría sentirse seguro y a salvo hasta que estuviera completamente recuperado.

Los padres de Korn conocían a Pat y se llevaban muy bien con él, y a Wai ya lo consideraban como parte de la familia por estar marcado por su hijo. Sin embargo cuando vieron a Pran fueron escépticos en recibirlo, pensaban que un omega sin marca solo traería problemas para los trabajadores del lugar. Pat afirmó que era su pareja y que no habría ningún problema, pero aquellas palabras habían hecho que Pran no se sintiera a gusto estando en aquel lugar.

-Hey Pran! Estás bien? - le preguntó Wai.

-Tus suegros no me quieren aquí. - le respondió, ya que desde el incidente con el único que no había dejado de hablar había sido con Wai.

-Vamos, eso es porque aún no te conocen, ya verás que en un par de días se darán cuenta lo buena persona que eres. - intentó animarlo su amigo.

Pran estaba por responderle cuando Pat entró a la habitación seguido de Korn.

-Lo siento por eso, mis padres a veces exageran. - se disculpó Korn dirigiéndose a Pat.

-No te preocupes, al fin y al cabo nos permitieron quedarnos. Sé que a Pran le gustará aquí. No es así Pran? - dijo Pat mientras lo miraba.

Pran simplemente se mantuvo quiero pero cruzó una mirada con Wai que éste interpretó como duda. Sin dudarlo puso una mano en su hombro y le susurró que esté tranquilo porque todo estaría bien.

Pran estaba jugando con su pequeño gatito en el suelo de la habitación, se levantó para ir a buscar un láser de su bolso pero tardó un poco en encontrarlo, cuando regresó al lado de su gato se dió cuenta que no se encontraba en ningún lado, buscó por toda la habitación pero no lo encontraba hasta que vio la puerta un poco entreabierta, con pasos rápidos salió al pasillo y escuchó un maullido proveniente del final del pasillo.

Corriendo fue en busca de su gatito hasta que se paró en seco al ver al padre de Korn levantándolo con una mano

-Qué hace este gato aquí?! - escuchó su grito y comenzó a sentir miedo de aquel intimidante alfa.

Luego se dio cuenta de la presencia de Pran y lo miró de arriba abajo.

-Es tuyo? - preguntó con una voz calmada. Pran asintió con la cabeza tímidamente. - Y por qué no hablas? Acaso quieres que lo tiré escaleras abajo? - dijo mientras estiraba su mano donde tenía el gato agarrado por encima de la escalera.

Los ojos de Pran comenzaron a humedecerse. Tenía miedo de que soltara a su tierno gatito y luego le hiciera algo a él. Retrocedió un paso cuando su espalda dió contra el pecho de Pat.

-Devuélvale el gato a Pran. - dijo Pat con una voz profunda.

-Papá qué estás haciendo? - dijo Korn apareciendo al lado de Pat.

-Solo encontré este gato al borde de la escalera, estuve a punto de pisarlo si es que no se rodaba antes por los escalones. - dijo mientras le acariciaba un par de veces la cabecita mientras el pequeño maullaba.

-Vaya. Entonces es una suerte que lo encontraras antes de que algo malo le pasara. - dijo Korn sonriendo mientras caminaba hasta su padre y tomaba al gato entre sus manos. - Gracias papá. - le dijo antes de caminar hasta Pran. - Todo tuyo. - le dijo sonriendo mientras le entregaba el gatito.

Pran lo tomó entre sus brazos mientras Pat y Korn intercambiaban miradas.

-Gracias. - dijo seco Pat mientras abrazaba a Pran por los hombros y lo llevaba de regreso a la habitación.

Korn se giró para enfrentar a su padre.

-Qué? Solo estaba jugando con él.

-Ya no eres un niño para estar jugando con nadie. La próxima vez espero que te comportes como el adulto que eres. Te dije que Pran le tiene miedo a los alfas, no debiste asustarlo así.

-Solo quería que me hablara.

-Hablará cuando él crea que debe hacerlo. No lo vuelvas a presionar.

-Sí papá. - dijo su padre mientras se daba la vuelta y se marchaba de ahí.

Korn era un alma libre pero después de que vio por lo que pasaron los omegas su lado protector estaba alerta a cada minuto, aunque sabía que su papá jamás lastimaría a nadie a veces su forma de actuar le provocaba querés regañarlo como en ese momento, sin embargo se sintió molesto por haber sido llamado de esa forma por su propio padre, necesitaba relajarse y volver a ser el despreocupado Korn que era antes.

Motel de citasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora