Korn había recorrido las calles de la ciudad por horas sin hallar ninguna pista de Wai. Frustrado y sin saber qué más hacer entró en el único bar de la zona que había visto abierto. Se sentó en la barra pidiendo una cerveza, había pocos clientes, la mayoría eran un grupo de grandes alfas con chaqueta de cuero en una esquina jugando al billar y a los dados, todos parecían llevarse bien mientras gritaban, bebían y se divertían burlándose los unos de los otros. Uno de ellos que llevaba un tatuaje de serpiente en su mano lo miraba como si lo despreciará y comenzó a caminar hacia él, Korn no tenía humor para discutir con nadie pero suspiró aliviado al ver que un señor se interponía en su camino y le decía algo que por el bullicio no consiguió escuchar mientras palmeaba su hombro, al instante el alfa regresó con su grupo mientras el señor se acercaba a él y se sentaba a su lado.
-Qué hace un forastero ricachón en un bar de mala muerte como éste? - preguntó antes de pedir una cerveza para él.
-Estoy... Esperando.
-Esperando? Qué esperas?
-Una llamada de mi amigo. Se llevaron a nuestros omegas y ya no sé dónde buscarlos.
El alfa solo lo miró serio mientras pensaba en sus palabras. Iba a decir algo cuando el teléfono de Korn comenzó a sonar.
-Discúlpame. - dijo Korn mientras salía del bar para responder la llamada.
-Pat! Qué pasó? Conseguiste información?
-Le entregué los documentos a mi padre, pero antes de decirme dónde están quiere que marque a un omega.
-Qué?? Tú padre está loco!! Sal de ahí y ve a la policía!! Que los atrapen y les obliguen a hablar!!!
-Pero ya no tengo los documentos.
-Tengo una copia.
-Le entregué todas las copias a mi padre. Creo que no tengo otra opción.
-Escuchame Pat, cuando pasamos por el centro comercial hice una copia de más y se la di a mi abogado para que lo guarde por si pasaba algo. Le llamaré y te verá en la comisaría. Yo esperaré aquí hasta que consiga sentir a mi omega.
Después de coordinar todo los detalles Korn cortó la llamada, estuvo a punto de marcharse de allí y volver a recorrer las calles cuando una mano sobre su hombro lo detuvo, al darse la vuelta se encontró con los preocupados ojos azules del alfa con el que acababa de intercambiar un par de palabras dentro del bar.
Wai estaba amordazado y atado a la pared cuando despertó, su omega seguía temblando por no estar con su alfa y por tener que obedecer a otros.
Pero se le encogió el corazón y comenzó a llorar fuertemente cuando se percató de que en la habitación contigua podía escuchar gemidos de alfas, golpes que parecían latigazos y los gritos de su amigo Pran.
Observando su habitación sabía que no tardarían mucho en ir a por él, por lo que fingiendo estar dormido comenzó a llamar a Korn a través del lazo, sabía que estaba preocupado por él, lo podía sentir cerca y buscándolo.
Estaba amaneciendo cuando Korn entró por la puerta donde estaba Wai. Éste solo podía escuchar golpes y mucho ruido en la habitación de al lado.
-Wai! - gritó Korn en cuanto llegó a su lado.
-Korn. - susurró bajito y con la voz áspera Wai mientras era rodeado por los brazos de Korn. - Pran... Él... - lloraba mientras escondía su cabeza en el cuello de su alfa.
-Tranquilo, ya lo están ayudando.
Wai fue llevado en brazos hacia la salida, no veía ni a Pat ni a Pran, por lo que seguía muy preocupado por ellos. Cuando había pasado por la sala donde debía estar Pran solo vio unos alfas con chaqueta de cuero golpeando a unos cuantos alfas desnudos tirados en el suelo. Al cabo de un rato escuchó las sirenas de ambulancia y varios coches patrulla llegando a dónde se encontraban. Aliviado pensó que ya todo había acabado.
Pat condujo sin descanso a la ciudad del norte. Korn lo había llamado con la increíble noticia de que había podido encontrar y rescatar a Pran y a Wai, pero que el estado de Pran era muy delicado por lo que fue internado a urgencias en el hospital.
Al entrar al hospital Korn salió a recibirlo. Wai estaba siendo tratado en un consultorio debido a las lesiones que había sufrido, la policía también le informo que debían tomarle fotografías a su cuerpo para tenerlo como pruebas en el juicio.
-Cómo está Pran? - dijo alterado Pat. Su alfa solo quería entrar dentro y quedarse al lado del omega.
-Aún le siguen curando las heridas, el doctor me dijo que su cuerpo sufrió muchas lesiones físicas, al parecer recibió muchas marcas en su cuello de diferentes alfas y su omega está muy débil.
-Quiero verlo.
-De momento no permiten el paso pero podemos esperar en la sala de espera hasta que nos llamen.
-Cómo los rescataste? - preguntó Pat mientras se sentaba en una de las sillas y miraba a su alrededor como policías y alfas con aspecto rudo pasaban de un lado hacia otro.
-Todos ellos me ayudaron.
-Esos alfas?
-Son buenas personas, son moteros. Los conocí en un bar y dijeron que han estado en esta ciudad por un mes, sentían que algo raro estaba sucediendo con la serie de desapariciones de omegas en las diferentes ciudades y llegaron aquí siguiendo el rastro de unos alfas muy sospechosos. Cuando les comenté que se llevaron a mi omega y que lo sentía cerca seguí mi instinto para encontrarlo y ellos me ayudaron con el rescate.
-Fue una suerte que los hayas conocido.
-Sí. Les debo la vida. Si no hubieran estado conmigo todavía no podría estar junto a Wai.
-Necesito ver a Pran.
-Lo sé. Pero por ahora solo podemos esperar. - dijo Korn intentando que se relaje.
Poco después el doctor le dijo a Korn que ya podía pasar con Wai. Y dejando solo a Pat en la sala entró a ver a su omega dormitando sobre la camilla. Por fin los dos volvían a estar juntos.
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Motel de citas
RomanceEn un mundo donde el dinero manda, y los omegas son comercializados como esclavos para el uso y disfrute de los alfas de clase alta, un joven alfa conocerá a su pareja destinada pero su pareja es un omega marcado por uno de los mafiosos más temido y...