Día de playa

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Pat había convencido a Pran de salir a caminar por la playa con la condición de no separarse se él en ningún momento, ya que después de aquel encuentro con ese alfa en la playa se sentía un poco aterrado de queda solo y que le pudiera pasar algo.

-Quieres nadar? - preguntó Pat.

-Claro... - dijo Pran pero sin querer hacerlo realmente, solo diciéndolo porque sabía que Pat quería nadar y él no quería alejarse de su lado ni impedir que se divierta un poco.

-Genial! Vamos entonces.

Pat se adelantó para entrar primero al agua, se zambulló completamente y rápidamente salió a la superficie para ver como Pran apenas había avanzado un par de pasos dentro del agua.

-Venga. Entra de una vez.

-Es que... Está fría.

-Pero una vez dentro se te pasa enseguida. - Pat se acercó a Pran y viendo que no quería avanzar más le salpicó agua empapándolo completamente.

-Pat! - gritó Pran mientras comenzaba a temblar de frío.

-Ya estás mojado y no es para tanto verdad.

-Te odio. Hace mucho frío.

Pat agarró de la mano a Pran y comenzó a llevarlo más adentro del agua.

-Ahora sí... Solo nada un poco y el frío pasará.

Pran intentó nadar pero sentía tanto frío en su cuerpo que decidió darse la vuelta y caminar hacia la costa.

-A dónde vas?

-A esperarte en la toalla.

Pat miró a Pran llegar a la costa, agarrar la toalla y comenzar a secarse con ésta por lo que él lo siguió.

-Tú puedes seguir nadando. Sé que te gusta meterte al agua. - dijo Pran cuando Pat llegó a su lado y se tiró sobre la toalla tendida.

-Te prometí que me quedaría a tú lado. Ya nadé lo suficiente.

-Pero apenas te metiste...

-Ya... Pero ahora quiero hacer otra cosa.

-Qué cosa?

-Vamos a caminar por la costa.

-Solo eso?

Pat se levantó y esperó a que Pran dejará su toalla para comenzar a caminar junto al agua, pisando la suave arena hasta que sus pies comenzaron a pisar pequeñas piedras.

-Mira. Aquí están! - dijo Pat corriendo unos pasos fuera del agua y agachándose sobre la arena.

-Qué es lo que hay? - dijo Pran mirando sobre el hombro de Pat.

-Esto. - dijo Pat levantando sus dos manos juntas con varias conchas y caracolas entre estas. - Te gustan?

Pran sonrió y asintió mientras se agachaba a su lado y comenzaba a recoger las pequeñas caracolas. Pat se levantó y comenzó a mirar a su alrededor hasta que vio una que era un poco más grande y se la acercó a su oído.

-Escucha esto Pran. - dijo acercándole la caracola a Pran. - Póntela en la oreja.

Pran la agarró entre sus manos e hizo lo que Pat le había dicho.

-Se oye cómo viento. - dijo Pran escuchando atentamente.

-Dicen que ese sonido que se oye es el sonido que se produce en el fondo del mar y que queda atrapado en las caracolas.

-Wow. De verdad?

-Sí.

-Entonces tengo que mostrárselo a Wai. No creo que nunca haya escuchado una de estas.

-Claro. Como quieras.

Una vez de regreso al hotel Pran llevaba los bolsillos llenos de piedras, caracolas y conchas de mar. Y en su mano llevaba consigo la caracola más grande que había encontrado Pat.

-Hola señor Pat. Lo está pasando bien? - preguntó el omega que lo esperaba cerca del recibidor.

-Si. - dijo seco Pat.

-Vamos a la habitación. - le dijo Pran a su lado.

-Señor Pat. Quería informarle que a la noche hay una fiesta en el restaurante donde van a asistir todos los clientes del hotel, seguro encuentra algún alfa muy interesante para hacer negocios.

-No vine aquí por asuntos de negocios.

-Pues... También habrá omegas si lo que busca es algo de diversión.

-Ya vine con el único omega con el que me interesa estar. - dijo Pat mientras agarraba la mano de Pran y se dirigía hacia el ascensor.

-No era mi intención molestarlo señor Pat. - se excusó el omega.

-Entonces no vuelvas a mencionarme algo como eso de nuevo.

-Sí señor Pat. - respondió el omega agachando la cabeza al sentir el enfado del alfa.

Pran intentaba mantenerse serio y ocultar la sonrisa que amenazaba por aparecer en sus labios.

-Te estás riendo? - preguntó Pat una vez las puertas del ascensor se cerraron.

-Nop. Para nada.

Cuando cayó la noche Pat se vistió de forma casual y le dijo a Pran que hiciera lo mismo.

-Vamos a salir? - preguntó Pat.

-Sii...

-A la fiesta que hay en el restaurante?

-Noo...

-Entonces a dónde vamos a ir?

-Es una sorpresa. Pero estoy seguro que te encantará.

Una vez salieron del hotel, Pat llevó a Pran hasta un bar cerca de la costanera, con mesas y sillas que daban hacia la playa y que estaba repleto de gente. Se acercaron a una mesa libre y se sentaron mirando hacia la playa.

-Qué hacemos aquí?

-Mira. Está por empezar el show.

Pran miró hacia donde miraba Pat y vio cómo unos malabaristas comenzaban a lanzar palos hacia arriba. No parecía ser tan interesante hasta que comenzaron a encender con fuego aquellos palos y comenzaban a lanzarlo hacia arriba y a hacer malabares, saltando y cruzándose los unos sobre los otros.

Pat dejó de mirar aquella actuación que estaban haciendo para mirar a Pran. Aquel día había sido muy bueno para Pat ya que Pran no había dejado de sonreír y reírse en todo el camino.

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