Capítulo 11

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Ese lunes cuando Jimin entró a la oficina, no se sentía muy feliz.

Después de que Jungkook abandonara la discoteca el viernes anterior, él se había pasado varias horas con Siwon debatiendo sobre la mejor estrategia para conquistar a su jefe.

Pero, aunque nada lo había convencido, había aceptado seguir la sugerencia del chico y presentarse en la oficina tan atractivo y sugerente, como su decencia se lo permitió.

Ese día llevaba un pantalón negro y una camisa blanca un poco trasparente.

Para mantener la decencia llevaba una cazadora, pero estaba dispuesto a desabrocharla en cuanto viera a su jefe. Se había calzado sus zapatos más nuevos.

Ese día tenía prevista una reunión con Jungkook, pero al llegar a la oficina se encontró con que la había cancelado.

No fue sino hasta la última hora de la tarde que le vio, y tampoco fue a solas sino que él había convocado una reunión general.

Cuando se sentó a su izquierda en la sala de juntas, los distintos directores de la empresa estaban allí.

Namjoon se había tenido que marchar temprano ese día, así que Jimin era el encargado de los temas legales que allí se trataron.

Se sentó junto a Jungkook y desabrochó los dos botones de su camisa.

Jungkook desvió la vista de su escote, para deslizarla por las piernas del joven.

Con sus piernas cruzadas, el pantalón se ajustaba perfectamente sobre sus muslos.

Iba a acabar enloqueciendo en una de esas reuniones, si seguían así.

Tendría que pedirle a Namjoon, que al menos no dejara en manos de Jimin las reuniones de la junta, porque temía que acabaría saltando sobre la mesa y violándolo frente a sus empleados.

Era increíblemente sexy, y él no olvidaba cómo lo había visto el viernes anterior en los brazos de aquel chico que, indudablemente, pegaba más con el que él.

La reunión duró un par de horas.

Par de horas en las que Jungkook sentía su mirada irremediablemente atraída hacia el cuerpo de su abogado, mientras su miembro se endurecía con cada movimiento del chico.

Cuando dio por terminada la reunión, Jimin aún tomaba notas.

Todos ya habían salido cuando él se levantó de su asiento.

Se dirigió a la puerta con Jungkook a la zaga, pero en el momento que fue a abrir la puerta recordó haber dejado su bolso colgando del respaldo de la silla que había ocupado.

Jungkook estaba justo detrás de él, por lo que al voltearse de forma tan repentina chocó con él, perdiendo estabilidad.

Sorprendido, Jungkook lo tomó por la cintura y lo apretó contra él.

Jimin se estremeció al sentir golpear contra su vientre la dura erección de Jungkook bajo sus pantalones.

—Jungkook... —musitó arqueándose contra él.

—Lo siento —dijo él pero sin soltarlo ni alejarse.

—Estás excitado —gimió el poniéndose de puntillas para restregar su pene contra el bulto de Jungkook.

Sus palabras sacaron a Jungkook de su trance y lo soltó de inmediato, separándose de él.

—Lo siento...

—No, Jungkook —discutió dando un paso hacia él obligándole a dar un paso atrás —No, lo sientas. Estás excitado —dijo con deleite

—No es lo que estás pensando —negó sin saber exactamente qué decir.

Seducción prohibida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora