Capítulo 29

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Jungkook dio un respingo poniéndose en pie rápidamente.

Eun Woo les miraba de uno en uno con sus ojos llameantes.

Cerró la puerta con un portazo adentrándose en el despacho de su padre.

—Eun Woo —dijo Jungkook sorprendido.

—Lisa me dijo que te lo estabas follando —le espetó Eun Woo mirando a su padre iracundo. —Pero yo me negaba a creer que fuese cierto.

—Eun Woo, cálmate un momento y baja el tono —ordenó Jungkook ganándose una mirada cargada de desprecio de parte de su hijo.

—No puedo creer que te estés follando a este putito —dijo con repulsión. —Sabías que yo estaba enamorado de el —le retó.

Jimin se puso en pie nervioso para pararse detrás de Jungkook. El tirón que las bolas chinas le hicieron sentir en su culo lo hizo consciente de lo desafortunado del momento.

—Antes que nada —rugió Jungkook iracundo, entre dientes —voy a exigirte respeto hacia Jimin y hacia mí también.

—¿Respeto? ¿Respeto por este chico? No es más que un putito que decidió que para qué conformarse con el heredero si podía quedarse con el dueño de la empresa —gritó mirando a Jimin con asco.

Jimin rodó los ojos ante lo ridículo del razonamiento de Eun Woo, pero prefirió no intervenir, para no enardecer aún más al chico.

—Oh, por Dios, Eun Woo. No seas ridículo. Ni yo soy el dueño de la empresa ni tú eres el heredero. Y lo mío con Jimin no tiene nada que ver con Jeon.

—¿Qué no? ¿Crees que siquiera se dignaría a mirarte si no tuvieras la cuenta bancaria que tienes?

—Por favor, Eun Woo. No te pongas en ridículo con esas acusaciones tan fuera de lugar.

—Dios, no sabes acaso que aún debe su préstamo universitario —gritó señalándolo despectivo.

—No te voy a permitir que sugieras algo así sobre mí —retó Jimin sintiéndose ofendido. —Es verdad que estoy pagando mi préstamo universitario, pero lo pago con el sueldo que gano trabajando aquí mucho más duramente de lo que tú has trabajado nunca en tu vida.

—Ya, claro —rio indiferente. —¿Y para ti trabajar duramente es poner duro a mi padre para chupársela?

—No te lo voy a permitir —gritó Jimin abalanzándose sobre él.

Los brazos de Jungkook lo detuvieron aunque trabajosamente.

—Tranquilo, Jimin —le murmuró antes de dirigirse a su hijo con dureza —No te voy a permitir que le faltes el respeto a Jimin de esta forma. Discúlpate ahora mismo —exigió con un gruñido.

—¿Que me disculpe? ¿Tú qué te crees? ¿Qué tengo cinco años?

—Desde luego que actúas como un niño de cinco años, malcriado y caprichoso.

—¿Y tú? Maldito viejo, sabías que estaba enamorado de él. Sabías cuánto me estaba esforzando por conquistarlo. Te pedí ayuda y tú te reíste de mí, sabiendo que eras tú quien se lo estaba clavando en la oficina.

—No seas grosero y desagradable, Eun Woo —pidió Jungkook sintiéndose asqueado ante la actitud de su hijo.

—Mi padre —gimió el chico —Mi propio padre. ¿Cómo has podido hacerme esto? A nosotros. A mí y a Lisa ¿Cómo has podido humillarnos así?

—Esto no tiene nada que ver contigo ni con Lisa. Esto es entre Jimin y yo. Entre mi novio y yo. Mi pareja y yo —recalcó —La persona que he elegido para compartir mi vida.

Seducción prohibida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora