Seducción prohibida

Capítulo 46

—Jungkook —gimoteó Jimin cuando vio entrar a Jungkook a la habitación en la que lo habían instalado.

—Jimin, amor, ¿cómo estás? —preguntó él acercándose presuroso y tomando su mano entre las de él.

—Bien. Los médicos dicen que todo está bien, pero me asusté muchísimo —explicó apenado.

—Lo sé, cariño, Lisa me lo dijo.

—¿Cómo está, Lisa? —preguntó preocupado. —Creo que ella también se asustó bastante.

—Lo hizo, sí. Está muy apenada, me pidió que te dijera que espera que todo vaya bien y que lamenta lo que sucedió.

—Lo sé —sonrió Jimin. —Vi su cara en la ambulancia. Creo que tal vez en algún momento pueda aceptar si no a mí, al menos al bebé.

—Ya lo ha hecho —le confirmó Jungkook sintiéndose realmente aliviado. —Se asustó bastante, le preocupaba que le pudiera pasar algo al bebé. Me dijo que no es verdad que no fuera a aceptar a su hermana.

—¿De verdad dijo eso?

—Sí, cariño.

—¿Le llamó su hermana? —preguntó Jimin con interés y la mirada húmeda.

—Sí, amor —aseguró él volcándose sobre el para besar sus labios. —Te dije que al final lo aceptaría.

—Lo dijiste —reconoció rodeando su cuello con los brazos y atrayéndolo hacia el sintiéndose realmente feliz.

Cuando por fin lo trasladaron a una habitación, Jungkook fue en busca de su hija mayor.

Lisa se mostró avergonzada cuando se enfrentó a Jimin, quien tumbado en su cama le sonrió con afabilidad.

—¿Cómo estás, Jimin? —preguntó la joven sintiéndose incómoda.

—Bien, los médicos han dicho que el bebé está bien —le aseguró. —Y sin dudas te debo las gracias. —dijo Jimin sorprendiéndole. —No sé qué habría hecho si tú no hubieses estado allí y no hubieses llamado al hospital con tanta celeridad.

—Qué va —se lamentó Lisa. —Si yo no te hubiese alterado probablemente nada de esto hubiera sucedido.

—No, Lisa, no te culpes por nada. Yo llevaba toda la mañana con molestias, no parecía que fuese nada, pero aparentemente sí lo era. —le explicó intentando calmar la culpa que la chica sentía.

—Pero si yo...

—Basta —le cortó estirando su mano hacia ella. —No te culpes por nada, todo estará bien.

Lisa se acercó, le dio la mano a Jimin y no pudo mantener a raya el llanto.

—Lo siento tanto, Jimin —sollozó. —Yo me he portado siempre como una perra contigo y tú no has hecho nada más que enamorarte de mi padre.

—No, Lisa, no te preocupes...

—Cuando pensé que le pudiera pasar algo al bebé... —lloriqueó la joven. —Mi padre se moriría si le sucediese algo al bebé... yo nunca me lo perdonaría...

Jungkook se acercó a su hija y la abrazó por detrás haciéndola recostarse contra él.

—Nada va a pasarle al bebé —le tranquilizó su padre.

—Pero va a adelantarse el parto...

—Pero los médicos han dicho que no hay nada de qué preocuparse. Aunque el bebé naciera ahora, todo estará bien, no corre peligro —murmuró Jungkook con calma.

Taehyung, Yoon Gi y Rose eligieron ese momento para entrar en la sala, y de allí en más, el ambiente se relajó aunque los chicos intentaran disimular las miradas recelosas que la hija de Jungkook les inspiraba.