Capítulo 42

5.3K 654 32
                                    

—¿Quieres casarte conmigo? —insistió Jungkook ante la mirada atónita del joven.

—¿Quieres casarte conmigo? —preguntó el en murmullos sin quitar la vista de la exquisita sortija que Jungkook había puesto frente a él.

—Sí, desde luego que sí. Te amo y quiero compartir contigo lo que me queda de vida. Quiero que estemos juntos para recibir a este bebé y quizás más adelante podamos tener más. Quiero dormir contigo el resto de mi vida. Quiero que me esperes en casa cada día y volver allí sabiendo que allí estarás. Quiero tenerte en mi cama cada noche y despertar a tu lado cada mañana. Quiero un futuro contigo, quiero una vida contigo. Quiero hacerte feliz porque sé que tú me harás feliz a mí. Quiero amarte y que me ames y que me permitas demostrártelo cada día de nuestras vidas. ¿Qué dices, nene? —preguntó con una sonrisa ansiosa a la vez que sacaba el anillo de su cajita y lo acercaba al dedo del chico —¿Vas a casarte conmigo? —agregó sabiéndose ganador.

Tal vez fue por su confianza que la respuesta de Jimin le congeló.

—No —respondió el dejando por fin correr las lágrimas que anegaban sus ojos. —No voy a casarme contigo —agregó sorprendiéndolo a la vez que cerraba su mano en un puño.

—¿Qué? —inquirió Jungkook anonadado. —¿Qué dices? ¿No quieres casarte conmigo?

—No.

—¿Por qué no? ¿No me amas?

—Como nunca he amado a nadie —aseguró confundiéndolo aún más si era posible.

—¿Entonces?

—No quiero ser Na Ra. No quiero que te veas envuelto en un matrimonio no deseado solo porque vamos a tener un bebé.

—¿Qué tontería estás diciendo? Tú no eres Na Ra ni yo soy el hombre que era cuando me casé con ella y lo que tú y yo tenemos, desde luego que no se parece en absoluto a lo que Na Ra y yo teníamos.

—No quiero que acabes odiándome como lo hiciste con ella, solo por ser responsable de tu hijo. No podría vivir con ello —sollozó sin poder contener las lágrimas que eran la prueba física de la ruptura de su corazón.

Jungkook suspiró reconociendo que sería más difícil de lo que pensaba convencerlo de que no era por el bebé que le pedía matrimonio.

—Dios, Jimin, entiendo que no te resulte sencillo confiar en mí, pero te suplico que lo hagas, confía en mí, cielo. Tú sabes lo que siento respecto a mi matrimonio con Na Ra y a la forma en que ella y yo afrontamos la paternidad veinticinco años atrás. Sabes que siempre he pensado que hubiese sido mejor para mis hijos que no nos hubiésemos casado, que hubiese sido mejor para ellos tener a sus padres separados pero respetándose que de la forma que lo hicimos nosotros. ¿Crees que le haría eso a nuestro hijo? Ya he pasado por esa experiencia, Jimin, y sé que fue un error. ¿Crees que volvería a cometerlo? —dijo sintiéndose exasperado.

Jimin le observaba especulativo. Todo lo que Jungkook decía sonaba coherente y totalmente sincero, pero los miedos que el albergaba le hacían difícil poder confiar en él aunque su corazón lo deseaba por encima de todo.

—Venga, nene, dime que sí —suplicó dedicándole su sonrisa más compradora.

—No sé...

—Vamos —insistió —No tenemos que poner una fecha si no quieres, de hecho podemos esperar que nazca el bebé, o más incluso si es lo que deseas, pero al menos acepta mi anillo y con él acepta mi compromiso de hacerte feliz, de amarte por sobre todas las cosas y protegerte de cualquier cosa o persona que pudiera hacerte daño. Te amo, Jimin. Tú sabes que yo no creía en el amor y no quería enamorarme, de hecho ni siquiera pensaba que pudiera existir la posibilidad. Pero te amo, te amo y no puedo perderte. Cásate conmigo —rogó una vez más.

Seducción prohibida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora