Capítulo 6

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—Odio a ese tipo —gruñó Jimin al regresar a casa una tarde.

—¿A quién? —preguntó Taehyung que salía de la cocina mordiendo una manzana, mientras se preparaba para su turno de la noche en el hospital.

Taehyung estudiaba medicina y estaba cumpliendo la residencia en el Hospital Universitario de Seúl.

—Jeon Eun Woo —rugió guardando su bolso y su maletín en el armario del vestíbulo

Llevaba ya dos meses trabajando para Jeon Holdings, y todo en su trabajo le encantaba, excepto Jeon Eun Woo.

Cada día, sin haberse saltado uno sólo, Eun Woo le había hecho algún tipo de invitación. Primero habían sido cenas, salidas a bailar, idas al cine, luego había intentado acompañarlo a correr por las mañanas o llevarlo a hacer la compra, y últimamente había estado dispuesto a aceptar al menos un café o, como ese día, a traerle una caja de muffins.

Jimin se negaba a todo, pero siempre buscaba algún tipo de excusa, ya que no quería ser desagradable con quien, al fin y al cabo, era el hijo del dueño.

—¿Qué fue esta vez? —preguntó Yoon Gi que había escuchado la conversación a la vez que entraba desde la calle junto a Rose.

—El muy hijo de perra se apareció en mi despacho con una caja de muffins de arándanos.

—Vaya, tus favoritos —rio Rose antes de dejarse caer sobre el sofá lanzando sus tacones en la alfombra —Yoon Gi, tráeme una manzana cuando vuelvas, por favor —gritó al chico que entraba en la cocina.

—Sí, y no sé cómo lo supo.

—¿Qué cosa? —inquirió Yoon Gi volviendo al salón y sentándose frente a Rose.

—Que eran mis favoritos. Nunca se lo he dicho.

—Eres un chico predecible —rio Rose burlona

—Pues ya podía haber previsto que los rechazaría.

—¿Rechazaste una caja de muffin de arándanos? —preguntó Taehyung sorprendido.

—Sí, le dije que tenía prohibido el azúcar o algo así.

—Vaya, qué ingenioso.

—¿Ingenioso? Yo diría qué tonto. Debiste comértelos o al menos traerlos a casa.

—No quiero darle la más mínima ventaja, Rose.

—¿Comerte tus muffins es darle ventaja? Qué ridiculez. Yo he dejado que Sehun me comiera los "muffins" cientos de veces y no creo que él haya avanzado demasiado —rio

—Dios, chica, eres incorregible —se quejó Taehyung antes de coger su bolso y salir de la casa —Nos vemos mañana, chicos.

—Volviendo al tema de Eun Woo —dijo Jimin cuando Taehyung se hubo marchado —e ignorando tu desagradable aportación, Rose, no quiero ningún tipo de vínculo entre ese chico y yo, ni siquiera aceptar que gastara unos wons en muffins para mí.

—No le des más vueltas, Minie. —aconsejó Yoon Gi, el más sensato de sus amigos.

—No le daría si no fuera porque su tío, mi jefe, Namjoon, escuchó mi negativa para verme comer tres donuts de azúcar en la cafetería de la empresa sólo dos horas después.

—Jajaja, ¿qué le dijiste?

—Le pedí disculpas pero le dije que no tenía interés en su sobrino y él se ofreció a hablar con el chico por mí.

—¿Lo hará?

—No, le pedí que no le diera importancia. Pero estoy seguro de que esto llegará a oídos de Jungkook.

Seducción prohibida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora