El viaje a Roma fue completamente diferente a todos los viajes que habían hecho juntos a lo largo de todos esos meses.
Por fin Jimin se había resignado y se había dado por vencido.
Este sería su último trabajo con Jeon Jungkook. El día anterior había estado sentado en su ordenador durante horas colgando su currículum en todas las empresas de colocaciones de la ciudad.
No tardaría en encontrar trabajo. Estaba seguro.
Pero aún tenía que sobrevivir a ese viaje, cuatro días en Roma a solas con su jefe, para volver a su casa vacía el último día del año.
Sus amigos ya habían dejado la ciudad para volver a sus casas y pasar las vacaciones de navidad con sus respectivas familias.
Los últimos años Jimin siempre había acompañado alguno de ellos, pero este año, debido a su viaje que lo retendría en Roma hasta el último día, se le había vuelto imposible.
Por alguna razón lo agradecía, porque estar solo era justamente lo que deseaba.
Hundió la nariz en su libro y no la sacó de allí más que para comer o dormitar un rato.
Jungkook por su parte, sentado a su lado, estuvo las quince horas conectado a su ordenador portátil.
Salieron de la Terminal de Fiumicino y subieron a un taxi en absoluto silencio.
De la misma forma se registraron en el Hotel Hassler y subieron a la cuarta planta donde estaban sus habitaciones.
—Supongo que querrás descansar del viaje —dijo Jungkook cuando se detuvieron frente a la puerta de la habitación de Jimin.
—Sí, estaría bien —aceptó Jimin de espaldas a él.
—La reunión con los Rossi será a las siete en el bar del hotel y está previsto que cenemos con ellos también.
—Bien.
—Pasaré por ti antes de las siete.
—De acuerdo —aceptó aún sin mirarle.
—Jimin... —le llamó preocupado poniendo su mano sobre la espalda de él.
Jimin se alejó de su contacto antes de voltearse por fin a verle.
—Jimin, lamento lo que sucedió en la fiesta...
—Y yo —reconoció el con los ojos húmedos.
—Debo disculparme contigo, Jimin, pero...
—No. No digas nada —le cortó con dolor. Inspiró profundamente antes de hablar —Jungkook, no sé si este sea el momento para decirlo pero no quiero esperar...
Jungkook lo observó confuso y temeroso de escuchar algo sobre él y Eun Woo.
—¿Qué sucede?
—He decidido que voy a dejar mi puesto en Jeon Holdings.
—¿Disculpa?
—Sí. Creo que lo mejor será que no trabajemos juntos. No sé cuándo lo haré efectivo, ya que no quisiera provocar ningún inconveniente a la empresa, por lo que, si quieres, te ayudaré a buscar un nuevo abogado y colaboraré con él para ponerle al corriente de todos los contratos antes de marcharme, pero no voy a seguir trabajando para ti. De cualquier forma, Namjoon volverá en cuanto nazca el bebé, y no falta mucho para eso...
—No tienes que hacerlo, Jimin —discutió dolorido.
Él había decidido despedirlo en el mismo momento que él estaba decidiendo dimitir, pero aun así, ahora que sabía que su separación era definitiva e impostergable, no se atrevía a dejarlo marchar.
ESTÁS LEYENDO
Seducción prohibida
FanfictionJungkook no cree que exista el amor, al menos no para él. Jimin está dispuesto a demostrarle que no existen diferencias entre dos personas que se aman. Jungkook debe demostrarle que se enfrentan a algo perverso y prohibido. ¿Sera que lo lograra? ...