Capítulo 39

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Cuando Jimin abrió los ojos estaba tumbado sobre la camilla de una ambulancia. Dos hombres vestidos con el uniforme de la emergencia médica se cernían sobre él, tomándole las constantes.

—¿Dónde estoy? —preguntó con la voz como un graznido.

—¡Jimin! —la voz de Taehyung lo sobresaltó por lo inesperada —¿Cómo estás, cariño? —preguntó su amigo poniéndose ante sus ojos.

—¿Qué sucedió? —preguntó extrañado al ver a su amigo con un collarín blanco y los cabellos revueltos.

En su frente un apósito y una marca rosada que parecía estar amoratándose sobre su pómulo izquierdo.

—Un idiota se saltó el semáforo y nos dio de lleno. Ahora vamos al hospital.

—¿Cómo se siente, señor? —le interrumpió uno de los médicos dirigiéndose a Jimin.

—No sé —dudó. —Extraño.

—¿Dónde le duele?

—No sé... la cabeza, el hombro, el pecho...

—Se ha dado un golpe en la cabeza, pero no es grave y la sujeción del cinturón de seguridad puede haberlo magullado un poco. Pero no creemos que haya nada para inquietarse.

—¿Entonces por qué es necesario ir al hospital? —inquirió receloso y su recelo aumentó al ver crisparse el rostro de su amigo.

Fue entonces que cayó en la cuenta de que tal vez su estado fuera más grave de lo que le explicaban.

Con los ojos llorosos llevó sus manos al vientre plano.

—El bebé... —musitó.

—No pensamos que haya ningún problema —explicó uno de los médicos —pero creemos que lo más conveniente es llevarlo al hospital para que le realicen un reconocimiento.

—¿Pero el bebé está bien? —insistió.

—Vamos a asegurarnos de que así sea —explicó el médico sin calmarlo ni un poco.

Cuando llegaron al hospital, Yoon Gi y Rose ya estaban allí. Taehyung los había llamado nada más al subir a la ambulancia y allí estaban esperándoles.

A pesar de su reticencia, Taehyung entró en urgencias en una silla de ruedas, mientras que Jimin lo hacía en la misma camilla de la ambulancia.

Lo monitorizaron, revisaron y controlaron distintos médicos, incluido su propio ginecólogo, y todos llegaron a la conclusión de que el bebé estaba en perfecto estado, a pesar del leve sangrado que Jimin había presentado.

No obstante eso, y para evitar futuras complicaciones, después de decidir dejarlo esa noche en observación, su médico le prescribió unas semanas, o tal vez un mes de reposo.

Cuando le designaron una habitación, Taehyung, Yoon Gi y Rose se reunieron con él.

—¿Cómo te sientes, cariño? —preguntó Rose recostándose en la cama.

—Físicamente, bien, pero anímicamente no tanto.

—No tienes de qué preocuparte, Minie —dijo Yoon Gi sentándose en la silla junto a la cama. —El bebé está bien y tú también.

—Lo sé, pero ahora mismo tener que hacer reposo... —gimió. —Tengo mucho trabajo en el bufete.

—No te preocupes por eso. Hablaremos con tus jefes, seguramente podrán darte unos días o enviarte las carpetas para que trabajes desde casa.

—Sí, pero tengo que hacer reposo —se quejó triste. —No podré siquiera salir de la cama.

—Contrataremos una enfermera para que esté contigo cuando nosotros no estemos —sugirió Rose.

Seducción prohibida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora