Owen
Un empujón en mi hombro hizo que abriera mis ojos. Me sujeté de la silla para no caer y miré para todos lados, sobresaltado. El rostro de Stephen fue lo primero que vi para luego ubicarme en tiempo y espacio. Las ojeras debajo de sus ojos marcaban su mirada cansada.
—Ha despertado —comentó.
Corregí mi postura y miré directo hacia la puerta por donde se la habían llevado. Todavía podía sentir su piel fría en mis manos, el color violeta de sus labios. Volví a mirarlo, esperando a que me diga en dónde se encuentra. Al esperar y no recibir otra palabra de su parte, hablé:
—¿En qué habitación se encuentra? —dije en un tono elevado, impaciente.
Negó cabizbajo. Mordió el interior de su mejilla causando un nudo en mi estómago. Busqué su mirada.
—¿Qué pasa? —insistí levantándome de mi lugar.
Me siguió con la mirada. Si seguía en silencio, juraba que iba a enloquecer ahí mismo.
—Ella... no quiere verte —suspiró, como si se hubiera sacado un peso de encima.
Fruncí el ceño.
—¿Y eso qué mierda significa? —repliqué.
Estaba cansado de esto.
—¿Y tú qué crees? —Se levantó y se interpuso en mi camino — Significa que no te quiere ver la puta cara, Owen. Vete a casa. Déjala en paz.
Solté una risa en voz baja. Pasé por su lado procurando que mi hombro chocara contra el suyo y caminé hacia la recepción. Sentía la respiración pesada de Stephen en mi nuca.
—Clara no puede recibir visitas ahora, está durmiendo —dijo.
Ignoré sus palabras y seguí caminando hasta toparme con una de las enfermeras que nos había recibido.
—Buenas tardes —No pude sonar amable —. Soy Owen, ¿me recuerda? Vine con Clara Nilon hace unas horas y quería saber en qué habitación se encuentra. Y si tenían en informe.
Los ojos de la enfermera me miraron por unos segundos y luego fueron a Stephen que se encontraba detrás de mí. Me dio una sonrisa y asintió.
—Buenas tardes, Owen. Soy María, la enfermera de Clara. —Estrechamos nuestras manos —. La paciente se encuentra en el piso tres, habitación doscientos cuarenta. —Caminó y yo la seguí. Llegamos al tercer piso en silencio, hasta que nos detuvimos en la puerta doscientos cuarenta. Los nervios aparecieron erizando los vellos de mi nuca. A un costado de la puerta se encontraba el informe de Clara. No podía ver nada con la vista borrosa. Aclaró su voz y suspiró antes de hablar —El estado de Clara es... crítico. Además del exceso consumo de sustancias, aparecieron otras complicaciones para su salud. Tiene gran porcentaje de anemia en sangre. Lo estamos controlando con pastillas de hierro. Además, haciendo algunos estudios de control, encontramos diabetes mellitus o más conocida como diabetes tipo uno. Es común encontrar este tipo de diabetes en adolescentes. Vamos a determinarle una dieta especial y recomendamos que haga ejercicio.
ESTÁS LEYENDO
Amar a un élite ✔
Teen FictionEstoy obligada a fingir una relación con el hijo menor del millonario más importante de Londres para salvar la empresa del quiebre. *** Estar en pareja es lo último que Clara quiere, tiene demasiados problemas para centrarse en una relación. Pero c...