Clara
Había cometido un error.
Uno de los graves.
Estaba tratando de mantenerme a flote. Sacar mi cabeza para un efímero segundo de oxígeno. Mis piernas estaban cansadas y mis brazos serían los próximos en dejar de funcionar. Mi cerebro ardía, mis ojos también. Mi corazón amenazaba en detenerse.
Vamos, lucha un poco más.
¿Por qué?, le reclamé a esa voz. Nunca se había ido, siempre estaba allí.
No tengo nada.
Mentirosa. Tienes más de lo que crees.
No tengo a nadie.
Te ahogas en tus mentiras. Tienes personas que darían la vida por ti. Pero tú no las dejarías. Egoísta.
No tengo deudas.
¿No recuerdas el café?
Soy libre. Puedo hacerlo, puedo hundirme. Iba a hacerle un favor a todos. Puedo dejar que mi segundo para tomar oxígeno se transforme en un segundo para dejarme ir. De hundirme. Cada vez más abajo. Profundo. Oscuro.
No oía nada. Solo oía el ruido.
Era demasiado ruido, demasiadas esperanzas perdidas.
La mirada de mi madre pasó por mis ojos como un rayo. Su aroma quedó impregnado en mis fosas nasales y mi estómago se retorció inmediatamente. Sentí su suave piel en mi mejilla, en mis párpados. Me gritaba. Ella estaba en la superficie, extendiendo su brazo, obligándome a estirar mis dedos que estaban aferrados, desgarrando mi piel, a un corazón solitario.
Te amo, susurré. Sonó como a una despedida.
Ella sabía que era mi razón por la que estaba luchando. Pero ella rechazó mi cariño clavando sus uñas en mi mano, de alguna forma u otra, haciéndome reaccionar.
La única razón por la que quieres seguir viva, tienes que ser tú.
Mi cuerpo se sacudió, no paraba de hacerlo. Comenzaba a tocar fondo. El agua ya no me envolvía tan rápido. Por un momento sentí paz. Sin embargo, no era lo que yo esperaba. En lo más profundo de mi cabeza se esperaba otra cosa. Tenía que admitir que mis brazos y pies ya no se sentían pesados y podía volver a sentirlos. Entonces supe que había cometido un error importante.
Todo el dolor y cansancio que sentía en mis brazos y piernas habían sido transportados a mis hombros. ¡Mierda! No podía soportarlo. Dolía demasiado. Me quedé sin respiración. Mi cuerpo se dobló a la mitad.
Culpa. Culpa. Culpa.
Había tocado fondo.
Y de repente, la voz habló. Era esa, la que nunca se iba.
No puedes dejarme solo.
Yo estaba sola y no se lo deseaba a nadie. Había tocado fondo, pero era hora de volver a la superficie.
No podía dejarlo.
No a él.
No estoy... sola.
N/A:
¡Holii!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy y no se olviden de votar y comentar si les gustó.
Escribí un capítulo diferente a cómo lo suelo escribir. Tiene su significado poético, metafórico. Por eso tienen que sentir las palabras, interpretarlas. Pero les juro que todo tiene sentido más adelante.
Esta es una ilustración de Clara. No, no es feliz. No, no es algo bonito. Simplemente (lamentablemente) es ella.
Pueden darle amor a la foto en Instagram: torilia_art
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Amar a un élite ✔
Teen FictionEstoy obligada a fingir una relación con el hijo menor del millonario más importante de Londres para salvar la empresa del quiebre. *** Estar en pareja es lo último que Clara quiere, tiene demasiados problemas para centrarse en una relación. Pero c...