Clara
Sabía que cada segundo que pasaba era una tortura para mí. Y sabía que cada mirada que Owen me daba, más difícil sostener el plan.
Llegamos a la pista improvisada de baile y encontré un lugar en donde no fuéramos el centro de atención. Owen me miró extrañado.
—¿De quién nos escondemos ahora?
—De todos. —Me limité a contestar.
—Creo que es un poco tarde para eso —bromeó.
—Salvo que tu quieras aguantar la mirada asesina de tu madre...
—Buen punto.
Empujé de su brazo para que se acercara más a mí, todavía la canción no había terminado, teníamos unos minutos para bailar. Owen, con timidez, pasó una mano por debajo de mi brazo, su mano quedó un poco más alta que en donde se encontraba mi cintura. Y con su otra mano, agarró la mía. El nerviosismo me invadió de manera sorprendente. No creía que a esta altura su cuerpo tan cerca del mío iba a intimidarme. Pero Owen siempre me sorprendía, y esta claramente no era una excepción. Mi vista estaba clavada en su pecho, con miedo a mirarlo y acabar con todo lo planeado. Empezamos a movernos lentamente, dejándonos enredar en la música. Ninguno tuvo que guiar al otro, sabíamos perfecto nuestros pasos. Estábamos coordinados de una manera casi perfecta.
—Por favor no me pises, estos zapatos son caros —dijo con un tono fingido de niño rico.
Me reí e inconscientemente levanté mi mirada. Grave error.
Gravísimo error.
—No me des más razones para pisarte.
—Atente a las consecuencias si lo haces. No seré amable.
—Ya te lo dije, tú no eres el malo.
Puedo decir que di todo de mí. Di todo de mí para no pensar en él el primer día que lo conocí. Di todo de mí en ignorarlo cuando tenía buenos tratos conmigo. No estaba acostumbrada a esas cosas, es por eso que me interesó aún más. Di todo de mí para que el mundo no se detenga cuando me sonreía. Di todo de mí en no corresponderle ese beso. Ese maldito beso. Di todo de mí en parar de drogarme...
—Clara. —La voz de Owen me sacó de mis pensamientos. Me había ido por un instante.
—¿Qué? —dije y traté de no sonar tan desorientada.
Había cambiado la canción, pero seguían con los lentos.
—Te noto extraña, ¿te encuentras bien?
La puta madre, quiero desaparecer.
Me negué a fingir la sonrisa que siempre hacía. Dejé que mis verdaderos sentimientos tomen el rumbo de mis palabras. Quise sacarme ese mínimo peso de mis hombros.
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Amar a un élite ✔
Teen FictionEstoy obligada a fingir una relación con el hijo menor del millonario más importante de Londres para salvar la empresa del quiebre. *** Estar en pareja es lo último que Clara quiere, tiene demasiados problemas para centrarse en una relación. Pero c...