Owen
Soñaba con ella.
No era la primera vez que lo hacía. Es más, recuerdo la primera vez que su rostro apareció en mi mente estando inconsciente. Fue cuando nos dimos nuestro primer beso. Había quedado embobado por sus labios la noche entera. Me sentía estúpido por dejar que ese acontecimiento me quitase el sueño. Estaba hechizado. Chase se burló de mí cuando me vio en la cocina tomando una píldora para que me ayudar a reconciliar mi sueño. No había dormido nada y con las pocas horas que había cerrado mis ojos, había soñado con su bello rostro.
Me parecía injusto. Había besado varias mujeres para que cualquiera de ellas ganasen mi mente y corazón. Nunca logré formar un vínculo sexoafectivo. No todas querían una relación conmigo, pero las que lo hacían, yo no me sentía suficiente para ellas.
Clara Nilon. No recordaba si tenía segundo nombre, pero recordaba sus labios diciendo el mío. Me resultaba gracioso que hace unos días atrás estábamos compartiendo un momento tan íntimo y ahora ni siquiera nos hablamos. Bueno, yo no le hablo. El día siguiente al acontecimiento ocurrido en mi casa, recibí su llamado pero no atendí. Estaba cabreado. Demasiado para que cuando Chase me detuvo para no ir tras ella, se llevó un golpe en el ojo. Sarah gritó mi nombre tan fuerte que me hizo parar. Me reprochó mi comportamiento y me llevó a la habitación a empujones. No me reconocí.
Recurrí al alcohol, como siempre. Quería sacar de mi cabeza lo que había visto. Clara estaba empeorando. Lo sabía. Y me mataba con ella al saber que no podía hacer nada para ayudarla. Pensé en hablar con su madre, pero no creo que le guste a Halton. Las peleas en casa aumentaron más de lo normal. Los gritos de mi madre era lo primero que escuchaba en el día. Salía de la oficina de mi padre de un portazo. Quise hablar con Chase sobre lo que pasaba, pero decidió no dirigirme la palabra. No lo culpaba.
Los días pasaron y Jack me visitaba de vez en cuando. Me llenaba de vergüenza cuando entraba a mi cuarto a la mañana y yo seguía ebrio de la noche anterior. Me dijo que ya estaba acostumbrado, no quise indagar mucho más que eso. Su mirada se tornó vacía luego de ese comentario. Agradecía su compañía. Me distraía con temas del equipo de soccer o con chismes del instituto. Solíamos tomar un helado en una plaza cercana y el tiempo corría más rápido estando con él. Me surgió una pregunta que no pude contener preguntar:
—¿Por qué eres mi amigo? —Solté cuando nos sentamos en una baca de la plaza.
Jack estaba disfrutando de su helado y elevó su vista con una sonrisa divertida.
—¿Momento filosófico, Feller? Los amigos no se preguntan esas cosas.
—Pero nuestra amistad es especial —recordé.
Alzó una ceja y mantuvo esa mirada confundida pero curiosa. Hundió levemente sus hombros.
—Es precisamente por eso. Eres espacial. Somos especiales. Estamos creando como... una especie nueva —bromeó.
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Amar a un élite ✔
Teen FictionEstoy obligada a fingir una relación con el hijo menor del millonario más importante de Londres para salvar la empresa del quiebre. *** Estar en pareja es lo último que Clara quiere, tiene demasiados problemas para centrarse en una relación. Pero c...