13 |Pico|

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Antes de comenzar, doy por cerrado el juego de las películas y las respuestas son

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Antes de comenzar, doy por cerrado el juego de las películas y las respuestas son...

1. Juego de gemelas (al inicio, súper obvio)

2. Veintisiete bodas o veintisiete vestidos, la parte en que se salen de la carretera y deben ir a un bar, no es tan obvio, pero les advertí al inicio que estaban súper ocultas.

3. Hombres de negro 3, estaba en serio estaba escondida, casi ni parece referencia, pero la historia de K y O está aquí en la cerveza tibia y la comida mala.

Los dejo con el nuevo capítulo.




—Así que la boda será a finales del mes, me gustaría pedirte que... —Marcel me habla, pero en cuanto aparece Klaus por la puerta del recinto Mikaelson se me olvida que él está a mi lado pidiéndome un favor, incluso... ¿Con quién estaba hablando?

Klaus deja der ver al techo y su mirada cae en mí, lo cual me hace sentir menos avergonzada por verlo debido a que él también lo hace, casi sin parpadear.

Llegamos de nuestra cita cada uno a su casa y la verdad es que no hemos hablado desde entonces, pero las cosas no son incomodas, tal vez si nos hubiéramos besado o algo peor lo serían, pero estamos bien, tan bien que no puedo dejar de concentrarme en su mirada azulada, sus mejillas levemente sonrojadas, el masculino aroma a loción que desprende, su cabello dorado y...

—¿Por qué se están mirando? —La voz de Marcel nos saca a los dos del trance y Klaus sigue su camino dentro de la enorme casa, yo por mi parte, bajo la mirada al libro de bodas que Marcel me entregó.

—No lo estaba mirando. —Miento rodando los ojos, girando las paginas para disimular un poco más. —Me hablabas de tu boda a fin de mes.

—Si... —Obviamente no me cree, así que me niego a mirarlo porque podría terminar peor este asunto. Klaus ya se ha ido, pero yo corro el riesgo de ser interrogada. —¿Cómo les fue ayer?

—Me hablabas que la boda es a fin de mes. —No quiero decirle a nadie sobre el resultado de nuestra cita porque fue mejor de lo esperado ¿Quién quiere un costoso restaurante cuando puede tener cien dólares a punta de apuestas y una comida asquerosa? La verdad si lo digo así suena como la peor cita, pero no lo fue. —Ibas a pedirte algo.

—Te lo pedí, pero estabas muy ocupada sonrojándote como para prestarme atención. —No me recrimina, parece que el desgraciado se quiere burlar de mí y su odiosa y perfecta sonrisa me lo confirma. —Keyla, somos amigos, ¿Por qué no me cuentas de cómo fue tu cita?

—Porque un árbol nos cayó encima.

—Ay, ya. —Su sonrisa sigue ahí, hasta que nota mi cara seria. —Oh, eran verdad... —Parece que se disculpa, pero yo meneo la cabeza, haciéndole saber de esta forma que no es necesario. —Para haber sido un desastre los dos parecen muy felices.

Keyla {Klaus Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora