33 |New Orleans Musical (Parte III)|

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Hay una pelea de mujeres invisibles en esta habitación, las cuales parecen hermanas o amigas muy cercanas por la forma en que se llevan, además que la discusión se resume a una especie de apuesta que sigo sin entender muy bien, pero logré deducir ...

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Hay una pelea de mujeres invisibles en esta habitación, las cuales parecen hermanas o amigas muy cercanas por la forma en que se llevan, además que la discusión se resume a una especie de apuesta que sigo sin entender muy bien, pero logré deducir que el acento que tienen es una variación extraña del acento griego que conozco hoy en día.

—¡Suficiente! —Gritamos Klaus y yo al unísono cuando ya es demasiado de dispuestas invisibles.

—Muéstrense. —Ordena él mientras yo sigo buscando a mi alrededor una pista, pero no hay nada.

—¡Miren lo que hicieron! —Grita una de las tantas voces que hay en este lugar. —¿Y ahora qué?

—Pues hagamos lo que dice, a ver si eso los inspira a correr a la cama. —Responde otra voz.

—¿Aquí? ¡No! Este lugar está lleno de polvo. Tiene que ser algo especial. —Otra voz dice la verdad, este lugar es asqueroso, pero no entiendo a qué se refieren.

"Hacer el amor" dijeron hace un rato ¿Por qué unas voces desconocidas querrían que Klaus y yo hagamos el amor?

—Talia tiene razón, este lugar es asqueroso.

—Tú no te metas, apostaste que ellos no podían estar juntos, Calíope. —Otra voz y esto es cada vez más extraño.

—Sí, tienes razón, pero ahora apuesto a que deben estar juntos. —Responde otra voz. —Ay, yo me voy a mostrar ¡Será divertido! Hace siglos que no lo hacemos y hoy tenemos algo que celebrar.

—¡No! —Gritan muchas voces.

—¡Si! —Gritan otras.

Cuando estoy por correr a golpearme la cabeza contra una ventana con la ilusión de quedar inconsciente para recuperar la cordura, a unos metros de nosotros se materializa una figura encantadora, voluptuosa, de amplios hombros y caderas anchas, impresionante con su piel color oliva y ojos oscuros, su cabello rizado lo tiene atado en la cima de su cabeza y el conjunto de cuero negro, el cual es una blusa corta con un pantalón y botas le queda excelente.

Otra figura aparece, pero esta es muy alta, tan alta como Klaus y es diferente porque esta mujer tiene la piel oscura como la noche, pero perfecta y liza, tanto que parece hecha de coral, a diferencia de la otra, ella tiene los ojos tan azules que los míos parecerían negros a comparación, además, su cabello es lizo y le llega hasta el suelo.

Bajo por instinto la mirada a mi cabello que llega hasta apenas mi cuello, el tono rojo que me puse se está deslavando, dando paso al horrible blanco que no quiero ver.

—¡No puedes hacer esto! —Grita la alta y delgada.

—Pues ya lo hice, Terpsi. —Replica la baja y voluptuosa, que se voltea a vernos. —¡Ustedes dos! Ordeno que vayan a un lindo lugar y hagan el amor hasta que ninguno sepa dónde acaba su piel y comienza la del otro. —Volteo a ver a Klaus al mismo tiempo que él me voltea a ver a mí y ninguno sabe qué decir. —Oh, claro, no me he presentado... —Con las bocas abiertas, volvemos hacia las dos mujeres. —Mi nombre es Erató y yo aposté porque van a terminar juntos.

Keyla {Klaus Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora