Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)

1. Inframundo

Lilith.

La vida en el Reino de las Tinieblas a veces es muy aburrida, como futura Reina tengo la obligación de asistir a mis clases de magia y hechicería, me agobia tanta responsabilidad, es una lástima que mis padres murieran tan jóvenes.

Escucho que alguien se acerca a mi.
-Princesa Lilith es necesario que entre a sus clases, por favor deje de vagar por el castillo.

-Deja de acosarme Sakar, no quiero estudiar, no vale la pena, como demonio soy un fracaso, mis poderes siguen sellados y soy la burla de mi clase.

Sakar es un demonio nivel 2, era un fiel seguidor de mis padres, los antiguos Reyes. Él ha sido como un padre para mí, lo quiero pero en ocasiones me estresa que esté tan al pendiente de mí vida.

-Princesa es mi deber cuidar de usted, sabe que sus padres me encargaron protegerla hasta que llegue su momento de convertirse en Reina.

-De que sirve una Reina que no puede usar magia.

-Tiene que ser paciente su Alteza, pero si usted no pone algo de empeño como va poder romper el hechizo.

Cada que nace un bebé demonio, sus padres les realizan un hechizo para sellar su magia, un niño demonio no tiene control de sus poderes hasta la edad de 100 años, para evitar algún accidente su magia queda inactiva hasta que sus padres rompen el sello protector.

Por desgracia mis padres murieron justo en mi cumpleaños numero 50, mi hermano mayor Zagan actual Rey demonio es un inútil. Por lo tanto no he podido romper el hechizo, mi magia es muy limitada.

-Sakar ya puedes regresar a tus actividades, ahora mismo regresó a mis clases.

Me dirigí a la escuela para incorporarme a mis clases, al entrar a mi salón, lo primero que veo es a mí mejor amigo y prometido Uzza rodeado de varias chicas demonios, aunque es lógico ya que Uzza es bastante atractivo, además de ser alto tiene un cuerpo musculoso, piel blanca, lindo rostro, cabello morado el cual le llega al hombro, aunque yo soy mucho más hermosa.

-Uzza al parecer estas muy bien acompañado.

-Lilith cariño no estés celosa, no tengo la culpa de ser tan apuesto, todas las mujeres me desean pero yo solo tengo ojos para ti.

-Eres guapo no lo niego pero tampoco exageres.
Ambos reímos, con solo mirarnos podemos entender lo que piensa el uno del otro.

Mis padres decidieron arreglar un matrimonio entre él y yo. Uzza es el hijo mayor de Erlik, él cuál es uno de los mejores asesores políticos que tiene nuestro Reino. Crecimos juntos, somos inseparables, él siempre me cuida y se preocupa por mi, es de gran apoyo cada que lo necesito.

En nuestro cumpleaños número 200 se formalizará el compromiso ante las leyes del Inframundo. Actualmente tenemos 190 años pero antes de casarme necesito poder despertar mi magia.

Uzza se acerca y me da un beso en la frente-Lilith la profesora Baalit desea verte, parece que está enojada, más te vale no hacerla esperar.

-Seguro me va dar otro sermón por no asistir a clases, me da igual sus palabras, soy la futura Reina del Mundo Demoníaco, no puede hacerme nada.

-No te confíes Lilith.

-Muy bien, iré a verla.

Me sentía frustrada, por culpa de mi hermano perdí a mis padres aun siendo una niña, los demonios podemos ir al Mundo Mortal pero hay reglas que se tienen que cumplir.

Primera regla, solo podemos permanecer por 10 horas como máximo al día, ya que corremos el riesgo de debilitar nuestra magia. Dichas horas se pueden administrar entre las 24 horas que dura un día en el Reino Humano.

Segunda regla, no esta permitido enamorarse de un humano, si eso sucede el demonio es condenado a vivir con el 50% de su poder, dicho castigo tiene la finalidad de debilitar su magia para que ya no pueda tener contacto con el humano, ya que es imposible la unión entre ambos Mundos.

Tercera regla y más importante, tenemos prohibido revelarle a un humano nuestra verdadera identidad, si eso llegara a pasar nuestra magia desaparece y el humano muere para evitar que hable de nosotros.

Nuestra misión en el Mundo Mortal solo es influir un poco en la vida de los humanos, para que ellos hagan el mal en su ambiente, así cuando el humano muere de forma natural de acuerdo a su ciclo de vida, pueda renacer en un demonio y fortalecer nuestro imperio.

Para mi desgracia mi hermano incumplió con dos de esas reglas, se enamoró de una humana, era tanto su obsesión con ella que decidio revelarle su identidad. Se desato una guerra entre ángeles y demonios. Mis padres para poderlo salvar sacrificaron sus vidas.

Salí de mis pensamientos al darme cuenta que habia llegado a la oficina de la profesora Baalit, toqué a la puerta -Pidió verme profesora.

-Pasa Lilith te estaba esperando, cierra la puerta, es muy importante lo que tengo que platicar contigo.

-La escucho profesora, pero de una vez le notificó que no pienso cambiar mi comportamiento.

-Ya eres un demonio adulto, tienes que empezar a comportarte como tal, ahora bien Princesa ¿sabes para qué sirve esta planta?.

-¿Acaso es un exámen sorpresa? Le voy a responder profesora, es la famosa Belladona, la planta más venenosa y letal para un demonio, angel y humano.

-Es correcto ¿Cuál es el antídoto para este veneno?.

-No existe ningun antídoto, quién haya ingerido este veneno morirá en los próximos 30 minutos.

-Respuesta incorrecta.

-¡Qué! Imposible estoy segura que usted dijo en clase que no hay cura para quienes ingeren la Belladona.

-Escucha con atención la información que te voy a compartir, nosotros los profesores de magia tenemos conocimientos que solo pueden saber los futuros Reyes, si alguien más se entera de ello, tu correrías grave peligro.

-¿De qué habla profesora?.

-Hay un antídoto para este veneno.

-¡Imposible! hable de una vez profesora.

-Un demonio de sangre real, como es tu caso puede curar dicho envenenamiento.

-¿Cómo? No estoy entendiendo nada.

-Princesa preste atención, el antídoto es tu propia sangre, solo se necesita que la persona beba 10 gotas de ella.

-¡No lo creo! ¿Porqué ocultar esta información?, se pueden salvar muchas vidas en nuestro Reino-.

-Claro que se pueden salvar vidas, pero hay consecuencias al momento de utilizar su sangre Alteza. Existen efectos secundarios para quienes beban su sangre.