Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)

16. El beso

Lía puso su dedo sobre mi boca y me hizo callar, no pude moverme, es como si mi cuerpo obedeciera cada orden que ella me da.

Ella me abrazo con fuerza ‐Príncipe no quiero alejarme de usted, yo sé que sueno muy atrevida, pero no puedo controlar los sentimientos que brotan de mi corazón.

‐Lía por favor no continúes.

-Príncipe solo déjeme desahogarme, estos sentimientos me estan consumiendo, entiendo que usted no siente lo mismo que yo, pero mínimo quiero confesarle lo que siente mi corazón.

-Lía yo no sé que contestarte.

-No es necesario que diga algo, solo déjeme disfrutar de este momento para guardarlo por siempre en mi memoria.

Ella dejo de abrazarme, rodeo sus manos sobre mí cuello, me dio un pequeño beso en la mejilla, después sus labios rozaron los mios y mi corazón latía cada vez más fuerte.

Deseaba besarla con toda mi alma, pero no podía dañar los sentimientos de Lía, así que decidí alejarla de mi, pero ella se aferro a mi cuello.

-Lía basta, regresa a tu habitación.

-Príncipe solo por esta ocasión déjeme probar de sus besos.

Trague un poco de saliva e intenté alejarla de mi pero Lía me sorprendió con un beso dulce sobre mis labios, no pude resistirme y me deje llevar por ella.

El beso entre Lía y yo paso de ser tierno a feroz, quería más de ella, la tome de la cintura y la pegue más a mi cuerpo, quería sentir su calor. Nos separamos de golpe al escuchar un ruido en la biblioteca.

Gire a todos lados y no ví a nadie, pero fui un tonto al besar a Lía, al parecer solo fue una falsa alarma, pero lo mejor será irnos de este lugar sería peligroso si alguien descubre lo que hay entre Lía y yo.

-Alteza por favor discúlpeme, no debí ser tan atrevida, me voy a mi habitación.

Lía se veía muy consternada, quise deterla pero me di cuenta del grave error que es tenerla cerca de mí, ahora sus besos quedaron grabados en mi alma.

Lilith.

¿Qué tontería acabo de hacer? Creí que besar al Príncipe iba ser una buena idea, pero me siento tan débil, sentí como el Príncipe drenaba mi energía poco a poco, ahora entiendo porque es imposible una relación entre ángel y demonio. Los ángeles acaban con la vitalidad de nosotros los demonios, necesito ver a mi hermano para contarle mi experiencia.

Caminaba por los pasillos del palacio pero aún me sentía algo mareada, estos días fueron muy difíciles para mí, cada que intentaba toparme con él Príncipe era una misión fallida, en la biblioteca intente investigar sobre las armas celestiales, pero no hay registros de ellas.

Cuando porfin creí que había logrado mi objetivo, me enfrento a este gran problema, besar al Príncipe fue una experiencia indescriptible, por un lado mi energía se debilitaba pero por otra parte senti una pasión desenfrenada, necesito volver a mi Reino, sino yo misma acabaré con la poca magia que poseo.

Llegue a mi cuarto pero me llevé tremenda sorpresa al ver a mi hermano ahí.

-¿Qué haces aquí Zagan? Es peligroso si alguien te ve en mi cuarto.

-Relájate hermana, estos días estuve estudiando como infiltrarme en tu habitación, resulta que a esta hora no hay ningún guardia cerca en este lugar del palacio.

Me senté en la cama, aun seguía débil   -¿Dónde está Uzza?.

-Él se quedó en nuestra habitación para no levantar sospechas, Lilith te ves muy débil ¿Qué ocurrió?.

Enseguida mi hermano libero un poco de su energía y me la traspaso -Con esto será suficiente ¿Te sientes mejor?.

-Si Zagan, gracias.

No tenia tiempo que perder, le conté del pequeño incidente en la biblioteca con el Príncipe. Zagan no lograba descifrar lo sucedido.

-Tengo entendido que los ángeles no puede robar nuestra energía.

-Entonces ¿Qué me sucedido? Por un momento creí que me iba a desmayar.

-Es muy extraño, lamentablemente no conozco la respuesta, además el tiempo se nos está terminando, el Cielo me exige volver al Inframundo.

-No me importa lo que pase, pero quiero volver con ustedes.

-No será tan fácil Lilith.

-¿Qué puedo hacer?.

-Debes permanecer más tiempo en el Cielo, te prometo que regresaré por ti, no vayas a cometer una locura y sobre todo aléjate del Príncipe.

-No soporto estar más tiempo aquí.

-Lilith no comprendes la gravedad de tus acciones verdad, tu sola te metiste en este problema, ahora como tu hermano mayor hago lo posible por resolver este lío.

-¡Tengo una idea!.

-¡Basta Lilith! enamorar al Príncipe resultó una mala idea, ya olvida ese plan.

-No me refiero al Príncipe, Zagan tu puedes usa magia aquí en el Reino Celestial, ¿Porqué no borras sus recuerdos sobre mi?.

-Claro que pensé en esa idea, pero mi magia no va funcionar en el Príncipe.

-Mínimo deberías intentarlo.

De repente escuchamos pasos, mi hermano utilizo un hecho para hacerse invisible, espero no lo descubran.

Tocan a la puerta y es Rose quien entra a mi habitación -Lía te estaba buscando ¿Dónde te metiste?.

-Hola Rose, estaba en la biblioteca, donde más podía estar, después me dirigí a mi cuarto ¿Para qué me buscas?.

-La Princesa Elea quiere verte.

-¿En este momento?.

-Si Lía, al parecer es urgente, dime ¿En qué problema estás metida?.

-En ninguno Rose, me he portado bien.

-Vamos al jardín del palacio, ahí te espera la Princesa.

No tuve otra opción más que seguir a Rose para mi encuentro con la Princesa Elea, espero mi hermano logre regresar con bien a su habitación.

Llegamos a un hermoso Jardín lleno de rosas blancas, el aroma de las flores suele ser molesto para un demonio, pero debía soportar su olor.

Hice una pequeña reverencia -¿Pidio verme Princesa?.

-Lía toma asiento por favor.

-Gracias Princesa.

-Prueba un poco de té de flor de naranjo, es mi favorito, me gusta acompañarlo con una rica rebanada de pastel de frambuesa.

-Es usted muy amable Princesa pero solo voy a tomar un poco de té.

-Lía no tengas pena, por favor prueba el pastel, estoy segura que de va encantar.

La mirada bondadosa de la Princesa desapareció por completo, al ser un demonio puedo distinguir que trama algo en mi contra.