26. ¿Quién soy?

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Me concentré en buscar su esencia, la ventaja de estar conecta a él es que puedo encontrarlo fácilmente. Después de unos minutos pude seguir su rastro hasta llegar a un río.

Se encontraba enfrente de una cascada, le grite un par de veces.

-¡Raziel!.

-¡Raziel!.

Parecía estar en un transe, no me hacía caso, así que decidí acercarme a él. Cuando logre estar a su derecha la cascada se abrió de golpe, Raziel continuo su camino y decidí seguirlo, ya dentro de una pequeña cueva, un hermoso pedestal sostenían el famoso Escuedo Mortalis.

Hecho a base de oro sólido, dicho escudo en forma circular, tenía gravado  la creación de los tres Mundos. Son imágenes donde se distingue perfectamente el Cielo, Infierno y Mundo Mortal.

Todo este tiempo creí que dicha reliquia estaba destruida por completo, me da miendo tan solo acercarme a él.

Tomo la mano de Raziel y él gira a verme. -Sueltame.

-Tenemos que regresar a nuestros Mundos.

-Ya no pertenezco al Cielo.

-Deja de decir tonterías y regresemos.

-Caí en tentación Lilith, que acaso no lo entiendes.

-Estas exagerado Raziel.

-No soy digno de ser el futuro Rey del Cielo, el Escudo escucho mis pensamientos y me llamó.

-Si sabes lo peligroso que este Escudo.

-Lo sé Lilith, de ahora en adelante pienso vivir como un simple humano.

-Ya no quiero escuchar más tonterías, si tu deseas arruinar tú divinida, es tu problema, yo regresaré a casa.

Al darme la media vuela me percate que ya no había una salida -¿Qué ocurre?.

Raziel toma mi mano y me arrastra hacia el Escudo Mortalis -Ni se te ocurra Raziel, sueltame.

-Si nos convertimos en humanos podremos estar juntos.

-Perdiste la razón, yo no deseo estar a tu lado, déjame en paz, soy un demonio.

El se empezó a reír -Creíste que podías usarme como se te diera la gana, estas equivocada Lilith, ambos cometimos un delito grave, así que ambos vamos a pagar juntos las consecuencias.

Mis poderes se había debilitado y por más que intentaba safarme de su agarre no podía, -No quiero ser una simple mortal, sueltame.

Raziel toco el escudo con una de sus manos, una luz blanca muy intensa se posó sobre nosotros, no lograba ver nada, mi ojos dolían al estar expuestos a tanta luz.

Raziel me abrazo y el Escudo quedo en medio de los dos. Al tocar el escudo mi piel empezó a quemarse -¡Raziel basta!.

El dolor es insoportable, intentaba alejarme pero era imposible, mi alma de demonio se desprendió de mi cuerpo y todo se volvió oscuro. Mi magia había desaparecido por completo, nunca me había sentido tan frágil y débil.

Las voces volvieron a mi cabeza -Te lo adverti Lilith, debiste matarlo, ahora pagarás las consecuencias de tus actos.

-No podía matarlo, ya te lo dije.

-¿Acaso estás enamorada de él?.

-No, el amor no existe.

-Entonces ¿Que te detuvo para eliminarlo?.

-No lo sé, simplemente no pude.

Mis lágrimas brotaron de mi rostro, jamás pensé que mi vida terminará tan pronto, fracase en mi misión de ser Reina del Inframundo. Zagan y Alyssa estarán decepcionados mí, no pude vengar la muerte de Uzza, soy débil.

El miedo y el dolor se apoderaron de cada parte de mi ser, un frío envolvía mi alma, mis sentidos dejaron de funcionar y mi razón se nubló.

-Me duele todo el cuerpo.

-No te levantes aún estas muy débil.

-¿Quién eres? ¿Qué lugar es este?.

-Soy Sari, te encontré casi muerta en medio de la selva, estuviste dormida por 1 día completo, cure tu fiebre y te di a beber algunas plantas medicinales.

-Me duele la cabeza.

-Es normal tienes un golpe fuerte en la parte superior, pero no es grave, en pocos días estarás mejor.

-Estoy muy confundida.

-Yo igual, que hace una jovencita como tu en medio de la selva en plena noche, por suerte te encontré y te traje a mi casa, ¿Cómo te llamas?.

-¿Mi nombre? Es extraño no recuerdo quién soy.

-Es raro, de verdad no recuerdas nada.

-No.

-Este lugar es pequeño, por lo general todos los habitantes de Sumatra nos conocemos, pero a ti nunca te había visto.

Intente levantarme pero enseguida un mareo me llevo directo a recostarme de nuevo en la cama, Sari es una mujer joven de cabello negro, piel oscura y ojos verdes, una mujer bella sin duda.

-Será mejor que sigas descansado, tal vez así recuerdes ¿Quién eres? Y ¿Cómo llegaste aquí? pero antes come un poco de sopa de verduras que te prepare, es nutritiva, te hará sentir mejor.

-Hule muy rico, en realidad tengo mucha hambre.

-Lo imagine, te ayudare a sentarte en la cama, intenta comer despacio.

-Muchas gracias Sari.

No recuerdaba haber probado una sopa tan deliciosa, le volví agradecí todos sus cuidados a Sari y regrese a dormir un poco más.

Escuchaba el sonido de la lluvia, abrí los ojos, busqué por todos lados de la pequeña casa pero no había rastro de Sari, me levante poco a poco, di algunos pasos por la casa cuando escuché que la puerta se abrió.

-Lilith por fin despertaste, fui a pescar y conseguí la cena para esta noche.

-¿Me llamaste Lilith?.

-Cuando dormías no parabas de pronunciar ese nombre, supuse que así te llamabas.

-Me agrada Lilith, no se como pagarte toda tu gentileza.

-Desde muy joven quede huérfana y siempre estuve sola, me agrada tener compañía, mientras recuperas tus recuerdos puedes quedarte en mi casa.

-Gracias.

-Te vez mucho mejor, que te parece si me ayudas a preparar la cena.

-Claro Sari, ¿Qué tengo que hacer?.

-En la mesa hay algunas zanahorias y papas, puedes lavarlas y picarlas por favor, voy a preparar un estofado de pescado.

A pesar de no recordar quien soy, me sentía feliz por la presencia de Sari, ella me hace sentir tranquila y segura. Procedi a seguir las indicaciones de Sari y prepararé las verduras que me pidió.

-Listo, aquí están las verduras.

-Lilith se ven horribles, son trozos muy grandes-. Pequeña risa.

-Pero me pediste que las pícara.

-Ya se lo que te pedí, pero parece que jamás haz hecho este tipo de labores domésticas, no importa de todos modos se van a cocinar, para la próxima te enseñaré antes como preparar las verduras, igual puedo enseñarte a cocinar varios platillos.

Me sonroje un poco, fueron momentos felices, ambas reímos, por último Sari preparó un estofado muy rico.


Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora