19. Uzza

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Lilith.

El tiempo pasaba lentamente, Jana no volvió a dirigirme la palabra y el encierro cada vez era más sofocante. Por fortuna mi hermano volvió con la llave para liberarme, porfin iba a regresar a casa.

-Zagan lograste conseguir la llave, me tienes muy sorprendida.

-Luego hablamos Lilith por ahora corre para salir lo más rápido de aquí, estoy algo débil para volar, utilice mucha magia para inmovilizar a los guardias.

Corrí con todas mis fuerzas, visualice la puerta de salida, cuando porfin me encontraba afuera del calabozo vi a mi adorado Uzza, corrí para abrazarlo, él me correspondió con un pequeño beso en la mejilla.

-Te extrañe mucho.

-Mi adorada Lilith estaba muy preocupado por ti.

Mi hermano nos habló -Lamento interrumpir el momento pero es hora de irnos.

Enseguida Zagan abrió el portal que nos llevaría directo al Inframundo pero de repente este desapareció.

-¿Zagan qué ocurrió?.

-Alguien bloqueo mi hechizo.

Giramos y vimos al Príncipe con varios guaridas impidiendonos escapar, Uzza sostuvo mi mano con fuerza y se puso frente a mí para protegerme.

Se llegó el momento de la verdad, el Príncipe me ordenó regresar a su lado a lo que yo le conteste -Lo siento su Alteza pero usted me abandono en los momentos más difíciles, deseo irme con el Rey Zagan a su Reino.

-Lía no te voy a dejar ir, regresas por las buenas o por las malas, tú decides.

Cuando creí que la situación no podía ir peor aprecio la Princesa Elea la cual sostenía una espada de plata muy hermosa con gemas rosas. No se suponia que ella jamás había visto un arma celestial. ¡Debemos escapar de aquí! Mire a mi hermano, su rostro de preocupación lo decía todo.

La Princesa gritó -Guardias atrapen a esos demonios.

Entonces la lucha se desato, solo veía luchar a mi hermano Zagan junto con Uzza, por desgracia Uzza no tiene magia aquí en el Cielo, solo podía defenderse con su escudo y sus dagas.

De repente alguien me toma del brazo, es Jofiel intentado llevarme al lado del Príncipe -¡Sueltame! Me quiero ir de aquí, este no es mi lugar.

-Son ordenes del Príncipe.

-¡Te dije que me sueltes!.

Uzza al percatarse que estaba en problemas atacó a Jofiel el cual agilmente esquivo cada uno de sus ataques.

Por desgracia mi hermano se encuentraba rodeado de guardias celestiales, no podía defendernos.

El Príncipe alzo la voz -Es momento de que se rindan, ya no tienen otra salida.

-Lía ya que estamos todos reunidos porqué no le cuentas al príncipe ¿Quién eres en realidad? - Dijo la la Princesa Elea con una sonrisa.

No tenia otra salida, la vida de Zagan y Uzza dependían de mi, era momento de ser valiente y confesar mi verdadera identidad.

El príncipe toma del brazo a la Princesa -¿Qué haces Elea? Te ordeno que pares, además deberías estar en tu habitación.

-Raziel no puedo estar en tranquilamente en mi habitación sabiendo que corres peligro con esos demonios, ¿Qué no te das cuenta? Lía no es un ángel, revise los registros del Cielo y jamás hubo una alma humana que ingresara a nuestro Reino con ese nombre.

El Príncipe se quedó inmóvil, era obvio que la Princesa Elea ya sabía mi identidad -Lía confiesa de una vez ¿Qué clase de demonio eres? ¿Qué clase de magia utilizaste para mantener tu imagen oculta? ¡Vamos confiesa!.

-Imposible, Lía no es un demonio-. Dijo el Príncipe.

-Te voy a demostrar que estoy en la correcto Raziel. La Princesa tomó su espada y me atacó directamente.

No pude defenderme y solo cerre los ojos, estés es mi fin, lo más triste es que ni siquiera pude llegar a ser Reina del Inframundo. Al abrir los ojos Uzza estaba protegiéndome con su propio cuerpo, la espada lo había atravesado.

La Princesa de un solo movimiento saco la espalda del cuerpo de Uzza y este cayó al suelo cubierto de sangre oscura.

Mis piernas temblaron del miedo, no podía creer lo que mis ojos veían. Me arrodille y abrace el cuerpo de mi adorado Uzza. Jamás había experimentado este dolor tan grande en mi pecho, mis lagrimas brotaban naturalmente.

Se dice que los demonios no tenemos sentimientos, pero se equivocan, la realidad es que cuando encontramos a nuestra otra mitad nos entregamos por completo.

Mire a mi hermano -Debemos llevarlo al Infierno de emergencia, tenemos que salvar su vida.

-Lo atravesó un arma celestial, no hay nada que podamos hacer.

-¡Uzza por favor resiste! Perdóname todo es mi culpa.

Uzza puso su mano en mi mejilla
-Morir protegiendo tu vida es el más grande honor para mí, no debes culparte, eres el gran amor de mi vida, lamento dejarte sola pero debes prometerme que serás fuerte por el bien de nuestro Reino.

-Uzza no tienes permitido abandonarme-. Le di un último beso en los labios. Enseguida un humo rojo envolvió el cuerpo de Uzza y sus cenizas fueron desapareciendo poco a poco.

Grite de dolor -¡No! ¡Uzza!. 

Al llorar con tanta fuerza no me percate que había botado los lentes de contacto y mis ojos rojos estaban al descubierto.

De repente senti que algo se rompía dentro de mí, es un dolor inmenso, todo mi cuerpo dolía, como si cada uno de mis huesos se rompieran.

-¿Lía que te sucede?- El Príncipe intenta  acercarse a mi pero Zagan se lo impide.

-Lía esta sufriendo debo ayudarla-.

-Lo siento su Alteza pero si usted se acerca su vida corre peligro, en estos momentos ella se está transformando en un demonio.

De mi espalda nacen unas hermosas alas negras, el dolor de cabeza es intenso, escucho la voz de mi hermano -Deja de luchar, solo libera tu verdadero ser.

Relajo mi cuerpo y siento como la magia fluye dentro de mí, mis cuernos y cola ya son parte de mi nuevo ser. Había escuchado que al liberar nuestros poderes era agotador pero nunca me imagine que doliera tanto.

Cuando todo había terminado, mis alas cubrían mi cuerpo desnudo, conocía todos los hechizo de memoria, no podía utilizarlos pero ahora era diferente. Me puse algo de ropa, una falta negra y top del mismo color. Unas botas negras de charol hasta las rodillas, me llene de joyas y una corona plateada con rubíes adornaba mi cabeza.










Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora