14. Inocente

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Raziel.

Después de discutir con Lía, me dirigí furioso a buscar a Elea, no podía creer que se haya atrevido a pasar por mí autoridad.

Un guardia se acerca a mi algo consternado por mi actitud -¿Alteza se encuentra bien?.

-¿Dónde está la Princesa Elea?.

-Fue con Jofiel a recibir cuatro almas nuevas del Reino Humano.

-¿Entonces está en las Oficinas C.C.?.

-Es correcto su Alteza.

Volví a extender mis alas, pero uno de los guardias me detuvo. -Alteza disculpe que lo moleste, pero me informan que el Rey Zagan desea verlo.

-No tengo tiempo para atenderlo.

-Alteza por favor escucheme hace unos minutos, vi a la Lía platicando con él demonio que acompaña al Rey Zagan.

-¿Cómo?.

-Mientras vigilaba los alrededores del palacio, me percate que Lía platicaba con alguien, me iba acercar a saludar pensado que estaba con Rose, pero me detuve al ver que charlaba con aquel demonio.

Tome del cuello al guardia -¿Porqué no  alejaste a Lía de él?, son muy peligrosos para un simple ángel como es ella.

-Alteza le juro que iba a tomar acción, pero en eso el demonio tomó a Lía entre sus brazos y se la llevó.

-Tengo que ir por ella.

-Príncipe siento que hay algo raro con Lía.

-Deja de decir tonterías, los demonios son hábiles seduciendo almas, Lía esta en peligro, para colmo tu no hiciste nada, quedas relevado de tu cargo como guardia celestial.

El guardia se arrodillo ante mi -Alteza acepto mi castigo, pero porfavor investigue a Lía, algo no está bien con ella.

Ignore sus palabras y me dirigí a buscar a Lía, por primera vez en mi vida, sentí miedo, pero ¿Porqué? No logro descifrar los sentimientos que ella genera en mí. Por ahora solo deseo saber que esta a salvo.

Después de un recorrido por el palacio porfin doy con ella. Se encuentraba con Beth.

-Lía ¿Estas bien?.

-Alteza, claro que estoy bien, pero en cambio usted luce algo preocupado.

Lía se acerca a mí y toca mi frente
-¿Acaso esta enfermo su alteza?.

Sus manos son tan suaves, el simple hecho de tenerla cerca me relaja, la necesito a mi lado.

Enseguida Beth aparta la mano de Lía de mi rostro -Una disculpa Príncipe, te recuerdo Lía que no puedes tocar a los Príncipes sin su autorización.

-Príncipe una disculpa, no era mi intención incomodarlo.

-No pasa nada Lía, pero estoy consternado, quiero una explicación urgente ¿Qué hacías platicando con él demonio llamado Uzza?.

Lilith.

Cuando el Príncipe me preguntó sobre mi encuentro con Uzza me sentí perdida, debía inventar una excusa válida, pero mi mete se había quedado en blanco y Beth me miraba con mucha desconfianza.

Ya se me hacía raro que no hubiera vigilancia en la habitación de Zagan, no debí confiarme, ahora estoy metida en problemas.

-Alteza le recuerdo yo estaba buscado a Beth para despedirme de ella, después de la charla que tuve con usted seguí con mi búsqueda pero me topé con ese demonio.

-Lía debiste alejarte él.

-Lo iba hacer alteza, esos demonios me dan mucho miendo, pero él parecía amable, incluso me ayudó a encontrar a Beth.

Empecé a llorar, es la mejor táctica para que no sospechen de mi. -Príncipe le juro que no quería causarle problemas. Enfrentare mi castigo.

Beth me abrazo -Lía aunque esos demonios parezcan amigables, no debes confiar en ellos. Sólo es una fachada.

Seguí llorando aferra al brazo de Beth, de repente el Príncipe Raziel me jala hacia él y me abraza.

-No te voy a castigar Lía, pero me preocupa que te vayan a lástimar, recuerda que no cuentas con la magia suficiente para defenderte.

Correspondi al abrazo del Príncipe, es mi oportunidad para irme ganando su confianza, mi plan debe funcionar.

Por desgracia llegó la Princesa Elea para arruinar el momento. -Raziel ¿Qué haces abrazando a Lía?.

El Príncipe un poco apenado me suelta, limpio mis lagrimas delante de la Princesa luciendo como un pobre ángel triste.

Ella me ve desconsolada -¿Porqué lloras Lía?.

Agacho mi cabeza -Cometí un grave error Princesa, hoy me encontré con uno de los demonios que están de vista en él Cielo, me pareció que tenía buenas intenciones y dejé que se acercara a mí, pero solo le platique de mi vida en la Tierra, eso es todo Princesa.

La Princesa toma mi mano -Por eso tome la decisión de moverte a los invernaderos, hoy mismo debes abandonar el palacio.

Volví a llorar tenia que parecer lamentable -Princesa no quiero ir, se que debo obedecer sus órdenes, pero ahora me doy cuenta que voy a extrañar mucho a mis amigos, estaré sola de nuevo.

-Lo siento Lía, pero ese demonio tiene malas intenciones contigo, es obvio que eres un blanco fácil para ellos.

-Muy bien Princesa.

El Príncipe interviene en nuestra conversación -Lía no va a ninguna parte Elea.

-¿Qué dices Raziel?.

-Lía ahora será una de mis doncellas, no te preocupes bajo mis cuidados no le pasara nada.

La Princesa estaba indignada con la actitud del Príncipe, por dentro yo reía de felicidad al saber que estaré más cerca de cumplir mi objetivo, enamorar al Príncipe será más fácil de lo que imagine.

El Príncipe me tomo de la mano, limpió mis lágrimas -Tranquila conmigo nada malo te pasará, no llores, a partir de este instante pasas a ser parte de mis súbditos.

-¿Entonces me puedo quedar en el palacio?.

-Claro Lía, no es necesario que te despidas de nadie.

-Muchas gracias Príncipe, le juro que no voy a meterme en más problemas, le seré siempre fiel.

Hice una reverencia y me fui con Beth a mi habitación. En todo el camino nadie dijo ni una sola palabra. Pero en cuanto cruzamos la puerta de nuestra habitación Beth rompió el silencio.

-Lía fuiste muy imprudente el día de hoy, pero lo más extraño es él comportamiento del Príncipe.

-¿No sé a qué te refieres Beth? El Príncipe es un ángel lleno de bondad, simplemente entendió que me equivoque, te prometo que no volveré a acercarme a esos demonios, ya aprendí mi lección.

-Eso espero Lía, me voy a descansar.






Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora