La Princesa le ordenó a todas sus doncellas incluida Rose que se retiran para charlar a solas.
-Cuéntame Lía, ¿Qué tal tus nuevas actividades en la biblioteca Real?.
-La biblioteca es un lugar muy interesante, me agrada trabajar ahí.
-Ya me imagino que si. Veo que aún no pruebas el pastel.
Debía hacer un pequeño sacrificio y comer un poco de ese pastel, los demonios no toleramos lo dulce, para nuestro paladar es un sabor horrible, aunque esta clase de alimentos no afectan a nuestra salud preferimos no consumirlos.
Con la pequeña cuchara dorada tome un poco de ese pastel de frambuesa, lo puse en mi boca.
-Esta delicioso Princesa.
-Me agrada que te guste, ya que será lo último que comerás por los próximos días, en las celadas de castigo tendras prohíbido cualquier tipo de alimento.
-¿Cómo?.
Deje caer la cuchara que sostenía mi mano, acaso dijo celdas de castigo.
-Al parecer te sorprendió mi comentario, pero te voy a explicar más a detalle la situación. Como futura Reina del Cielo es mi deber castigar a los ángeles que se atreven a sobrepasar las reglas de este Mundo.
Ella me miró fijamente a los ojos -Lía te atreviste a seducir al Príncipe, es una gran ofensa para nuestro Reino. Eres un simple ángel, no tienes derecho a pensar en él como pareja.
-Princesa debe haber un error.
-Lía yo misma vi con mis propios ojos como te atreviste a besar al Príncipe en la biblioteca.
-Tiene razón Princesa me equivoque, ahora entiendo que hice mal.
-Me alegra saber que reconoces tus errores y estoy segura que en las celadas podrás reflexionar aún más.
Apretaba mis puños con fuerza, como se atreve este ángel a hablarme con tanta soberbia, yo siendo un demonio me siento humillada, pero lo más grave es que si me encierran en dichas celdas no podré regresar con mi hermano y Uzza al Inframundo.
Al no tener poderes opte por hacer a un lado mi orgullo y fingir debilidad para evitar a toda costa el castigo.
Un par de lágrimas calleron por mis mejillas -Princesa usted es un ángel misericordioso, perdone mi gran atrevimiento, no quiero estar encerrada, me da mucho miendo la oscuridad.
-Eso lo debiste pensar antes de cometer tal error, para tu desgracia Raziel esta conforme con este correctivo.
-¡Qué! El Príncipe jamás dejaría que yo sufra.
-¡Lía despierta! No puedes confundir amabilidad con amor.
De repente un grupo de guardias entraron al jardín y me tomaron de los brazos dejándome inmóvil, intentaba safarme de ellos pero fue inútil.
La Princesa con voz de victoria dio la orden -¡Llevensela a las celdas de castigo!.
-Como usted ordene Princesa.
Decidí no luchar más, pero el odio hacia Elea se acumulaba en mi alma, por ahora ella tiene una victoria pero esta no es la lucha final, cuando la tenga frente a frente la haré pagar.
Llegamos a un calabozo, bajamos un montón de escalones, todo el camino solo estába iluminado por pequeñas luces a los lados, la verdad no es tan diferente al Inframundo, estamos acostumbrados a la oscuridad.
Llegamos al final de las escaleras, había un montón de celdas en todo el pasillo, mientras avanzábamos me percate que no había prisioneros, todo se veía vacío, nos detuvimos a medio camino, un guardia abrió la celda donde me iba quedar por varios dias.
-Lía este será tu lugar de ahora en adelante, cuando la Princesa ordene tu liberación personalmente te escoltaremos a la salida.
Me quedé en silencio, los guardias se fueron, el lugar permanecía iluminado por una pequeña luz que había en la parte de arriba, tenía una pequeña cama, una silla y una pequeña mesa. El cuarto era muy austero.
Me quedé observando a mi alrededor, la iluminación es muy tenue pero al ser un demonio logro visualizar todo el lugar sin problemas, nosotros los demonios podemos ver aunque estemos en completa oscuridad.
Fue interesante darme cuenta que en la celda de enfrente había una mujer, cabello castaño largo y rizado, su piel morena la hacían lucir muy bella, se veía triste, decidí platicar un poco con ella.
-Hola.
Me ignoro por completo, es como si no le importara nada de lo que sucede en su entorno, aclare mi garganta y le volví a saludar.
-Hola ¿Cómo te llamas?.
Volteó a verme -Me llamó Jana.
-Mucho gusto Jana, yo soy Lía.
-El placer es mío Lía. Es muy raro que alguien esté encerrado aquí, por lo general los ángeles suelen portarse bien.
-Soy un caso especial Jana. Puedo saber ¿Porqué estas aquí?.
-Mi pecado fue enamorarme. Es todo lo que puedo decir.
-Entiendo, si no deseas hablar de ello esta bien.
Deje la conversación con Jana a un lado y decidí enfocarme en recuperar mis energías, ahora que iba a estar encerrada procedí a descansar para estabilizar mi cuerpo ya que mientras pasaba más tiempo en el Cielo me debilitaba.
Pasaron los días y los guardias solo le llevaban alimentos a Jana mientras que a mí me ignoraban, aproveche para realizar ejercicios de meditación e intentar liberar mis poderes pero fue inútil, el sello que mantiene mi magia dormida sigue intacto.
El encierro me estaba desperando, si alguien no viene por mí, voy a cometer una locura, lo más extraño es que Jana siempre se ve tan calmada, es como si hubiera aceptado esta vida tan miserable.
Un guardia celestial se acerca a mi celda lo cual se me hizo raro, ya que ellos nunca me dirigen la palabra, pero al ver su rostro me dio tanta tranquilidad -Hermano ¿Cómo lograste entrar?.
-Lilith no hay tiempo que perder, necesito sacarte de aquí y regresar a nuestro mundo.
-Muy bien.
Me hice a un lado para que Zagan pudiera romper la cerradura de la celda con su magia, pero fue inútil.
-Lilith está celda tiene una cerradura especial, mi magia no está funcionando.
-Debe ser una cerradura encantada, se dice que la única forma de abrirlas es con su llave original.
-Utilice un poco de magia para dormir a los guardias, Uzza los esta vigilando pero mi hechizo no va durar mucho tiempo, necesito volver sino van a descubrirnos, supongo que la llave la tiene la Princesa, veré la forma de robarla, por favor ten paciencia Lilith.
-Será mejor que regreses, te estaré esperando hermano.
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Un Amor Hecho Pedazos (Angeles Y Demonios)
FantasyLilith es la futura Reina del Inframundo pero tiene un problema, su magia se encuentra sellada por un viejo hechizo de sus padres. Su misión es encontrar la forma de liberar su poder. Raziel es el Príncipe del Reino Celestial y futuro Rey. Junto con...