Capitulo 5

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Mientras me paraba al lado de la camilla junto a mi pobre víctima de choque, el cual no dejaba de decir que no tenía nada, mis hijos jugaban atrapadas en un espacio reducido el cual era compartido con muchas camillas y alguna de ellas estaban ocup...

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Mientras me paraba al lado de la camilla junto a mi pobre víctima de choque, el cual no dejaba de decir que no tenía nada, mis hijos jugaban atrapadas en un espacio reducido el cual era compartido con muchas camillas y alguna de ellas estaban ocupadas por personas que me miraban hartos del ruido que mis dos parásitos producían, mi paciencia se iba agotando, era la segunda vez que les ordenaba a mis bendiciones a permanecer quietas, pero como el Karma es una perra y muchos años atrás mi madre estaba en mis zapatos, ellos no me hicieron ni una pizca de caso.

Si bien ser mamá te ayuda a desarrollar una paciencia que no creías capaz de obtener, esto me estaba poniendo de los nervios , y eso se podía observar fácilmente en la vena que resaltaba en mi cuello o en el leve temblor de mi ojo izquierdo.

-¡Mia y Mateo, vienen acá ya mismo!- Mi grito latino retumbó por todo el cuarto del hospital, logrando detener las palabras repetitivas de mi víctima, los murmullos de los ojos juzgadores y los pasos de mis dos hijos, quienes lentamente se dieron vuelta con precaución, y al ver mi mirada de "Si no vienen ahora les daré un chancletazo en medio del hospital", corrieron más rápido que flash y se sentaron en los pies de la camilla de mi víctima con ayuda de una mini escalera de madera.

-Vaya tenemos buenos pulmones por estos lados ¿No Yaqui?- Un doctor rubio del olimpo ingresó al cuarto junto a una enfermera de estatura baja y una sonrisa nerviosa.

Son estos momentos en los que me doy la oportunidad de comparar a los doctores de mi país con estos doctores gringos. -Soy Carlisle Cullen y hoy seré su doctor- Dijo con una sonrisa que vaciló por un momento al escuchar el gruñido de mi víctima.

Rápidamente miré a mi víctima para asegurarme que no me había traído a un perro en vez de a una persona, al verlo y reconocer que era una persona me di la vuelta con una sonrisa para la presentación al que fue mi marido en mi otra vida.

- Hola, soy Evangelina pero puedes llamarme Eva- Me presente con un beso en su mejilla, la cual por cierto estaba fría como un templo, lo que me hizo recordar al adolescente del supermercado. -Estas pequeñas salamandras son Mia y Mateo, mis hijos- Le presento mis bendiciones, mientras ellos lo saludan con sus ya comunes sonrisas traviesas. -Y este señor es Jackson Black, si como Jack el destripador, pero espero que no lo sea, en fin es mi víctima, lo atropelle con mi carro sin querer y quería ver si estaba bien, ya sabes no quiero una denuncia o cargar en mi conciencia su muerte- Terminó con una broma de la cual logró sacar un par de sonrisas.

-Un gusto, bien veamos- El doctor Cullen se acerca a Jackson y este se pone rígido mientras empieza a temblar levemente y su rostro hace una mueca de asco.

-Jackson ¿Estás bien?- Le pregunto mientras coloco mi mano en su brazo. El dirige su mirada hacia mí y poco a poco empieza a volver en sí.

-Mmm, si, solo no me gustan los hospitales, ya sabes muertes, abunda el aire a muertos- Responde mirando al doctor Cullen de reojo.

Asiento levemente con la cabeza un poco confundida por sus palabras y dirijo mi atención a mis niños, los cuales comían dos chupetines redondos sacados del bowl de vidrio que estaba en los pies de la cama que supongo, eran para los pacientes.

-No fue nada grave, puedes tener una ligera conmoción, por lo general, los efectos son temporales, pero pueden consistir en dolores de cabeza y problemas de concentración, memoria, equilibrio y coordinación, así que mientras no hagas ningún movimiento brusco estarás a salvo de una posible caída.- El doctor Cullen dice mientras se saca los guantes de látex, y me sonríe colocando las manos en la cabeza de mis pequeños. -Son unos preciosos jovencitos, tal y como su madre.- Las palabras que iba a decir se me quedan trancadas tras el abrupto movimiento que hace Jackson al levantarse y quedar frente a frente con el doctor Cullen, creando un escudo, el cual separaba a mis hijos del doctor; Moviéndome lentamente le colocó una mano en el hombro a Jack al ver el leve temblor que se producía por todo su cuerpo.

-Jack, ¿Quieres que te lleve a tu casa?- Preguntó suavemente al ver como sus temblores cesan y me mira con una sonrisa, mientras asiente lentamente.

Despidiéndome del doctor Cullen y colocando devuelta los abrigo a los niños, nos retiramos del hospital los cuatro.    


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Holaaa ¿Cómo están? Bueno como ya saben Jackson es un Metamorfo por lo cual no es novedad que sienta el instinto de protección hacia su impronta (Nuestra protagonista) por la leve amenaza que implica el hermoso chupa sangre Cullen. 

 Si quieren un capitulo narrado desde la perspectiva de Jackson cuando recién la conoce voten y comenten, ayudaría muchísimo.  

Espero que disfruten este capitulo y no se olviden de votar #Noaloslectroresfantasamas :)

Cordiales saludos, Indoma.

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