Capítulo 38

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Las horas habían pasado más rápido de lo esperado, el miedo estaba presente en todos, la sola posibilidad de que al salir por esas puertas alguno de ellos no volviera, la posibilidad de no volver a ver a Jackson, de no poder expresarle nuevamente lo importante que es para nosotros, el miedo de perder a alguien de la manada. Ahora entendía más que nunca el sufrimiento de las familias cuando un soldado partía a la guerra, con la incertidumbre de ver si volvían en persona o simplemente se paraba un desconocido en tu puerta a darte el pésame. 

Estábamos todos en nuestra casa, toda la manada con sus respectivas parejas, mi hogar era uno de los más seguros y alejadas de todo el disturbio. Luego de despedirnos de todos decidí que no me había despedido suficiente del moreno que robo mi corazón y me trajo esa dosis de felicidad que me faltaba.

-Regresa a mí, por favor, no sabría que hacer sin ti en mi vida Jackson, eres mi alma gemela, te amo precioso.- Le susurro mientras miro intensamente sus ojos chocolates que tanto me fascinan.

-Siempre volveré cielo, siempre volveré a ustedes, los amo, déjales un beso de mi parte a nuestros bebes, nunca lo olvides preciosa, eres lo mejor que me paso en la vida, ustedes tres lo son- Me susurro con una sonrisa para luego fundirnos en un beso desesperado, lleno de miedo e incertidumbre.

La manada ya estaba afuera esperando impaciente, cuanto más temprano iniciara todo más temprano volverían a sus hogares. 

Con un suspiro lleno de terror los vimos partir, la opresión estaba latente en mi pecho, un mal presentimiento inundaba todo mi ser y no podía hacer nada para cambiarlo. 

-Volverán querida, ellos son más que fuertes.- La mano de Emily me rodeo los hombros tratando de reconfortarnos a ambas.

-Si, yo se que lo harán, en cuanto menos los esperemos interrumpirán en esta habitación pidiendo comida como siempre.- Dije tratando de ser positiva y ayudar a todas las huellas.

Cada segundo que pasaba era más tenso que el anterior, los niños dormían en la habitación más segura de la casa, la habitación donde solo podía entrar alguien por la puerta que daba a la cocina donde estábamos todas, y por mi cadáver pasarían alguien que no fuera yo o las improntas por esa puerta. 

El silencio llenaba la casa, a pesar del sonido distante de las chicas en la cocina. Me sentía atrapada en un mundo de pensamientos tumultuosos, donde el tiempo parecía estirarse infinitamente. Mi cuerpo, pesado y entumecido, apenas respondía a mis intentos de moverme. Cada segundo se convertía en una eternidad, y la espera se volvía cada vez más angustiante.


Mi mente era un campo de batalla, donde las emociones se enfrentaban en una lucha constante. Sentimientos de orgullo y admiración por Jackson se mezclaban con una profunda sensación de soledad y desesperación. ¿Cómo podía estar tan orgullosa de su valentía al luchar contra esos chupadores de sangre, cuando su ausencia dejaba un vacío insondable en mi vida? Cada recuerdo de sus risas contagiosas y sus suaves caricias parecía una daga clavada en mi corazón, recordándome lo que estaba en juego.Al principio, el miedo había sido solo una sombra en el fondo de mi mente, una preocupación constante pero manejable. Sin embargo, con cada hora que pasaba sin noticias suyas, el miedo se había arraigado más profundamente en mi ser, envolviéndome en su abrazo helado. ¿Y si algo le había pasado? ¿Y si nunca volvía a verlo? Estas preguntas me perseguían constantemente, alimentando mis peores temores y debilitando mi espíritu, el mundo parecía moverse a cámara lenta a mi alrededor, mientras yo luchaba por mantenerme a flote en un mar de incertidumbre y ansiedad.

-Eva, Eva.-El grito asustado de Emily me hizo salir de mis pensamientos.

Con un movimiento me señalo hacia afuera donde estaba Billy en su silla de ruedas mirando hacia el fondo del bosque asustado.

-Em, cierra todo, te encargo a mis hijos, no salgan por nada del mundo, tengo un mal presentimiento.- Rápidamente con el corazón en la boca cerré la puerta detrás de mi.

Empece a correr al ver que dos figuras se acercaban con velocidad sobrehumana al anciano, con una velocidad sobrehumana casi igualando a los dos vampiros atravesé el campo empujando fuera del alcance a la mujer más próxima.

-Sal Billy, escóndete.- Mi voz salio oscura algo que en otra situación me hubiera preocupado.

La chica vampiro era rubia, sus ojos rojos me indicaban perfectamente a que grupo pertenecía, atrás de ella un muchacho morocho se escondía con miedo detrás de un árbol.

-Creo que te equivocaste de batalla pendeja.- Mi argumento fue constatado por siseo peligroso 

La vampira, una sombra viviente, era un torbellino de oscuridad y violencia. Sus colmillos relucían bajo la luz del sol, sus ojos carmesí destellaban con sed de sangre mientras se lanzaba hacia mi con la velocidad de un relámpago.

3ra Persona

El choque de fuerzas era casi tangible. Cada golpe era como el estruendo de un trueno, cada esquiva una danza mortal. La humana desataba torrentes de energía que cortaban el aire con su intensidad, mientras que la vampira respondía con garras afiladas y una fuerza sobrenatural.

Se encontraban enfrascados en una batalla que desafiaba las leyes de la naturaleza. Cada movimiento era una danza de vida y muerte, una coreografía de destreza y ferocidad que se desplegaba en el espacio abierto frente a la casa.

La humana, imbuida con poderes similares a los de la vampira, se movía con la agilidad de una pantera. Sus ojos, brillantes con determinación, rastreaban cada movimiento de la vampira, mientras sus músculos se tensaban en preparación para el próximo ataque.

El suelo se estremecía con la ferocidad de su enfrentamiento, levantando polvo y escombros con cada embestida. Los alaridos de batalla resonaban en el aire, mezclados con el sonido de colisión de fuerzas opuestas. Pero ni siquiera el caos que los rodeaba podía romper el silencio sepulcral que reinaba dentro de la casa, donde los hijos de la humana dormían ajeno al peligro que acechaba fuera.

La batalla alcanzó su punto álgido cuando la humana, con una astucia despiadada, logró desarmar a la vampira. Con un movimiento rápido y preciso, clavó una rama en su pecho, agrietando parte de su cuello y enviando un estallido de dolor a través del cuerpo de la vampira. Con nueva fuerza la joven humano agarro la cabeza de la vampira y lo arranco de un tirón. 

La joven se quedó de pie, su pecho subiendo y bajando con la respiración agitada. Aunque herida y exhausta, sabía que había triunfado. Con una mirada de determinación hacia la casa donde sus seres queridos estaban a salvo, se dio la vuelta y se encaminó hacia el interior donde suponía también estaba Billy, lista para enfrentar cualquier desafío que el destino pudiera presentarle.

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Volviii, realmente siento que este capitulo no fue tan bueno, siento que quedaron un montón de cosas para poner.

Que les pareció a ustedes? 

Saludos cordiales, Indoma

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