Capitulo 30

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Besé suavemente sus labios carnosos, mi espalda era presionada contra la mesada de mármol mientras que las manos de Jackson apretaban firmemente mis glúteos, mis manos iban y venían desde su pecho hasta su nuca, podía sentir perfectamente su elevada temperatura traspasando mis prendas de ropa y eso hacía que el ambiente se calentara más de lo que ya estaba. El pitido seguido del microondas nos sacó de nuestro momento y soltamos un suspiro al mismo tiempo cargado de frustración.

-Esto no se quedará así bebe.- Le susurro arriba de sus labios mirando fijamente sus ojos.

-Oh, por supuesto que no se va a quedar así.- Me respondió en un susurro mientras me apretaba ligeramente mis nalgas.

-Cuando se vayan los niños tenemos alrededor de unas seis horas, espero que puedas seguirme el ritmo lobito.- Lo miró de arriba abajo mientras me muerdo el labio, parando unos segundos de más en la carpa que se montaba en sus pantalones,

-Tranquila cariño, estaré a tu nivel, espero que tengas bastante energía, se me ocurren un montón de formas en las que puedes gritar mi nombre .- Me guiño un ojo para luego robarme un beso mordiendo ligeramente mi labio inferior.

Okey, eso fue caliente.

El tema del sexo con Jackson era un tema que todavía no se había concretado, si bien estamos juntos desde hace bastante tiempo y los dos sabemos que somos almas gemelas, no habíamos tenido la oportunidad de conectarnos carnalmente, las ganas desbordaban pero los momentos no eran los adecuados. Si todo salía bien, hoy íbamos hacer cardio juntos y del bueno.


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-Esperen niños, me olvide de las llaves.- Rápidamente corrí dentro en busca de las llaves.

-¿Que buscas?.- La pregunta de Jackson no hace que deje de buscar las llaves bajo los almohadones.

-Las llaves del auto, sin las llaves no puedo prenderlo y si no puedo prenderlo los niños no llegaran a tiempo...- Antes de poder seguir divagando Jack habla.

-Cariño, estan aquí.- Las llaves bailaban en su dedo índice mientras el subía la mano por encima de su cabeza.

-Gracias bebe, eres el mejor.- Le doy un pico y salgo corriendo, cerrando la puerta de la entrada me encamino nuevamente al auto pero luego recuerdo algo muy importante y vuelvo abrir la puerta. -Ya vengo, espérame, si es desnudo mejor.- Le digo con una sonrisa pervertida mientras le hago un baile con las cejas, antes de que pueda responderme salgo corriendo al escuchar el llamado de los niños.

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El día como la mayoría del tiempo se encontraba nublado, una leve llovizna caía en el parabrisas y era limpiado por el limpia parabrisas.

Aunque el tiempo no acompañaba, la joven y pequeña familia no dejo que se apagara su fiel tradición y es por eso que se encontraban escuchando y cantando a todo pulmón como si lo vecinos estuvieran sordos.  

-Siempre me voy a enamorar de quien de mí no se enamora es por eso que mi alma llora, ¡Y ya no puedo más!, ¡Ya no puedo más!, siempre se repite la misma historia....-El tono de llamada interrumpe nuestro concierto de camino a la escuela, bajando rápidamente la música activo el manos libres y atiendo la llamada ignorando los quejidos de mis hijos por interrumpir en la mejor paré, ¿Qué puedo decir? es lo que genera Camilo Sesto con ese temon #Culturizandoalospequeñosconbuenamúsica.

-¿Hola?.- Pregunto al contestar.

-Hola señorita Torris, soy el director  Patrick, era para decirle que la escuela sufrió un daño en los conductores de agua y se tendrán que suspender las clases hasta nuevo aviso.- Un suspiro de frustración sale por segunda vez en mi día.

DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora