-Adiós niños, mamá los ama, pórtense bien.- Me despido de ellos y luego veo como salen corriendo a encontrarse con Peter, del cual los dos se volvieron muy amigos.
-Pero miren que me trajo el viento, si no es mi latina favorita.- Los brazos de Norman me envuelven con afecto mientras me saluda con un beso en la mejilla.
-Pero si es mi Hippy favorito.- Le respondo al abrazo con una sonrisa divertida.
Con Norman al pasar el tiempo nos fuimos acercando más, yo le conté sobre mi ex marido bueno para nada y él me contó de su ex novia buena para nada, simplemente nos acercamos tanto que el se convirtió en mi confidente y el hecho que nuestros hijos fueran amigos solo intensificó la amistad que teníamos, ahora cada vez que podíamos cuando dejábamos los niños nos dábamos una escapadita para tomar una copa de vino o simplemente ir a la casa del otro para sentarnos en el piso y hablar de todo pero a la vez de nada.
-¿Ya estás lista para la cita que tienes con ese bombón de chocolate nativo?.-Me pregunta con una sonrisa y un baile de cejas sugerente.
Norman como buen confidente ya sabía respecto a Jackson, y no, no es gay, él simplemente es un ser humano que sabe apreciar la belleza y el hecho de aceptar que otra persona sea lindo o no, no lo hace menos hombre, palabras de él, no mías.
-Si, el iba a venir conmigo a traer a los pequeños pero me mandó un mensaje diciendo que no podía llegar para acompañarme pero que llegaría justo a tiempo para la hora de la cita, la cual es en menos de treinta minutos y yo me tengo que preparar, así que adiós pequeño adicto al Jazz.- Me despido de él con una sonrisa y el intento de un guiño.
-Adiós, suerte, cualquier cosa me llamas y yo recojo a los pequeños.- Me dice con una sonrisa que expresa sus pensamientos nada puros de lo que podría suceder entre Jackson y yo.
Me subí al auto y avance rápido hasta casa, una vez que llegué me di un baño rápido, depilándome las piernas, axilas y vagina para estar preparada, una no sabe con que situaciones se presentara la vida. Luego del baño me vestí con una lencería roja, un enterito negro el cual se pegaba a mi cuerpo dejando ver el bordeado del sostén de encaje y una botas con tacón para quedar un poco mas a la altura de Jackson.
Al ver que todavía me quedaban unos minutos antes de que llegara Jackson decidí ponerme mi perfume favorito, y terminar de arreglarme el cabello con pequeños bucles.
Hacía tanto tiempo que no sentía estos nervios, esta sonrisa incapaz de borrarse de mi rostro, estas mariposas revoloteando por mi estómago cada vez que pensaba en él.
Sentándome en el sofá donde anteriormente nos habíamos besado decidí esperarlo pacientemente con una sonrisa, al ver la hora me fije que ya habían pasado un par de minutos por lo que decidí agarrar el teléfono para ver si me había mandado algún mensaje pero la casilla estaba vacía y el último mensaje era mi "Estoy pronta ¿Tú?" sin contestar.
Al ver que ya había pasado más de media hora y él no aparecía me senté en el porche de afuera para esperarlo aún con la esperanza y la emoción intacta, pensando que quizás simplemente le había pasado un contratiempo y que si pasaba algo grave me diría, pero eso no pasó, él simplemente no llegó.
No llego ni luego de una hora, ni de dos, mucho menos luego de tres y yo me quede sentada con un montón de sentimientos encontrados, pero esta vez todos negativos, me quedé ahí a esperarlo aún cuando sabía que ya no iba a venir, me quede aun sabiendo que había repetido lo mismo que juré no volver hacer, esperar a alguien que no quiere ser esperado, me arrepentí de ilusionarme con alguien y pensar que era diferente, al fin y al cabo ya había vivido lo mismo con mi ex marido.
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Diamante
RomanceEva Torris era el nuevo cotilleo en el pequeño pueblo de Forks, una latina de complexión pequeña llena de vida que iluminaba el triste y desolado pueblo, siempre se le veía con una sonrisa en su rostro, y observabas fácilmente cómo sus ojos brilla...