Dos semanas que no veía a Jackson, generalmente uno suele acostumbrarse naturalmente a otras personas con la que pasas tiempo, desarrollas un cariño o un leve aprecio a medida que conoces a esa persona, pero con Jack fue diferente, fue diferente en el sentido que el se metió rápidamente bajo mi piel en un abrir y cerrar de ojos, para él fue fácil adaptarse a nuestras vidas o por lo meno eso era lo que dejaba ver, la primera vez que nos conocimos no fueron circunstancias realmente adecuadas, pues lo atropelle y no fue mi culpa, si es verdad que soy una loca al volante, pero esa vez no fue mi culpa.
Soy una persona responsable que asume la culpa cuando la tengo y que pagó por mis errores, como cuando choque el auto de mí tío Marcelo al intentar estacionar de noche, o cuando le choque a este mismo, el muro de ladrillos que recientemente había terminado de hacer mi padre, también asumí la responsabilidad cuando me llevaron a la comisaría por haber chocado con un puesto de verduras por esquivar a un perrito ciego al que por cierto luego de todo adopte. Asumí la responsabilidad cuando estaba aprendiendo a conducir y le choque el buzón a mi vecino el señor Rosendo padre de mi mejor amiga Vannela , pero así como asumía mis responsabilidades también me lavaba las manos cuando no eran mi culpa, por ejemplo una vez en Uruguay iba por una ruta muy transitada cuando dé repente un niño que sostenía un catre para bebes salió volando de la moto en la que iban al yo pasar por su lado y que su padre acelere, ese día me gane un rayón en la pintura de mi auto y un leve remordimiento pero ¿Por qué llevar un catre, con un niño sosteniéndolo como si su vida dependiera de ello?, también me lave las manos cuando un idiota me golpeo cuando fue a estacionar su auto y mi auto golpeo al de atrás y el de atrás al otro, y así sucesivamente. Por eso se que atropellar a Jack no fue mi culpa, incluso no lo atropelle solo le di una caricia con mi auto, osea por favor no todos los días sale un hombre de la nada y mira sin cruzar ¿Acaso no le enseñaron las reglas básicas de supervivencia cuando era pequeño?.
Retomando nuevamente, Jackson se abrió paso a mi vida de forma rápida y ágil, como si ya tuviera experiencia en hacer eso a otras personas, el llego y puso un poquito mi mundo de cabeza, antes de conocerlo estaba segura que solo me dedicaría a mis hijos y a mí, que los sacaría adelante criándolos sola como madre y padre como lo hice desde un principio, me prometí ser un gran ejemplo para ellos y para mi, en todas esas promesas seguro que no estaba volver a enamorarme luego de mi historia con Ernesto, pero llego Jackson con su estilo casual, con su personalidad, con su sonrisa tan brillosa que alumbraba los días no tan buenos, con su piel tersa morena, con su físico espectacular, con sus bellos sentimientos, y sin duda con su vida sobrenatural.
Cuando me lo dijo no lo podía creer, toda mi ideología científica se fue por la borda como el Titanic, todo lo que creí imposible no lo era, todavía me preguntaba ¿Cómo su anatomía se adapta al cambio?. Todo iba bien, de hecho lo estaba absorbiendo bastante bien el hecho de que se pudiera convertir en lo que yo leía de adolescente, pero todo se fue al carajo cuando me habló de la imprimación, mi corazón empezó a latir rápido y los miedos internos me abrazaron, las experiencias se revivieron en conjunto con el dolor quien se abrió paso en mi como un viejo amigo, las inseguridades se metieron hasta lo más profundo de mi ser, y por mi mente pasó lo tan expuesto que estuvo conmigo.
Estas dos semanas fueron un martirio, pero también fueron una fuente de inspiración, para ayudarme a salvarme y a entender el punto de vista de Jackson. Estas dos semanas me ayudaron a ver algo que yo trataba de evitar a toda costa, que me negaba a admitir y eso era que todavía las heridas seguían abiertas, que necesitaba de ayuda profesional para que me brindaran herramientas y que pudiera finalmente empezar a cerrar heridas, para poder avanzar.
-¡Niños, apúrense que llegaran tarde!-Les grite a Mía y Mateo mientras que terminaba de armar sus loncheras.
-Ya estoy mami.- Mateo fue el primero en llegar junto a mi, hoy iba vestido en conjunto con Mia, con un canguro negro, pantalones del mismo color y con sus nuevos zapatos de Cars, que según sus propias palabras "Lo hacia correr más rápido"

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Diamante
RomansEva Torris era el nuevo cotilleo en el pequeño pueblo de Forks, una latina de complexión pequeña llena de vida que iluminaba el triste y desolado pueblo, siempre se le veía con una sonrisa en su rostro, y observabas fácilmente cómo sus ojos brilla...