Diamante

Capitulo 17

Habían pasado casi dos semanas desde el día que Jackson almorzó aquí y se había creado una rutina que ni siquiera planeamos, esta consistía en que el en las mañanas me acompañaba a llevar a los pequeños al cole, luego el se iría a trabajar y me avisaría si podía venir a comer o estaba muy ocupado con el trabajo, los sábados se estaban convirtiendo silenciosamente en una costumbre donde nos juntábamos a almorzar en casa de Billy, y los domingos en casa de Sam con todos los chicos, me daba cuenta que cada vez más nos involucramos de alguna manera en la vida de Jackson, pues sus amigos se volvieron parte de los míos y parte de su familia, Billy y Jacob, también se volvieron parte de la mía.

Estábamos los dos en camino a casa luego de dejar a los pequeños en el colegio, mientras yo manejaba y el estaba de copiloto, con Ricardo Arjona acompañando de fondo y nuestras risas y charlas destacando.

-Quiero mudarme solo, de hecho tengo un terreno en el cual perfectamente puedo empezar hacer mi casa, pero tengo miedo por mi padre, se que puede valerse por sí mismo y que tiene a Jack pero el todavía es adolescente y a pesar de que está trabajando con nosotros no deja de ser un niño.- Jackson habla seriamente una vez que las teorías conspirativas y las risas dejaron de llenar el ambiente.

-Creo que es hermoso que lo quieras ayudar y que te preocupes por ellos, pero en algún momento lo vas a tener que hacer, ya tienes 26 años, necesitas tu espacio, independizarte completamente y hacer tu vida individual, obviamente sin perder el contacto con él y ayudarle de vez en cuando.- Le explico mi punto de vista mientras caminamos hasta la puerta de mi casa una vez bajamos del auto.

-Si, supongo que tienes razón, realmente creo que me tomé muy enserio el papel y me olvide que papá es más fuerte de lo que todos piensan.- Me dice con una sonrisa mientras entrelaza nuestros dedos, acción que se había vuelto común cuando estábamos solos o afligidos.- Muchas gracias, preciosa.- Me agradeció con un guiño y puso un delicado beso en el interior de mi muñeca.

Nuestros ojos se miran nuevamente y la tensión crece tanto que llega a ser casi asfixiante, mis ojos siguieron todos sus movimientos y la simple acción me hace lanzar un suspiro silencioso.

-¿Vas a trabajar hoy?.-Le preguntó en un susurro leve.

-No, hoy Sam me reemplaza en mis horas.- Responde con el mismo tono de voz.

Abro la puerta rápidamente con un asentimiento y lo dejó pasar.- Si quieres podemos jugar un par de videojuegos, tengo un juego de barbies, el FIFA, el mortal Kombat, el rayo McQueen y un montón más ¿Cuál quieres? .- Le pregunto mientras le tiendo los videojuegos.

-Este, ¿A ti te gusta? .- Me pregunta con los ojitos que había aprendido de Mateo mientras me muestra el FIFA.

Con una sonrisa y un asentimiento colocó el juego en la play y le alcanzó su mando.

-¡Quinto gol!, ¿Qué pasa cariño, te voy ganando? .- La voz de Jackson vuelve a llenar nuevamente la habitación mientras se burla y hace su baile de festejo.

-No es justo, es mi primera vez jugando a esto, te abusas de tus conocimientos y tus hábiles dedos.- Le respondo con un pequeño puchero y cruzando los brazos, el se acerca peligrosamente a la comisura de mis labios y deja un beso ahí, mientras acaricia mi mejilla con su mano la cual me rodeaba por los hombros.

-No te enojes hermosa, mira cambiemos de mando y tu juegas con mi cuadro.- Me ofrece su mando para que pueda quedar con su partida.

-No, no quiero ganar con tus goles, voy a ganar por mis medios, ya verás...-Le digo decidida mientras inició nuevamente la partida con su mirada fija en mi.

Luego de un par de jugadas en las que descubrí que me dejaba ganar a propósito, decidí que estaba lo suficientemente indignada como para terminar los juegos, con un ceño fruncido deje el mando en la mesa y crucé los brazos de forma infantil, Jackson larga una carcajada mientras deja el mando al lado del mío y me atrae hacia su cuerpo en un abrazo que logra que caigamos hacia atrás en el sillón.