Capitulo 15

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Mini martón 2/3

-Si quieres puedes sentarte, yo ya tengo el horno prendido para hacer un pollo al horno, ¿Te gusta eso? .- Le pregunto con nerviosismo.- Oh, dioses, no pensé antes de empezar la comida, ¿Qué pasa si eres vegetariano? seguramente me vas a ver como un ser despiadado que mata animales para alimentarse, ¿O que pasa si eres alérgico al pollo? no pensé en eso, perfectamente puedes ser una de esas personas que es alérgica al pollo.- Antes de que pudiera seguir divagando él me interrumpió.

-Ey, hermosa, tranquila.- Rápidamente se acerca a mí y pasa sus brazos por mi cintura, inconscientemente mi cuerpo avanza hasta estar más cerca del suyo.- El pollo al horno está perfecto.- Dice suavemente con una sonrisa mientras sus pulgares dan leves caricias en mis caderas..

-Okey, okey.- Suspiro suavemente.- Empecemos entonces.- Digo con una sonrisa mientras me pongo mi delantal negro que dice "La mejor chef, la mejor mamá y la mejor latina" en español, regalo hecho por mis mejores amigas, Vannela y Nahira, quienes viven en Uruguay y con las que aun nos manteníamos en contacto. A Jackson le ofrezco dos opciones de delantal, uno negro y uno rosa pastel con la imagen de un corazón, al ver que miro atentamente con una sonrisa divertida a el delantal rosa decide tomarlo el.

Empezamos una vez que lavamos intensamente nuestras manos, ya que soy muy insistente con la higiene, mas que nada al empezar una tarea tan personal como lo es la cocina, donde tus manos son las principales herramientas para llevarlo a cabo, ¿Sabían que en las manos por lo general habitan más de 3.200 bacterias de 150 especies diferentes?

-Jack, tienes que cortarlo en rodajas, así.- Le muestro parándome levemente detrás de él, con mi mejilla rozando su brazo, y guiando el movimiento con mi mano derecha arriba de la suya, su calor corporal me abraza junto con un aroma nuevo a perfume que no era el que él utilizaba con frecuencia.- Al tomate, junto con la remolacha, lo vamos a cortar así, pues lo vamos a comer como una ensalada cortando las verduras.- Le digo con voz suave.

-Okey, ¿Así está bien?.- Me pregunta mientras veo como mueve ligeramente su cabeza por encima de su hombro para mirarme.

-Esta perfecto.- Le respondo con una sonrisa mientras miro su piel morena achinarse por el calor de mi aliento, mi sonrisa se agranda involuntaria al pensar lo que puedo lograr con este hombre en unos sencillos movimientos.- Yo seguiré con la zanahoria.- Le aviso mientras estiró levemente mi cuerpo por delante del suyo para tomar dos zanahorias del cajón de las verduras.

El ambiente se notaba cargado de tensión, pero no una tensión incómoda, sino que una tensión acalorada, donde las miradas que compartimos de vez en cuando hablaban más que simples palabras, las sonrisas involuntarias parecía que tuvieran vidas propias, y nuestras manos siempre hallaban una excusa silenciosa para tocarse. Se que estaba jugando un juego en el que cabía la posibilidad de perder, pero era uno de esos juegos adictivos que recién empezaban y sientes la adrenalina del juego y las ganas de ganar, o un libro donde a medida que pasaban las páginas se descubren nuevas cosas y el sentimiento de incertidumbre te embriaga tanto que no puedes parar de leer y cuando te das cuenta terminaste ese libro, en este momento la incertidumbre y la adrenalina estaban jugando un papel tan importante que estaba más que dispuesta a llegar a el final de ese libro o de saber quien llegaría campeón en ese juego.

Una vez terminada toda la comida, nos lavamos las manos nuevamente, yo para ir a buscar a los niños y ya de paso ver qué hacían y él para poner la mesa.

-Ya vuelvo.- Le digo con una sonrisa, recibiendo un guiño que me hace sonrojar.

Caminando por el pasillo llegó a la habitación de juegos de los niños, esta consiste en paredes blancas las cuales la mayoría están dibujadas con crayones, temperas o lápices producto de las imaginaciones de mis hijos, con soles con caras felices, árboles deformes, arcoíris de todos colores menos de los correctos, personas de forma de palos, pequeñas manos de diferentes colores y letras desprolijas formando palabras como "MIA", "MATEIO", "MAT", "MAMÁ" sin tilde o "M Y M" englobados por un corazón chueco el cual deja unas de las iniciales cortadas, también en las paredes estaban pegados alguno que otro dibujo en donde armaban frases más elaboradas como "Te quelo ermanita" o otros dibujos los cuales estaban pegados en la heladera o enmarcados en algunos marcos que se exhiben con orgullo en la entrada o en mi cuarto. La habitación estaba llena de juguetes, con estantes de su altura repletos de juegos de todo tipo, con dos mesitas pequeñas para que puedan dibujar tranquilamente, una alfombra de colores decoraba todo el piso y una carpa abierta descansaba en una punta junto con fresadas, ahí es donde los sábados nos quedamos hasta tarde leyendo libros, aun sabiendo que yo me tendría que ir a trabajar muy temprano al día siguiente, la carpa era alumbrada solo con un par de linternas mientras el resto de la habitación estaba a oscuras.

-Niños, a comer.- Les aviso interrumpiendo la habitación y observando cómo juegan a los superhéroes.- No se olviden de lavarse bien las manos como mamá les enseñó, primero mojamos nuestras manos, luego le echamos el super jabón, luego cantamos el estribillo de la Gallina turuleca. mientras frotamos entre los dedos y las uñas, una vez terminada la canción sacamos el jabón con mucha agua, apagamos la canilla con fuerza para evitar que se pierda agua y secamos nuestras manos con sus propias toallas.- Les indico mientras hago las mímicas.

-Si mami.- Contestan a la par.-Que gane el mejor.- Dicen entre ellos mientras se estrechan las manos y se miran con ojos entrecerrados. Se preguntaran el porqué de sus actitudes, pues bien, es porque cada vez que uno de ellos termina de lavarse las manos, el que tenga mejor olor en ellas gana, es un simple jueguito para que se laven correctamente sus manitos.

Al ver que ellos corrían hacia el baño, decido ir con Jack, al entrar estaba terminando de poner los cubiertos.

-Parece que no, pero estos fueron los más difíciles de encontrar.- Dice moviendo un tenedor en su mano con una brillante sonrisa.

-Me imagino, casi una misión imposible, pobrecito.- Le digo con una ligera burla en mi tono de voz.

-Si, pobre de mí.- Dice con un leve puchero, que me hace mirar fijamente sus perfectos labios.

Antes de poder responder llegan los pequeños y al parecer con mucha hambre. Una vez todos servidos y sentados en la mesa, empezamos a comer.

-¿Necesitan ayuda, peques? .-Jackson les pregunta a los niños al verlos batallar con el pollo.

Con un asentimiento por parte de mis hijos nos encargamos de cortarle el pollo en partes más pequeñas, él a Mia y yo a Mateo.

Con un asentimiento por parte de mis hijos nos encargamos de cortarle el pollo en partes más pequeñas, él a Mia y yo a Mateo

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Holaaa ¿Cómo están?, acá les traigo la segunda parte del maratón y espero que les guste!!

Quiero aclarar que no tengo nada en contra de las personas vegetarianas sino que todo lo contrario, admiro la fuerza que tuvieron (Alguno mas que otros) al dejar de consumir carne, aclaro esto porque en la siguiente parte no quiero que sea tomado como un comentario ofensivo "¿Qué pasa si eres vegetariano? seguramente me vas a ver como un ser despiadado que mata animales para alimentarse"

La gallina turuleca, es una canción que por lo general son cantadas para y por niños (Y no tan niños jajaja)

Acá la canción  por si la quieren escuchar:


Jack y Eva cuando se ven: 

Jack y Eva cuando se ven: 

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Saludos cordiales, Indoma.

DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora