Capitulo XXXIV

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Eran los segundos más largos de mi vida. El médico parecía tomarse su tiempo para responder a una simple pregunta. Si tardaba, por algo sería, pensé. Pero la respuesta no era tan difícil... ¿Algo sucedió con Miranda? ¿Contestar si o no era tan complicado?...

-Sí.-

-¿Que ha pasado?.-

-La hemos logrado salvar. Después de mucho, ella ya se está restableciendo. Ha sido muy fuerte, ¿sabe?.-

-Sí, ella lo es. ¡Gracias a Dios!.-

Me sentía tan feliz por ella, pero no podía completar esa felicidad, porque pensaba en Lindsay y en Grenda...

-¿Hasta cuando deberá quedarse aqui?.-

-Diría que una noche será suficiente. Ya veremos como evoluciona. Es importante que un familiar se quede aqui. ¿Será usted?.-

Estaba en problemas. ¿A quién llamaba para que se hiciera cargo durante mi ausencia?... Miranda no tenía familiares, excepto... ¡María!. A ella debía llamar.

-Aguárdeme un momento, por favor. Ya le confirmo.- dije alejándome para llamar a María.

Marqué su número, y luego del segundo bip, ella respondió.

-Hola, Félix. ¿Cómo estás?.-

-Bien... eso creo. Escucha, Miranda ha tenido un accidente... O algo así. Necesito que alguien venga a hacerse cargo...- me interrumpió.

-¿Qué? ¿Dónde está? ¿Ya está bien?.-

-Sí, calma... Le han cortado la yugular, pero lograron salvarla...-

-¿En dónde está?.-

-En el hospital cerca de casa... Necesito que vengas cuanto antes, y una vez aqui te contaré lo que sucedió.-

-Bien, enseguida voy.-

Colgó ella primero, y yo guardé mi teléfono. Me acerqué una vez más al médico para darle mi respuesta.

-Yo no podré quedarme, pero vendrá una amiga de la familia.-

-¿Y sus padres?.-

-Ella no tiene padres. Ya le he dicho quien vendrá, debería bastarle.-

-Lo siento, yo no sabía... Si me disculpa, tengo que seguir con mi trabajo.-

-Bien.-

El médico se alejó, y minutos más tarde llegó María.

-Querido... ¿Cómo estás? ¿Miranda?.-

-Bien, yo estoy bien.- me abrazó

-¿Que ha pasado?.-

-Miranda y yo fuimos a visitar a Lindsay al orfanato, y descubrimos que Grenda, la gerente de allí, nos estaba engañando con algo, pero no sabíamos que. ¿Recuerdas a Grenda?.-

-Claro, Miranda me comentó sobre ella.-

-Bueno. Yo me quedé con Lindsay, y Miranda se fué a hablar con ella. Pasó mucho tiempo, y seguía adentro de su despacho. Luego de un tiempo, Grenda salió corriendo y tomó a Lindsay, muy apurada. Yo no comprendía nada. Las seguí, y Grenda cargó a la niña en su coche. Se alejaron y no pude seguirlas más. Regresé adentro, y encontré a Miranda en el suelo del despacho de Grenda, con la yugular cortada. El resto sucedió aqui. 

Necesito que te quedes a "cuidarla", por así decirlo. Yo tengo que ir a por Lindsay. Grenda la ha raptado.-

-Tenemos que hacer la denuncia, Félix. Lo bueno de esto, es que Miranda ya está bien. ¿No es así?.-

Obra del destino (Completa). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora