Ya siendo las 23:45, tomé un vaso de agua y me fui a la cama. Mañana era el último día de fin de semana que tendría antes de regresar al trabajo.
Siempre, antes de dormir recordaba lo vivido en el día; pero justamente esta vez no quería recordar nada. No lograba dormirme...
Siguiendo uno de los consejos que una vez en el tiempo me había dado Félix, sobre como dormirme, comencé a pensar en cosas bonitas, y recordé a mis padres.
A los pocos minutos, entré en un profundo sueño.* * * * *
Me desperté 12:30 sin el reloj despertador. Hacía mucho calor. El sol pegaba directo en el vidrio de la ventana y me cegaba. Me había olvidado de bajar la persiana.
Me vestí con una bata de terciopelo verde, y salí de mi cuarto.En la cocina comprobé que aún no habían almorzado. Me pregunté donde estaba María, y automáticamente recordé que hoy era su día libre.
Lo raro de ella, era que a veces se tomaba el día, y había veces que no.
Finalmente, opté por ducharme y más tarde almorzar.Luego de quince minutos, estaba preparando unos simples fideos con salsa, eso bastaría.
Me serví una porción y aún sobraba un poco para el que quisiera comer luego.
Justo antes de comenzar a comer, Cassidy bajaba por las escaleras. Vestía una blusa rosa con volados, y un mini short que hacía juego.-Buenos días, Cassidy.- dije amablemente
-Hola, ¿cómo estás?.-
-Muy bien. ¿Quisieras almorzar conmigo?.-
-Claro.-
Seguramente, luego de aclarar lo de Drake y yo, Cassidy se comportaría mucho mejor conmigo.
-¿Recien te despiertas?.-
-Hace un rato lo hice. Y luego preparé el almuerzo. Hoy es el día libre de María.- dije anticipadamente a su pregunta no formulada.
-Aha.- dijo entendiendo.
Le sonreí.
-Está rico.-
-Gracias. ¿Las cosas entre Drake y tú están mejor?.-
-Prefiriría no hablar de eso, aunque ya hemos aclarado todo. No estamos más juntos- dijo y acto seguido tomó un sorbo de jugo.
-Oh, lo siento.- dije con la cabeza gacha.
-Está bien. Hay muchos peces en el agua.- dijo guiñándome un ojo.
Rogaba que no me preguntara como estaban las cosas entre Félix y yo.
Seguimos almorzando en silencio, y de vez en cuando compartíamos algún comentario.
Al terminar, coloqué los platos en el lavavajillas y Cassidy me ayudó a lavar y a guardar el resto.Justo llegaba Félix de jugar póquer. Lo sabía porque llevaba su morral. Se dirigió a su cuarto.-Bien, un gusto almorzar contigo Cassidy. Gracias por ayudarme.-
-Lo mismo digo.- dijo ella sonriendo y luego se marchó.
Yo decidí irme a pintar, pero mientras subía las escaleras sonó el timbre.
-Allá voy- grité.
Al abrir la puerta, parado frente a mi se encontraba Nicholas. ¡Lo había olvidado! Ultimamente estaba muy despistada.
-Hola Miranda. Traje mis maletas.-
-Bien, pasa.- dije sin siquiera saludarlo.
-Bonita casa- comentó él.
-Gracias.- sonreí falsamente.
-¿Dónde me instalo yo?.-
-Hay dos cuartos arriba, son los que quedan.-