Capitulo XL

38 5 2
                                    

**ÚLTIMOS CINCO CAPÍTULOS**


Mis ojos iban de Félix a Nicholas y de Nicholas a Félix. Nicholas esperaba una respuesta que tal vez nunca llegaría... aunque ya sabía que Félix había hurtado su dinero. ¿Sería capaz él de confesárselo? Pronto lo descubriría...


-¿Puedes contestar?.- preguntó Nicholas más nervioso mientras se acercaba lentamente en su silla de ruedas hacia nosotros.


-Sí, he sido yo. Lo siento.-


-¿Como has podido hacerlo? ¿Eres cleptómano o algo así acaso?.-


-No, no lo soy. Pero necesitaba el dinero, y siendo franco, a ti no te conocía y no me importaba en absoluto... además, eras el ex novio de Miranda.-


-¿Y eso que tiene que ver?.-


-¿Qué tiene que ver? Hace unos meses, solo le pedías de regresar, pero ahora, es algo personal. La has besado...-


-Sí, es cierto.-


-¿Y te crees con el derecho de hacer algo así? ¿Sabiendo que tiene novio?-


-No lo he pensado. Yo aún sigo enamorado de Miranda, y eso nada lo va a cambiar. No puedes prohibir mis sentimientos.-


-Claro que no.- dijo Félix, resignado. -Además, veremos que decide la señorita aqui presente...- dijo mirándome, esperando una respuesta.


-Félix... no ahora, por favor.-


-Pero aclárale a Nicholas, con quien estas ahora, y con quien elijes estar también.-


-Pues... yo estoy contigo Félix. Lo sabes... Y... el beso de Nicholas... ha sido solo un impulso de su parte. Sabe que no lo volverá a hacer. ¿Cierto Nicholas?.-


-No puedo prometer algo asi...-


-Nicholas, por favor.-


Tan solo quería que esto se acabara lo más pronto posible. No podía soportar situaciones de este tipo, y mucho menos por mi. Ser el centro de atención era algo que ya no me gustaba hacía bastante tiempo. Y mucho menos romper corazones.


-Está bien. No seguiré con esto, por ti Miranda. Solo por ti.-


-Bien. Hablaremos luego.-


Nicholas se alejó en la silla de ruedas, y Félix se marchó a su habitación. Me había quedado sola, cuando mi intención era aclarar las cosas con lo que se suponía que era mi novio. Claramente no actuaba como uno...

Sentía cierto remordimiento por el beso de Nicholas. Porque si bien nosotros dos ya no eramos nada, aun tenía un cariño por él, ya que él había decidido terminar conmigo... cuando yo sinceramente lo amaba. Luego de un tiempo, lo olvidé. Cuando regresó a mi vida, no le presté mucha atención, hasta el día de hoy. Sumado todo lo que hizo por Félix y Lindsay... se había comportado como un verdadero caballero.

Y yo estaba en contra de sentir algo hacia él. Si yo quería a Félix ciertamente, no debía de estar pensando en otras personas...


* * * * *

Los días pasaron, y todo con Félix seguía igual. Si bien habíamos tenido una conversación, el no me creía... y ciertamente, estaba en lo correcto por un lado.

Por otro lado, Con Nicholas, las cosas se fueron aliviando, y ya parecía no demostrarme que aun me veía con otros ojos.

En el trabajo las cosas estuvieron como siempre, y no me trataron diferente por lo del accidente. Si me preguntaron como estaba, seguramente por cortesía.

Lindsay había comenzado el jardín, y como iba a la mañana, era Félix el que la llevaba y la iba a retirar.

Yo... simplemente seguía siendo yo. Desconcertada por todos los hechos y sucesos que habían ocurrido en esta última semana.


* * * * * Flash Back * * * * * *

Un día pintando como solía hacerlo habitualmente, guardé la nueva pintura donde siempre, y saqué las tres que había finalizado hacía bastante tiempo.

Estaba la niña, que ahora sabíamos quien era, con el barrilete... El cofre del dinero de Nicholas... y por último, la joven rubia que parecía estar en lo que era una casa.

Ésta última aún no se había vuelto realidad, creía yo. Pero luego de unos minutos, mientras recordaba todo lo que había pasado hasta el momento, la respuesta sola invadió mi mente... La ex novia de Félix.

Esa era la chica rubia... Estaba segura.

Pero... si yo lo había retratado, y como siempre pasaba, algo ocurría con esa pintura, esta última me quería decir algo, una vez más.


Si su novia, Kira, estaba de regreso, algo quería... ciertamente era así.


Y poco a poco, comencé a notar que Félix, salía por las tardes como solía hacerlo cuando jugaba Póquer. Pero estaba segura que no iba a hacer eso exactamente. Y si le preguntaba, seguramente no me iba a decir la verdad.


Sin pensarlo dos veces, lo seguí como aquella vez, cuando no sabía adónde salía y por qué tardaba tanto.

Seguramente el no advirtió mi presencia... porque jamás volteó para ver que lo seguía.


Luego de unos minutos, llegó a la plaza donde muchas cosas habían pasado. La más importante de ellas: haber conocido a Lindsay.


Félix se sentó en uno de los bancos perfectamente pintados. Estaba a la espera de que llegara alguien, porque miraba a su alrededor y hacia todos los lados posibles.

Segundos más tarde llegó Kira... tal como lo imaginaba.

Lo saludó muy cariñosa, y se sentó a su lado.


Estuve como treinta minutos detrás del árbol a unos metros de ellos. No oía lo que hablaban... pero tenía una vista perfecta de lo que sucedía.


Minutos más tarde, y ya casi faltaban quince para que se completara toda una hora... noté que Kira se comenzó a acercar mucho más a Félix. Si bien el banco era reducido, tenían suficiente espacio para separarse.


En un flash de segundos, la boca de Félix se encontró con la de Kira, y ambos se fundieron en un beso.

Era lo peor que podría haber visto luego de todo lo sucedido con él y con Nicholas.


Y siendo como era, no podía quedarme de brazos cruzados... pero tampoco pretendía crear una escena en frente de toda la gente que pasaba caminando por el parque.


Debía tomar una decisión, y rápido... porque los celos me consumían a toda prisa, y pronto estallaría...


Y en ese entonces me decidí...

Obra del destino (Completa). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora