Prólogo

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"Dedicado a Dahara, quien por nacer del miedo me volvió la persona más valiente. Y a Deimos, quien me enseñó que el miedo no es mas que un impulso."






En este mundo las personas o seres, como nosotros, no tienen cupo. Nos odian, nos aborrecen. Cada que saben de la existencia cercana de alguno de los nuestros, lo queman, lo asesinan a sangre fría, sin piedad o compasión alguna.

Para ellos no somos nada.

Y nunca lo seremos.

Pero es que no todos son iguales…

Hay una diferencia, hay diferentes tipos de personas. Unos como Demos, que no juzga sin conocer, que ve más allá de lo exterior, que coloca a todo aquel en la misma posición como iguales, como seres vivos sin importar qué o quién sea. Y luego están como él; Argus. Un hombre joven, un rey inexperto, un ser miserable que caza brujas y magos como la peor escoria del universo. Su familia y él son lo peor del jodido mundo, los verdaderos monstruos.

–¿En qué tanto piensas?–Preguntó Demos, sin siquiera mirarme.

El hombre a mi lado se encontraba recargado a la verja del enorme palacio. Su mirada sobria, indiferente, fría como siempre, se perdía en la oscuridad de la noche.

Desde que llegué él a sido el único que me ha tratado como una persona. El único que le ve valor a mi vida. Mi único amigo.

–En lo miserable que es mi vida– respondo, tras soltar una bocanada de aire.

–¿Miserable? No, jamás. Cualquier mujer daría lo que fuera por estar casada con el encantador, apuesto y bondadoso rey. ¿Cómo puedes llamarte miserable? – sus palabras sarcásticas resonaron en mis oídos.

Claro, cualquier mujer daría lo que fuera por estar en mi lugar, pero yo no soy cualquier mujer.

Soy su peor enemiga.

Yo soy una bruja.

Y por desgracia de todos, su esposa.

DAHARA: La guerra de los dioses ( Los condenados #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora