Capitulo 27

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"Apolo"

*capítulo sin editar*

Dahara

Habían pasado dos semanas desde la boda y una desde la coronación. Regulus y yo peleábamos cada cinco segundos pero por lo menos ya no intentábamos asesinarnos mutuamente, ahora podíamos mantener una conversación relativamente sana.

Varios reinos habían enviado cartas pidiéndole explicaciones de porqué se había casado con una bruja. Él no respondió ninguna.

Demos pidió permiso para viajar. Regulus accedió a regañadientes, pues no quería que Demos fuera solo sin ejército, pero no iba solo, iba con Draur. Cosa que preocupó aún más a Regulus.

—Por favor, cuida bien a Dahara, no le despegues el ojo ni un segundo. Mantenla a salvo de todo lo que le de miedo—las instrucciones de Demos a Regulus eran un tanto exageradas.

—¿Qué le da miedo?

—El agua, por si se ahoga. La ropa, por si se asfixia, la mañana, la tarde, la noche. Las tormentas, sobretodo las que traen rayos. No te alejes de ella si hay tormentas con rayos porque se infarta, son su peor pesadilla. También le dan miedo las arañas, las lagartijas, los pájaros, las hormigas, la comida, los espejos, el mar, el aire...

—Mejor dime qué no le da miedo.

—Diaval.

—¿Qué más?

—Ya es todo.

—¿Por qué te da miedo el aire?—preguntó Regulus un tanto divertido.

—Qué tal si respiro de más y me ahogo.

—¿Con aire?

—No, con agua.

Regulus frunció el ceño.

—Sí, con aire, idiota.

—Dahara.

—Ya, perdón.

—Muy bien, Dahara, prométeme que no vas a alejarte de Regulus en ningún momento y que vas a evitar que se meta en problemas.

—Lo intentaré.

—Debes prometerlo. Es necesario para que me pueda ir seguro y tranquilo.

—Está bien—prometí desganada.

—Por nada del mundo se alejen de Halaác hasta que vuelva. Si ven algo extraño me envían un mensajero o algo. Si pasa algo igual. Si algún dios se les acerca procuren no hacerles mucha plática.

—Tranquilo, Gea nos protege.

Durante la celebración de la boda llegó Gea. Se veía más sana y al parecer ya no estaba enferma. Nos felicitó por nuestra unión y nos dijo que desde ese momento estábamos bajo su protección, sin importar lo que pase ella nos defenderá y nos protegerá. Este juramento no solo fue de palabra ya que la diosa creó un lazo inquebrantable que la unía a nosotros y a su promesa. Demos palideció cuando lo vió, creo que ni él ni nosotros esperábamos eso.

DAHARA: La guerra de los dioses ( Los condenados #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora