“Un vampiro llamado Draur”
Dahara—¿Recuerdas que debes hacer?
—Por milésima vez ya te dije que sí, Regulus.
Toda la mañana el rey me estuvo repitiendo lo mismo, asegurándose de que no se me olvidará nada. Y también asegurándose de que no intente traicionarlos.
—Si nos traicionas…
—Me muero, ya sé —me apresuré a decir.
—Bien, nosotros nos quedamos aquí. Te recuerdo que nadie te ayudará.
Regulus se encontraba sentado en una silla acolchonada, con los pies sobre la mesa y las manos tras la cabeza, despreocupado.
—Mínimo pueden acercarse, ¿No?
—Aquí no nos ven en caso de que te asesinen.
—Muchas gracias por el apoyo — solté con sorna
Demos me acompañó sólo hasta la salida del campamento, pues no tenía permitido alejarse más.
—¿Tienes miedo, Dahara?
—Yo jamás he tenido miedo —mentí
—Puedo oler tu miedo, no tienes que ocultarlo. —se detuvo, y yo con él.
—La verdad sí, estoy aterrada, no sé que hacer mis hermanas siempre me dijeron que era una cobarde y es cierto, “Dahara no seas miedosa”, “esta noche Hadad te castigará por miedosa con una tormenta”, “eres la más cobarde de todas” siempre lo decían y tenían razón yo … — farfullé
—Dahara, respira.
Puso sus manos sobre mis hombros, estábamos cara a cara. Demos lucía preocupado, me miraba con desazón.
—No voy a poder. —mis manos temblaban y comenzaban a sudar.
—Si vas a poder, no eres una cobarde.
—Claro que lo soy.
—No, no lo eres, ¿sabes por qué? —su cabeza se inclinó con ligereza —porque ser valiente no significa carecer de miedo, los valientes son aquellos que se enfrentan a las situaciones a pesar del miedo.
No sé si sus palabras tenían alguna clase de poder mágico porque de verdad, de alguna forma u otra logró reducir mi pavor, aún seguía ahí pero con menos intensidad. Mis manos ya no temblaban.
—Sé que tienes miedo, pero mírate, sigues aquí con la intención de intentarlo a pesar de creer que descansarás. Eso es algo muy valiente. —me dedicó una sonrisa tranquilizante —Tú solo has que te teman.
—¿Y cómo haré eso?
—El secreto para que te teman, es no temerle a nada.
—Si ese es el caso entonces estoy perdida. —suspiré rendida.
—Solo deshazte de ellos, solo eso.
—Solo eso. —repetí en voz baja.
Abracé a Demos para despedirme, era reconfortante tenerlo tan cerca, me hacía sentir segura y la persona más valiente del mundo.
—Gracias. —me separé de él con dificultad.
—Lo harás bien, eres valiente, Dahara. Confío en ti, después de todo pudiste con dos trols y un titán.
—No me recuerdes eso.
—Solo son vampiros, puedes con eso y más.
Di un último suspiro y comencé a caminar por el bosque, los árboles no tenían hojas, la niebla mañanera le daba un toque más espeluznante. Sentí mi estómago ceñirse conforme avanzaba, el miedo estaba volviendo a mí sin Demos cerca pero logré apartarlo de inmediato, si él confiaba en mí yo también podía. Por alguna extraña razón le creía. Al fin alguien me consideraba valiente y no le iba a fallar, solo tenía que deshacerme de los vampiros.
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DAHARA: La guerra de los dioses ( Los condenados #1)
FantasyA veces el destino juega como quiere.